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Ensayo Sistema Newtoniano


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2012  •  6.853 Palabras (28 Páginas)  •  581 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL

“PEDRO RUIZ GALLO”

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO

SOCIALES Y EDUCACIÓN

____________________________________________________

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACIÓN

Especialidad de Ciencias Histórico Sociales y Filosofía-Educación Física

CURSO : HISTORIA DE LA CIENCIA Y LA

TECNOLOGÍA

DOCENTE : IDROGO DELGADO ABIMAEL

CICLO : II

Lambayeque, mayo de 2 011

Nuestro interés en este ensayo está dirigido a orientar nuestro idea del mundo y de la materia, regido desde siglos atrás por ideas, que si bien es cierto fueron muy importantes en el desarrollo de la ciencia, es necesario superar, proponiendo un nuevo paradigma que no surge de la nada puesta esta incluido en el proceso de evolución de la ciencia. El sistema newtoniano ha influido enormemente en la ciencia moderna y post moderno, por ello hablaremos de su implicancia en muchos aspectos de la vida, con sentido crítico y científico, luego presentaremos la importancia de tener una nueva visión de la realidad dejando de lado las ideas gestoras de desigualdad atraso e ineficacia para mirar el mundo con nuevos ojos.

La nueva visión del universo físico, atómico y subatómico, nos introduce en una realidad extraña e inesperada que, parece desafiar cualquier explicación coherente con lo cual, los científicos entendieron que sus conceptos básicos, su lenguaje y toda su manera de pensar eran inadecuados para describir los fenómenos atómicos. Nuestra sociedad actual en su conjunto atraviesa una crisis similar. Frente a ello, las ciencias sociales y sus ámbitos académicos específicos tardan en asimilar estos conceptos pues todavía están impregnadas de saberes fragmentados e hiperdisciplinados.

El gran problema de la ciencia actual es la cada vez mayor compartimentación del conocimiento. Mientras que la cultura general busca la posibilidad de poner en contexto toda la información y las ideas, la cultura científica o técnica, debido a su carácter disciplinario especializado, enfrenta cada vez mayores dificultades para su puesta en contexto. Actualmente, todo hecho importante debe ser analizado en su contexto social, político humano, y ecológico, es decir, tiene que tomar en cuenta el mundo todo.

Para tener la posibilidad de articular y organizar la información del mundo, Capra, Morín y otros brillantes librepensadores nos proponen una reforma del pensamiento. En nuestra educación, la hiperespecialización impide ver lo esencial. Los problemas esenciales nunca son fragmentados y a su vez, los problemas particulares debieran de pensarse correctamente dentro de un contexto en donde los problemas globales son cada vez más esenciales.

El desafío de la globalidad es, por lo tanto, al mismo tiempo, el desafío de la complejidad y en un contexto global de continuas crisis, cuanto mas progresa ésta, más se es incapaz de pensarla desde el enfoque reduccionista que sin dudas produjo conocimiento, pero también ceguera e ignorancia. Nuestro sistema de enseñanza obedece al imperativo reduccionista y nos enseña desde la primaria a aislar los objetos (de su entorno), a separar las disciplinas (más que a reconocer sus solidaridades), a desunir los problemas más que a vincularlos e integrarlos. Necesitamos un nuevo paradigma. Necesitamos una nueva visión de la realidad. Necesitamos una nueva visión del tiempo. Necesitamos por ende, una nueva transformación fundamental de nuestros pensamientos que nos lleve hacia una nueva concepción política de la realidad.

No pretendemos en este ensayo demostrar la importancia y eficiencia de nuestra propuesta, creemos que esto es motivo para una investigación mas profunda, y detallada. Aprovechamos la oportunidad para agradecer a todos nuestros compañeros y amigos que han hecho posible la concreción de este trabajo, también algunos docentes en especial a la profesora Julia liza Gonzales

IMPLICANCIA DEL SISTEMA NEWTONIANO Y EL NUEVO PARADIGMA CIENTÍFICO

“Hay una nueva ignorancia ligada al desarrollo mismo de la ciencia, hay una nueva ceguera ligada al uso degradado de la razón, las amenazas más graves que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e incontrolado del conocimiento. Es necesario tomar conciencia de la naturaleza y de las consecuencias de los paradigmas presentes que mutilan el conocimiento y desfiguran la realidad”. (EDGAR MORÍN)

Un sistema vivo (tanto sean ecosistemas, u organismos o sistemas sociales) es un sistema que aprende continuamente. Si en nuestras organizaciones no nos concentramos seriamente en aprender, no hay forma de que podamos transformarlas en algo vivo. Lo expresado se vincula a un cambio dramático que se viene produciendo desde hace tiempo (a partir de las primeras tres décadas del siglo XX) que, han impactado en las actuales teorías de la materia y por ende en nuestras visiones de mundo, determinando el paso de una concepción mecanicista y newtoniana a una visión ecologista y holística.

