Ensayo amor

Amor

Introducción:

En un banquete, de Platón, dijo una vez Sócrates:

El hombre que practique los misterios del amor entrará en contacto no con un

reflejo, sino con la verdad en sí. No hay mejor ayuda que el amor para alcanzar esta

bendición de la naturaleza.

Realmente no sabemos qué es el amor, queremos creer que sí, pero no lo

sabemos. Hemos leído historias sobre él, escuchamos canciones sobre él, vemos

películas sobre él pero aún no nos hemos acercado a experimentar el verdadero

amor.

Cuando Sócrates dijo esto no se refería al amor que conocemos. El amor que

conocemos no es más que pura necesidad biológica, depende de la química y las

hormonas por completo. El amor que conocemos no es mas que simple deseo.

El amor, el verdadero amor, al que se refiere Sócrates y aquel que se puede

convertir en un contacto con la propia verdad es algo que surge de la conciencia, no

surge del cuerpo, sino de lo profundo del ser.

El deseo surge del cuerpo, el amor surge de la conciencia. Pero nosotros

desconocemos nuestra conciencia y de esta manera se genera el malentendido,

confundimos deseo carnal con el amor.

Muy pocas personas en el mundo han conocido al amor. Son esas las personas

que han entrado en contacto con lo más profundo de su alma. De esta manera, el

amor no se convierte en una relación sino en un estado del ser. Estas personas no

importa a donde vayan, no importa con quien vayan, están amando, porque son amor.

El amor que conocemos está dirigido hacia alguien. Pero el amor verdadero no es

un fenómeno que se pueda establecer. El amor no se puede encerrar en los puños,

así como viene se va. De hecho, si intentamos encerrarlo lo matamos.

Tesis:

Primero definamos algunas cualidades del amor auténtico y del falso amor:

El amor es un compartir. El amor conoce el dar y nunca pide a cambio nada,

comparte sin condiciones.

Tenemos una idea errónea del término amor. El amor que conocemos es una

máscara donde se ocultan otras cosas. El amor que conocemos es una demanda, es

un pedir infinito.

El amor que conocemos es muy pretencioso, está lleno de expectativas, ilusiones,

sueños, es enfermizo. El amor que conocemos alimenta al ego, no al ser real, sino al

falso yo. El amor auténtico alimenta al alma.

Compartir lo que tenemos, compartir y disfrutar el hecho de hacerlo, eso hace el

amor auténtico. No lo hace como un deber. Tampoco intenta complacer al otro, se

hace simplemente para complacerse a uno mismo si es recibido el amor.

El amor al que se refiere Sócrates no espera ser recompensado, no espera que le

hagan una fiesta, o incluso que le den las gracias. No se puede frustar el amor

auténtico, porque este no tiene expectativas, carece completamente de ellas. En

cambio, al falso amor no se le puede llenar nunca, está lleno hasta al tope de

expectativas, creando así frustraciones

En verdad deberíamos de adorar la simple idea del amor, deberíamos servir y

hacer de todo por amor. En la actualidad lo que hacemos es adorar al amante,

servimos y hacemos de todo por el amante, apegándonos, volviéndonos

dependientes y fríos.

Pero si empezamos a adorar al amor nos damos cuenta de que el amante es solo

una de las millones de formas del amor. El amor puede ser una flor, una tarde, la luna,

el sol, un hijo, una madre, una canción, todas son formas del amor.

Pero en la actualidad nos apegamos a una sola forma, al amante y nos volvemos

siervos del amante, cuando el amante es solo una pequeña forma del amor, que es

lo más grande.

Tenemos que servir al amor a través del amante, sin dependencias, sin apegos, ni

miedos. El falso amor, el que conocemos, no es más que otro nombre para la

dependencia, en cambio el amor auténtico es muy independiente.

El amor hace a uno investigar, meditar en él, experimentar. El amor es el mayor

experimento

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