Ensayo Libro "Filosofía Náhuatl"

Filosofía Náhuatl

Introducción

Para poder hacer un correcto análisis de las palabras descritas por Miguel León-Portilla, en su libro Filosofía náhuatl, debemos estar conscientes de que el hecho de un filósofo náhuatl, está concebida por los antiguos conquistadores ya que en estas tierras, no se tenía forjada la idea de un filósofo como tal.

Sin embargo, para los antiguos historiadores, esta era la palabra que más se acercaba a lo que en el antiguo México se tenía como sabios.

Desarrollo

Lo primero que nos hace referencia sobre la supuesta aparición de una mente filosófica entre los nahuas son los cantos o poemas que muchos escribieron, pero que de la mayoría no se tiene un autor específico o conocido, si acaso algunos antiguos reyes como Netzahualcóyotl.

Es por ello que autor inicia la obra con ésta interrogante, ¿Existe un saber filosófico entre los nahuas?, como lo mencioné anteriormente, todo esto está ligado directamente con los cantos encontrados por parte de los conquistadores, los misioneros e historiadores como Sahagún entre otros.

Entre los textos encontrados, podemos ver como los nahuas empiezan a interrogarse sobre sus tradiciones, sus costumbres y aún más importante, sobre su origen y desenlace en esta tierra.

Es entonces cuando los antiguos sabios nahuas hacen suposiciones, y empiezan a concebir la realidad más como producto del raciocinio y no como un producto derivado de lo mágico y la misticidad de sus dioses.

Los sabios nahuas eran considerados entre su pueblo como algo más que meras personas con experiencia sobre la vida, eran vistos, como guías espirituales, como psicólogos, como personas con una increíble capacidad cognitiva, que miraban e interpretaban el movimiento de los astros y lo más importante, como las personas que daban una personalidad a las demás, “los hacía tomar un rostro”.

Son estos sabios los que a través de su raciocinio se plantearon varias interrogantes, ¿acaso hablamos de algo verdadero aquí?, ¿Qué está por ventura en píe? Que hacen suponer que tenían dudas sobre lo fijo aquí en la tierra, sobre lo que había en el más allá, su verdadera razón de ser, su existencia como tal estaba en duda.

Y lo importante de mencionar esto, no es que se hayan planteado estas dudas, sino que fue, a través del pensamiento racional, que llegan a idear tales interrogantes, podemos observar dentro de diverso códices, textos, etc., como éste pensamiento fue acrecentándose cada vez más, incluso con la llegada de los conquistadores, este pensamiento no cambió.

Aún cuando existían textos que parecían sobrados en cuanto a su sentimiento de desolación y cierta tristeza, “aunque sea de jade se quiebra, aun que sea de oro se rompe…”, son estás mismas inquietudes las que son respondidas por los mismos que se interrogan, y ven, a través de los cantos y las flores, la manera de endiosar su corazón. Es así como todos los toltecas, a través de sus artes, expresar la magnificencia de sus deidades, y tratan de acercarse a su propia verdad.

Los pueblos nahuas tenían una visión propia del mundo y una concepción del tiempo y del espacio, así como la educación, la historia, la moral, etc., que ratifica una vez más que su mundo se basaba en gran parte al conocimiento determinado por la razón.

Aún marcando la existencia de 13 cielos y 9 infiernos, ellos veían al lugar de los muertos, como la zona donde todos al morir íbamos, no importando nuestras acciones aquí en la tierra.

Conclusión

La cosmovisión de los nahuas marca una sentida tendencia hacia la búsqueda de la realidad, de lo que es fijo aquí en la tierra como producto del pensamiento humano. Podemos ver claramente como a través responder diversas preguntas hechas hacía si mismos ó hacia sus dioses tratan de reconocer y conformar la

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