En una cultura como la nuestra, dominada por la ciencia, la física moderna puede demostrar a las demás ciencias, que el pensamiento científico no tiene que ser necesariamente reduccionista y mecanicista y que también las ideas holísticas y ecológicas también poseen una base muy sólida. Una de las lecciones más importantes que los físicos han tenido que aprender en el siglo pasado viene dada por el hecho de que todos los conceptos y las teorías utilizadas para describir a la naturaleza tienen su límite. En pocas palabras, los científicos no tratarán nunca con la verdad, sino con una descripción limitada y aproximada de la realidad. En la biología, la medicina, la psicología, la economía, y las ciencias políticas, en todos estos campos comienzan a perfilarse hoy las limitaciones de los conceptos clásicos cartesianos. Con el fin de superar el modelo clásico, los científicos (y entre ellos los físicos) tendrán que superar el tradicional enfoque reduccionista y mecanicista para desarrollar una visión holística y ecológica.

Las teorías esenciales de la visión de mundo y el sistema de valores que están en la base de nuestra cultura que hoy hay que reexaminar, se formaron en los siglos XVI y XVII.

En los siglos XVI y XVII, la visión del universo como algo orgánico, vivo y espiritual fue reemplazada por la concepción de un mundo similar a una máquina. La máquina pasó a ser la metáfora dominante. Esta evolución fue el resultado de varios cambios revolucionarios para la época en los campos de la física y en la astronomía que culminaron en las teorías de Copérnico, Galileo y Newton. La Ciencia del siglo XVII se basaba en un nuevo método de investigación (elaborado por Francis Bacon) que incluía dos teorías: a) La descripción matemática de la naturaleza, b) El método analítico de razonamiento concebido por el genio de Descartes.

La revolución científica comienza con Nicolás Copérnico (y su sucesor Johannes Kepler). Pero el verdadero cambio se produce con Galileo Galilei (recién se inventaba el telescopio) que logra afirmar la hipótesis concebida por Copérnico. Fue el primero en utilizar la experimentación científica junto con un lenguaje matemático y se lo considera el padre de la ciencia moderna. Para él, el lenguaje es la matemática y los caracteres son los triángulos y las demás figuras geométricas. Hasta hoy día, se las utiliza mayoritariamente como criterio para validar cualquier teoría científica. Mientras en Italia, Galileo seguía con sus ingeniosos experimentos, en Inglaterra Francis Bacon exponía sus teorías sobre el método empírico.

El antiguo concepto tierra/madre se transformó radicalmente en la obra de Bacon y desapareció por completo cuando la Revolución científica reemplazó la visión orgánica del mundo con la metáfora mundo/maquina. Este cambio fue iniciado y completado por dos grandes figuras del siglo XVII: René Descartes e Isaac Newton. A Descartes se lo suele considerar el fundador de la filosofía moderna. Fue un brillante matemático y sus ideas fueron afectadas profundamente por la nueva física y la astronomía, proponiéndose crear un sistema de pensamiento totalmente nuevo que resolviese todos los problemas de cantidad, sean estos continuos o discontinuos. La certidumbre cartesiana es matemática en esencia. Descartes creía que la clave del universo se hallaba en su estructura matemática y, para él, ciencia era sinónimo de matemáticas. Fue el creador de lo que hoy se conoce como geometría analítica, dicha ciencia, incluyó la representación de curvas mediante ecuaciones algebraicas cuyas soluciones estudió sistemáticamente.

En su libro “Discurso del método para guiar correctamente el razonamiento y encontrar la verdad en las ciencias” nos dice que la clave de su método se halla en la duda radical.

Descartes pone en duda todo aquello de que sea posible dudar (toda la sabiduría tradicional, las impresiones de los sentidos y hasta el hecho de tener un cuerpo) hasta llegar a un punto sobre el cual no cabe albergar ninguna duda: su existencia como sujeto pensante (de ahí su famoso “pienso...luego existo”).

De este principio, deduce que la esencia de la naturaleza humana se halla en el pensamiento y que todo aquello que sea percibido con gran claridad y distinción es absolutamente cierto. Nos enseñó a pensar en nosotros mismos como egos aislados dentro de nuestro cuerpo (ello por ejemplo: ha impedido a los médicos considerar las dimensiones psicológicas de las enfermedades).

Quien va a realizar el sueño cartesiano y completar dicha revolución científica es Isaac Newton. Nació en Inglaterra en 1642 (año del fallecimiento de Galileo). Fue un extraordinario matemático que inventó el calculo diferencial (logro largamente elogiado por Einstein) y superó a Bacon en la experimentación sistemática y a Descartes en el análisis matemático, combinando las dos tendencias en una sola desarrollando también la metodología que ha sido la base de las ciencias naturales desde entonces.

Newton se creía capaz de desentrañar todos los secretos del universo, postulando las leyes exactas del movimiento para todos los cuerpos en los que influye la fuerza de gravedad. La importancia de sus leyes se basaba en su aplicación universal, en donde el universo newtoniano era, en efecto, un enorme sistema mecánico regido por leyes matemáticas exactas. En su libro “Principios Matemáticos de la Filosofía Natural” expuso su teoría con gran lujo de detalles.

Allí planteó, que todo lo que no se pueda deducir de los fenómenos ha de llamarse hipótesis no tienen cabida en la filosofía experimental y en ésta, las proposiciones particulares se deducen de los fenómenos y después se universalizan por inducción.

En la mecánica newtoniana, todos los fenómenos físicos se reducen al movimiento de partículas de materia provocado por su atracción mutua, esto es, por la fuerza de gravedad.

Esta aclaración es importante porque el principio de inercia funciona en el sistema newtoniano como el patrón de movimiento que sirve de guía para decidir cuándo el sistema está moviéndose de manera natural y cuándo no. El papel de la vis incita consiste en revelar la cantidad de resistencia de un cuerpo a cambiar su movimiento inercial. La fuerza impresa, en las palabras de Newton, “consiste sólo en la acción (que cambia el movimiento inercial) y no permanece en el cuerpo una vez que dicha acción termina. Porque el cuerpo mantiene cada nuevo estado que adquiere únicamente por su inercia”.

Por su parte, la fuerza centrípeta que obliga a los cuerpos celestes a desviarse de la línea recta debe concebirse como una acción continua, ya que si cesara de ejercerse, el cuerpo de manera espontánea recuperaría su movimiento inercial o natural en línea recta. Es claro, pues, que en el sistema newtoniano la noción de fuerza se deriva directamente de la de movimiento inercial y la única fuerza que parece ejercerse de manera constante en el cosmos es la centrípeta. De dicha fuerza Newton deriva la ley de la gravedad. Ahora bien, dentro del movimiento inercial Newton distingue dos clases: los absolutos y los relativos. Los absolutos son los movimientos realmente inerciales. Isaac Newton, durante los últimos veinte años de su vida, fue el hombre más famoso de su época, el gran sacerdote y anciano sabio de la Revolución Científica. Reinaba en Londres del siglo XVIII y su ideal se tornó el ideal de todas las demás ciencias.

Alentados por el gran éxito de la mecánica newtoniana en la astronomía, los físicos la aplicaron al movimiento continuo de los cuerpos líquidos y a las vibraciones de los cuerpos elásticos, y hasta la teoría del calor pudo ser reducida a la visión mecanicista al descubrirse que el calor era energía generada por un complicado movimiento y roce de los átomos y moléculas. En ese entonces, los químicos liderados por Jhon Dalton en el siglo XIX, desarrollaron con precisión una teoría atómica de la química y de esta manera abrieron el camino para la unificación conceptual de la física y la química, que ocurrió en el siglo XX. Lo interesante de ver es que hasta mediado del siglo XX, no se comenzó a ver claramente que la idea de la ciencia dura era parte del paradigma cartesiano-newtoniano, paradigma que sería luego superado en parte durante el siglo 20. De lleno en el siglo XVIII (“Siglo de las Luces”) la figura dominante del desarrollo de las ideas mecanicistas fue el filósofo John Locke cuyas obras principales fueron publicadas a fines del siglo XVII.

Siguiendo la línea de la física newtoniana, Locke desarrolló una visión atomística de la sociedad, describiéndola en términos de su componente básico, esto es, el ser humano. Locke, reduccionista al tono de su época, trato de reducir los modelos que observaba en la sociedad al comportamiento de los individuos que lo forman. Por esta razón comenzó a estudiar primero la naturaleza del ser humano y luego trato de aplicar los principios de la naturaleza humana a los problemas económicos y políticos.

Según Locke, todos los hombres son iguales al nacer y su evolución depende enteramente de su entorno. Cuando aplicó su teoría sobre la naturaleza humana a los fenómenos sociales estaba convencido de la existencia de leyes naturales que regían la sociedad humana eran similares a las que gobiernan el universo físico.

Por consiguiente la función de un gobierno no era la de imponer sus leyes a las personas, sino mas bien, la de descubrir y poner en vigor las leyes naturales. Uno de estos desarrollos ocurridos en el siglo XIX, fue el descubrimiento y la investigación de que ciertos fenómenos eléctricos y magnéticos suponían un nuevo tipo de fuerza que no podía ser descripto adecuadamente por el modelo mecanicista. Este descubrimiento fue llevado a cabo por Michael Faraday y completado por Clerk Maxwell. Reemplazando el concepto de fuerza por el concepto de campo de fuerzas fueron los primeros en llegar mas allá de la física newtoniana, demostrando que los campos tenían su propia realidad y que podían ser estudiados sin hacer referencia a los cuerpos materiales. Esta teoría llamada electrodinámica, culminó en el descubrimiento de que la luz era un cuerpo electromagnético que alterna a gran velocidad y que viaja por el espacio en forma de ondas.

Hubo de ser Einstein, en el siglo XX, quien reconoció ello, cuando declaró que el éter no existía y que los campos electromagnéticos por su propio derecho eran entidades físicas que podían viajar a través del espacio vacío y no podían ser explicadas mecánicamente. Es entonces que, en la medida en que el electromagnetismo destrona a la mecánica newtoniana impactando en todo el pensamiento científico posterior, nace el concepto de evolución, es decir, la idea de cambio, crecimiento y desarrollo. En realidad el concepto de evolución nace de la geología, cuyos científicos a través del estudio minucioso de los restos fósiles llegan a la idea de que el mundo era el resultado de un desarrollo continuo causado por la actividad de las fuerzas naturales a lo largo de inmensos periodos de tiempo. Posteriormente, la teoría del sistema solar propuesta por Inmanuel Kant y por Pierre Laplace se basa en un pensamiento desarrollista siendo luego la evolución un punto crucial en las políticas de… Hegel y de Engels a lo largo del siglo XIX.

Un cambio decisivo lo va a protagonizar Jean Baptiste Lamarck, quien dijo que todo había comenzado con los infusorios y que después de varias transformaciones se había llegado al ser humano en contraposición a la jerarquía estática que comenzaba en Dios, seguía descendiendo a los Ángeles, los seres humanos y los animales terminando en las formas inferiores de vida. Su revolución fue el equivalente en biología, a la revolución causada por las teorías de Copérnico en astronomía. Lamark fue el primero que propuso una teoría coherente de la evolución y su obra tiene el valor de haber sido el primer paso en el camino correcto.

Unas décadas mas tarde, Charles Darwin, en su monumental obra “Sobre el origen de las especies” presenta a la evolución biológica como una explicación basada en los conceptos de la variación causal (hoy conocida como mutación al azar) y la selección natural que llegaría a ser la piedra fundamental de la moderna doctrina de la evolución.

El descubrimiento de la evolución biológica, obligó a los científicos a abandonar el concepto cartesiano de la máquina del mundo perfecta surgida completamente de las manos de su Creador. En su lugar, el universo hubo de ser concebido como un sistema en evolución y en permanente movimiento, en el cual las estructuras complejas se habían desarrollado desde sus formas más simples. Mientras que en la biología la evolución significaba un movimiento hacia un orden y complejidad superior, en física se trataba exactamente de lo contrario, esto es, de un movimiento hacia un desorden creciente.

El desarrollo de la física moderna comienza con las extraordinarias proezas intelectuales de Albert Einstein, quien siendo empleado público en una oficina de correos y no habiendo terminado el secundario, en 1905 escribe dos revolucionarios artículos donde expone la teoría de la relatividad y una nueva manera de concebir la radiación electromagnética que veinte años mas tarde daría lugar a la teoría cuántica llamada teoría de los fenómenos atómicos.

Einstein creía firmemente en la armonía intrínseca de la naturaleza. Con miras a ello, y su obsesión era dar una estructura común a dos teorías de la física clásica: la electrodinámica y la mecánica. Esta estructura se conoce como teoría de la relatividad y supone un cambio radical de los conceptos tradicionales de tiempo y espacio y por ello socava los cimientos de la visión newtoniana de mundo. Con las posteriores exploraciones extraordinarias del mundo atómico y subatómico, los científicos entraron en contacto con una realidad misteriosa e inesperada que socavaba los cimientos de su visión del mundo y los obligaba a pensar de manera totalmente diferente. Jamás había ocurrido algo igual en la ciencia. Por vez primera los físicos se enfrentaban con un serio desafío a su capacidad de comprender el universo. Cada vez que, en un experimento atómico, le preguntaban algo a la naturaleza, ésta les respondía con una paradoja, y cuanto mas trataban de esclarecer la situación, mas grande se hacía la paradoja.

Todos sus conceptos básicos, toda su terminología y toda su manera de pensar eran insuficientes para descubrir los fenómenos atómicos. No era un problema exclusivamente intelectual, sino de una experiencia existencial emotiva de gran intensidad, en donde la pregunta clave que se hacían era: ¿Es posible que la naturaleza sea tan absurda como nos parece en estos experimentos atómicos? En verdad, los físicos tardaron mucho tiempo en admitir el hecho de que las paradojas que encontraban era un aspecto esencial de la física atómica. Cuando lo comprendieron, comenzaron a formular las preguntas correctas y a evitar contradicciones, encontrando finalmente una fórmula matemática precisa y sólida para su teoría. Esto dio origen a la física cuántica formulada entre 1900 y 1930 por un grupo de internacional de físicos entre los que se hallaban Einstein, Bohr, Heinsenberg, y Dirac, entre otros.

La nueva física se debía entonces una profunda modificación de sus conceptos fundamentales (Espacio, tiempo, materia, objeto, causa y efecto) a través de los cuales se experimenta el mundo y por ello la transformación suponía un choque violento (los cimientos de la ciencia… comenzaron a vacilar…) Es así que de los cambios revolucionarios que la física provocó en nuestros conceptos de realidad, hoy comienza a surgir una visión sólida del mundo. Los científicos están muy interesados en las repercusiones filosóficas que surgen a partir de la física moderna, y están tratando de mejorar su comprensión de la naturaleza de la realidad, dejando de lado toda idea preconcebida. La perspectiva cartesiana del mundo es mecanicista, en cambio la visión del mundo que emerge de la física moderna se caracteriza por ser orgánica, holística y ecológica.

Se la podría llamar una visión de sistemas, en el sentido de teoría general de sistemas.

El mundo ya no puede percibirse como una máquina formada por una gran cantidad de objetos, sino que se la concibe como una unidad indivisible y dinámica cuyos elementos están estrechamente vinculados que pueden comprenderse sólo como modelos de un proceso cósmico, con lo cual, los descubrimientos de los científicos increíblemente pasan a estar en armonía con las metas espirituales y las creencias religiosas de la humanidad. Veamos en mejor detalle. La investigación experimental atómica de comienzos de siglo obtuvo resultados sensacionales y totalmente inesperados. Se descubrió que los átomos distaban mucho de ser partículas duras y sólidas de la teoría tradicional; por el contrario, consistían en grandes espacios y un núcleo alrededor del cual se movían unas partículas extremadamente pequeñas: los electrones. Unos años mas tarde, la teoría cuántica demostró claramente que incluso las partículas subatómicas (los electrones, los protones y los neutrones situados en el núcleo) no tenían ninguna semejanza con los objetos sólidos descriptos por la física clásica.

Estas unidades de materia subatómica, son entidades duales muy abstractas: según como se las vea, unas veces aparecen como partículas, y otras como ondas (naturaleza presente por Ej.: en la luz). Einstein fue el primero en llamar cuantos a las partículas de luz, hoy conocidas como fotones.

La naturaleza dual de la materia y de la luz es hoy muy misteriosa. Parece imposible que algo pueda ser, al mismo tiempo, una partícula y una onda que se difunden en el espacio. Sin embargo, es lo que exactamente los físicos tuvieron que aceptar. Un electrón no es una partícula ni una onda. Mientras actúa como partícula, puede desarrollar su naturaleza ondulante a expensas de su naturaleza corpuscular y viceversa. Por consiguiente, la partícula se transforma continuamente en onda, y la onda, en partícula. Esto significa ni mas ni menos, que ni los electrones, ni ningún otro “objeto” atómico tienen propiedades que sean independientes de su entorno, es decir, dependerán del sistema con el que se vean obligados a entablar una relación recíproca. Hay entonces, conceptos o aspectos, que no pueden ser definidos simultáneamente con precisión (cuanto mas acentuamos uno de ellos en nuestra descripción mas incierto se vuelve el otro…..las paradojas de la física que hablamos anteriormente), ello llevó a al genio de Heinsenberg a expresar el “principio de incertidumbre”.

Por lo tanto en la física relativista nunca se puede hablar del espacio sin hablar del tiempo y viceversa. La teoría cuántica: ha demostrado que las partículas subatómicas no son corpúsculos aislados de materia, sino modelos de probabilidades. Son conexiones de una red cósmica indivisible que incluye al observador humano y su conciencia.

La teoría de la relatividad: ha dado vida a la red cósmica, al revelar su naturaleza intrínsecamente dinámica y al demostrar que su actividad es la esencia misma de su existencia.

En el plano de la psicología, Los psicólogos de los siglos subsiguientes a la revolución newtoniana, crearon dos importantes escuelas: a) los estructuralistas: quienes estudiaban la mente a través de la introspección y trataban de analizar la conciencia reduciéndola a sus elementos básicos; b) los conductistas: quienes se concentraban exclusivamente en los estudios del comportamiento e ignoraban en consecuencia la existencia de la mente. Ambas escuelas surgieron en una época en la que el pensamiento cartesiano estaba dominado por el modelo newtoniano de la realidad: ambas imitaron los modelos de la física clásica, incorporando a sus esquemas teóricos los conceptos básicos de la mecánica newtoniana.

Suele creerse que la psicología, en cuanto a ciencia, fue creada en el siglo XIX y que sus raíces históricas se remontan a las filosofías de la antigüedad griega, sin embargo, descubrimientos recientes la sitúan en los sistemas orientales de pensamiento, en particular la India, donde se habían desarrollado ciertas tradiciones espirituales cuyos conceptos teóricos están relacionados con la transformación de la conciencia. En el mundo occidental, Platón fue el primero quien se ocupó explícitamente del problema de la conciencia y Aristóteles escribió el primer tratado sistemático sobre este tema, titulado “Sobre el Alma”.

En el siglo XVII, el problema de la mente-cuerpo, fue desarrollado por Descartes quien planteaba que ambos pertenecían a campos paralelos, profundamente distintos y que cada uno de ellos podía ser consultado sin referencia al otro. Descartes creía que el saber era una función primaria de la razón humana, o sea del alma, que podía darse independientemente del cerebro. El paradigma cartesiano fue fuente de inspiración y de desafío para Baruj Spinoza y Gottfried Leibniz. Spinoza no lograba aceptar el dualismo cartesiano y lo sustituyó por un monismo extremadamente místico proponiendo que no existía una interacción entre alma y cuerpo sino que ambos actúan según una “armonía preestablecida”.

Mientras tanto, Hobbes y Locke mantenían que nada había en la mente que no hubiera antes en los sentidos. En el momento de nacer según la famosa frase de Locke, la mente humana era una tabla rasa, una pizarra en blanco, sobre la cual se imponían ideas por medio de la percepción sensible, siendo esta posición, el punto de partida de la teoría mecanicista del conocimiento, que ve a las sensaciones como elementos básicos del reino mental, combinando a estas mediante el proceso de asociación para formar estructuras mas complejas.

El gestalismo fue fundado por Max Wertheimer, quien planteaba que los organismos vivientes no perciben las cosas como elementos aislados sino como Gestalten, esto es, como unidades significativas dotadas de cualidades que no existen en sus partes individuales. El desarrollo del funcionalismo fue consecuencia del pensamiento evolucionista del siglo XIX, que estableció una importante correlación entre la estructura y la función. Según Darwin, cada estructura anatómica era un componente funcional de un organismo viviente integrado que participaba en la lucha por la supervivencia. Este enfoque del dinamismo hizo que muchos psicólogos abandonaran el estudio de la estructura mental y se volcaran al campo de los procesos mentales (la conciencia como un fenómeno dinámico).

El principal exponente del funcionalismo fue Williams James quien proponía que la psicología fuera una rama de la filosofía que debía de convertirse en ciencia de laboratorio, siendo un crítico de las tendencias mecanicistas y defensor de la interacción e interdependencia de la mente y el cuerpo.

En el siglo XX, la psicología realizó grandes adelantos ganando cada vez mas prestigio sacando provecho de su cooperación con otras disciplinas (medicina, biología, estadística, la teoría de la comunicación y la cibernética). En las primeras décadas de nuestro siglo, el pensamiento estaba dominado por dos influyentes escuelas: a) El Conductismo; b) El Psicoanálisis.

El conductismo representa el punto culminante del enfoque mecanicista en psicología, creando una “psicología desprovista de alma”, quedando los fenómenos mentales reducidos a modelos de comportamiento regidos por las leyes de la física y de la química. John Watson fue el fundador del conductismo, quien no veía ninguna diferencia esencial entre los seres humanos y los animales y siendo a su vez un ferviente crítico del método introspectivo de Freud. Para Watson, los mecanismos de estimulo y respuesta se daba en organismos vivientes que a modo de máquinas complejas responden sólo a estímulos externos, permitiendo de esta manera mecanicista que los psicólogos determinar y predecir la reacción provocada por un estímulo determinado.

Los fenómenos complejos entonces, pueden reducirse a combinaciones de estímulos y respuestas simples, aplicando este sistema a la percepción, a las imágenes, al pensamiento y a las emociones.

El conductismo se convirtió en una teoría del aprendizaje donde el objetivo de observar y dominar a la naturaleza se aplicó a los animales y luego, con la noción de la “ingeniería conductista”, a los seres humanos. Consecuencia de ello fue la creación de una terapia de la conducta, dirigida fundamentalmente a los síntomas psiquiátricos que no se consideran manifestación de trastornos ocultos, sino casos aislados de comportamientos inadaptados aprendidos que se pueden corregir utilizando técnicas de condicionamiento adecuadas.

El psicoanálisis por su parte, no tiene su origen en la psicología, sino en la psiquiatría, ciencia que desde el siglo XIX se hallaba firmemente establecida como una rama de la medicina. En aquel entonces todos los psiquiatras seguían el enfoque biomédico, y trataban de encontrar una causa orgánica para todos los trastornos mentales, pero no lograban descubrir la base orgánica precisa de las neurosis. Comenzaron a buscar otros métodos psicológicos y se toparon con que Jean Martín Charcot logra tratar (a fines del siglo XIX) la histeria por medio de la hipnosis. Probó que la hipnosis podía eliminar los síntomas de histeria en un paciente y que su vez los podía hacer aparecer de nuevo. Se trataba de poner al paciente en un estado similar al sueño y luego dejarlo hablar de sus problemas con total libertad.

Esta técnica tuvo un gran suceso y puso en tela de juicio el enfoque orgánico de la psiquiatría e impactó vivamente a Freud. Freud, descubrió prácticamente sin la ayuda de nadie el subconsciente y su dinámica. Freud vio en el ello la fuente esencial del comportamiento humano fundando una “psicología de las profundidades”.

En 1944 desarrolla la primera teoría coherente sobre la dinámica del subconsciente, basada en impulsos instintivos de naturaleza esencialmente sexual que, al actuar recíprocamente con varias tendencias inhibidoras sostenía generan la gran variedad de modelos psicológicos existentes. En la segunda fase de su carrera científica, formula una teoría de la personalidad basada en tres estructuras distintas del aparato interpsiquico que él llamaba el “ello”, el “yo” y el “súper yo”. Freud se interesó en convertir al psicoanálisis en una disciplina científica y pensaba que ese objetivo se iría a lograr en el futuro, recordando que derivaba del las ciencias naturales, especialmente de la física y de la medicina. Es decir seguía influido por el modelo biomédico a pesar de ser el creador del enfoque psicológico de la psiquiatría.

Freud basó sus análisis en la estrecha relación entre el psicoanálisis y la física clásica, si se consideran los cuatro grupos de conceptos que hay en la base de la mecánica newtoniana: a) el concepto de espacio y tiempo absolutos; b) el concepto de fuerzas fundamentales, esencialmente distintas de la materia, c) el concepto de leyes fundamentales que describen el movimiento y las interacciones reciprocas de los objetos materiales desde el punto de vista de las relaciones cuantitativas, d) el concepto de un determinismo riguroso. Descripción objetiva de la naturaleza, basada en la noción cartesiana de separación entre mente y materia. Freud estableció un espacio psicológico como marco de referencias de las estructuras del aparato mental, dados por el yo, el ello y el súper yo, como elementos-objeto de una estructura, internos, localizados y desarrollados dentro de un espacio psicológico. En ese marco, dos entidades no pueden ocupar un mismo sitio y como tal, los objetos psicológicos se caracterizan por su extensión, su posición y su movimiento. La psicología freudiana era básicamente una psicología de conflictos (influencia de los darwinistas sociales) y su dinámica detallada de las “colisiones” deriva de las ideas de Newton.

Muchos prominentes discípulos de Freud, abandonaron el movimiento y sus más famosos renegados fueron: Jung, Adler, Reich y Rank. Adler fundó la corriente llamada “Psicología individual”, rechazando la importancia de la sexualidad en la teoría freudiana acentuando decisivamente el deseo de poder y la tendencia a compensar la inferioridad real o imaginaria.

Fue un estudioso del papel del individuo en la familia, planteando que las diferencias entre psicología masculina y femenina que preconizaba Freud no eran de naturaleza biológica como éste ultimo preconizaba sino como consecuencia del orden social que imperaba en el patriarcado. Reich descubrió que las actitudes mentales y las experiencias emocionales generaban una resistencia física en el organismo que se expresaba a través de modelos musculares a los que llamo la “armadura de la personalidad”.

Está claro que el esquema cartesiano muchas veces resulta completamente inadecuado para describir los fenómenos de las ciencias sociales y por consiguiente sus modelos se han vuelto cada vez menos realistas.

En el plano de la economía el sistema newtoniano también tiene mucha influencia. La economía actual, se caracteriza por el enfoque fragmentario y reduccionista, típico de la mayoría de las ciencias sociales, y hace olvidar a los economistas que su ciencia no es más que un aspecto de toda una estructura social y ecológica. El principal error, de las ciencias sociales es la división de esta estructura en fragmentos que se consideran independientes y que se tratan en distintos departamentos académicos. Es así que los expertos en política suelen hacer caso omiso de las fuerzas económicas básicas, mientras los economistas no logran incorporar las realidades políticas y sociales a sus modelos, reflejándose dicho enfoque fragmentario en los gobiernos. Lo que no se alcanza a percibir, es que a diferencia de la evolución biológica (que tiende a suceder durante larguísimos períodos de tiempo), la evolución de los modelos económicos sucede a una velocidad infinitamente mayor. Existe una evolución dinámica de la economía, siendo ésta un sistema obligado al cambio y a una evolución constantes que dependen de los cambiantes sistemas ecológicos y sociales a los que esta vinculada.

Ahora bien, la evolución de una sociedad (que incluye la evolución de su sistema económico), está íntimamente vinculada a los cambios del sistema de valores que esta en la base de todas sus manifestaciones... Los valores que rigen la vida de una sociedad son los que determinaran su visión del mundo. Una vez expresados y codificados, los valores y los objetivos de la comunidad constituirán la estructura de las percepciones e ideas de la sociedad, y también determinaran las innovaciones y las adaptaciones sociales que esta realice.

Como el sistema de valores culturales suele cambiar (muchas veces en respuesta a los desafíos ambientales), surgirán nuevos modelos de evolución cultural. Así pues, el estudio de los valores tiene una importancia capital en todas las ciencias sociales. La economía se define generalmente como la ciencia que se ocupa de la producción, de la distribución y del consumo de la riqueza. Las ciencias económicas tratan de determinar qué es válido en un momento dado a través del estudio del valor de cambio de bienes y servicios.

Así pues, de todas las ciencias sociales, la economía es la más normativa y la más dependiente de valores y sus modelos y sus teorías siempre estarán basados en un cierto sistema de valores y en una cierta concepción de la naturaleza humana.

Es por ello que planteamos, tomando en cuenta las nuevas tendencias científicas, un nuevo paradigma, que no surge de la nada ni ve como innecesarios los sistema científicos existentes; sin embargo existe la necesidad de cambiar aquello en lo cual se ha errado especialmente en los grandes influyentes del sistema científico y la organización social y educativa, Newton y Descartes, tomando como referencia lo antes descrito.

 La nueva visión de la realidad, debe de basarse en la comprensión de las relaciones y dependencias reciprocas y esenciales de todos los fenómenos: físicos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales.

 El camino hacia un nuevo paradigma, significa una formulación gradual de una red de conceptos y modelos vinculados entre si y, al mismo tiempo, la creación de organizaciones sociales independientes.

 Debe de ser un enfoque, en donde ninguna teoría ni ningún modelo sea más fundamental que los otros y todos tendrán que concordar entre si y utilizar un lenguaje que resulte adecuado para describir los diferentes aspectos del tejido poli nivelado y recíprocamente relacionado de la realidad. Lo mismo vale a nivel institucional donde todas las instituciones deben de ser conscientes de las demás, ninguna mas importante o superior a otra y todas deberán comunicarse y cooperar entre si.

 La concepción mecanicista, se justifica hasta cierto punto, pues es verdad que los organismos vivientes se comportan, en parte, como máquinas, desarrollando huesos, músculos, circulación de la sangre ventajosa para su evolución. Pero esto no significa que los organismos vivientes sean maquinas. Los mecanismos biológicos son simplemente casos especiales de unos principios de organización mucho más amplios; de hecho, ninguna de las funciones de un organismo consiste enteramente en estos mecanismos. Solo se logrará una comprensión mas completa de la vida (en contraposición a la ciencia biomédica cartesiana-newtoniana) desarrollando una “biología integral” que vea al organismo como un sistema viviente y no como una máquina.

 La visión integral considera al mundo desde el punto de vista de las relaciones y las integraciones. En vez de concentrarse en los componentes básicos o en las substancias fundamentales, el enfoque integral hace hincapié en los principios básicos de la organización. Cada organismo (desde las bacterias hasta los sistemas sociales) es un todo integrado y luego un sistema viviente.

 Cada sistema, es un todo cuya estructura especifica deriva de la interacción y de la interdependencia de sus partes. La actividad de los sistemas supone un proceso llamado transacción: la interacción simultánea y recíprocamente dependiente entre componentes múltiples. Otro aspecto importante de los sistemas complejos es su naturaleza intrínsecamente dinámica. Sus formas no son estructuras rígidas, sino manifestaciones flexibles y sin embargo estables de sus procesos subyacentes.

 El pensamiento integral es un pensamiento de procesos, en donde la forma se asocia con el proceso, y la interrelación reciproca con la interacción y los opuestos se unifican a través de la oscilación. Las operaciones mecánicas tienen lugar en todo el mundo viviente.

 Una descripción reduccionista de los organismos puede ser útil y en ciertos casos incluso necesaria pero es peligrosa cuando se la toma por una explicación completa, por lo tanto, reduccionismo y holismo, el análisis y la síntesis, deben de ser enfoques complementarios.

 En el mundo de hoy, hay una serie de máquinas cibernéticas que exhiben varias propiedades típicas de los organismos, de suerte que la distinción entre una máquina y un organismo se hace muy sutil. La primera diferencia obvia, es que las máquinas se construyen, mientras que los organismos crecen, y esta diferencia fundamental nos indica que la comprensión de un organismo debe orientarse hacia los procesos. Por ejemplo: las células tienen que comprenderse desde el punto de vista de los procesos que reflejan la organización dinámica del sistema.

 Un organismo viviente (ya sea un sistema social o un ecosistema) es un organismo que se organiza a si mismo. Es decir, el orden de su estructura y de sus funciones no le es impuesto por el ambiente, sino que es determinado por el mismo sistema. Y los sistemas que se organizan a si mismos, tienen un cierto grado de autonomía; por ejemplo, tienden a establecer sus dimensiones según sus principios de organización internos que no dependen de las influencias ambientales. Esto no significa que los sistemas vivos estén aislados de su entorno, muy por el contrario, constantemente establecen interacciones con él, pero esta interacción no determina su organización.

 Es importante comprender que el nuevo paradigma resulta más comprensible a los individuos y a las pequeñas comunidades que a las grandes instituciones sociales y académicas, que suelen estar limitadas por el pensamiento cartesiano. Ello se lograría a través de una nueva estructura en el sistema de información y educación, de manera que los nuevos conocimientos puedan presentarse, debatirse y difundirse por los medios masivos de comunicación. Y no estamos lejos de ello……pero mientras sobreviene la transformación, es inevitable que la cultura en decadencia se niegue a cambiar.

 Las instituciones sociales dominantes, se niegan a su vez a ceder el papel de protagonistas a las nuevas fuerzas culturales. Pero es ineludible que caigan y se desintegren…y cuando ello suceda…nuevas propiedades emergentes de carácter global asumirán el papel de protagonistas. Para finalizar, solo unas breves palabras.

 El presente hipertexto, lleva un mensaje esperanzador sustentado las ideas del pensamiento complejo, que a su ves se nutre de la teoría de sistemas, el campo unificado, la mecánica cuántica etc., esto nos alienta a ver que un nuevo cambio evolutivo de gran magnitud es necesario que suceda por lo que sostenemos que el actual enfoque de sistemas complejos mucho tendrá que ver en ello.

ESQUEMA QUE SINTETIZA EL ENSAYO

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• CAPRA, Fritjof; La trama de la vida. Anagrama, Madrid, 1996.

• CAPRA, Fritjof. El Punto Crucial. anagrama. Editorial Troquel S. A., argentina. 1992.

• NEWTON, Isaac. El sistema del mundo. Madrid, Alianza Editorial, Madrid, 1983.

• NEWTON, Isaac. Óptica o Tratado de las reflexiones, refracciones, inflexiones y colores de la luz. Edición de Carlos Solís. Madrid, Alfaguara, 1977.

• J.W.GOETHE, Esbozo de una teoría de los colores, en Obras Completas, tomo I. Aguilar, Madrid, 1974.

• MORIN, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona, Gedisa Editorial, 1998.

• MORIN, Edgar. Epistemología de la Complejidad. En Gazeta de Antropología, 2004, París.

LINKOGRAFÍA

• http://www.pensamientocomplejo.com.ar

• http://www.albertomontbrun.com.ar

• http://www.scribd.com

• http://www.ucm.es

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