Ensayo sobre el tiempo

El Tiempo:

“El tiempo no es precioso para nada, porque es una ilusión. Lo que tu percibes como precioso no es el tiempo, sino el punto que está fuera de tiempo: el ahora. Eso es precioso. Entre más te concentres en el tiempo --pasado y futuro-- más pierdes del ahora, la cosa más preciosa que hay.” –Eckhart Tolle.

“Voy a guardar intacto el recuerdo de este instante porque todo lo que existe ahora mismo nunca volverá a ser igual” –José Emilio Pacheco (en Las batallas en el desierto)

Me estoy empezando a dar cuenta que la vida pasa más rápido de lo que puedo seguirle el paso. Conforme voy creciendo, me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo cuando hago algo que disfruto, al igual de como el tiempo no pasa cuando estoy haciendo algo que no me gusta hacer.

El tiempo nunca está del lado de nadie, entre hagas más cosas que disfrutas en la vida, más rápido se va el tiempo. Si lo que haces es algo que no disfrutas, la percepción del tiempo empieza a cambiar y volverse lenta.

Sé que es pesimista pensar mucho sobre el tiempo, pero me encuentro constantemente pensando sobre mi futuro, donde estaré cuando acabe la universidad, dentro de 10 años, si seguiré hablando con las mismas personas con las que hablo hoy.

Me he obsesionado con el hecho que no importa lo que haga, si lo disfruto o no, el tiempo se está acabando constantemente, y eso me asusta.

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Eckhart Tolle, un escritor espiritual nos dice que el tiempo no es precioso para nada, que este no es más que una ilusión. Lo que percibimos como precioso no es el tiempo, sino el punto que está fuera de tiempo: el ahora. Eso es lo precioso. Entre más nos concentramos en el tiempo –pasado y futuro– más nos perdemos del ahora, que es la cosa más preciosa que hay.

Sería fácil decir que la clave para disfrutar en su plenitud el tiempo, es concentrarme en el presente, mantenerme aquí y ahora en todo momento, tratar de vivir todos los días como si fuera una elección deliberada el haber regresado específicamente a este día para poder vivirlo como si fuera el último día de mi vida. Sin embargo, de esta manera me quedaría perdida en el presente, llegaría a un punto donde mi pasado, presente y futuro se volverían uno mismo. Es por esto que también debo valorar el pasado,    

Tiempo 1

Me parece que no existe cosa alguna más relativa que el tiempo. El tiempo puede ser tu mejor amigo o tu peor pesadilla, la misma cantidad de segundos o minutos pueden ser inmensamente diferentes según la percepción de cada quien. Noto lo rápido que pasa el tiempo cuando hago algo que disfruto, cuando el tiempo pareciera nunca ser suficiente, al igual de como este parece no acabar jamás cuando hago algo que no gozo.

A pesar de ello, conforme voy creciendo el tiempo parece ir más y más rápido sin importar lo que haga, el tiempo corre mientras yo trato de seguirle el paso entre tareas, obligaciones, pasatiempos y responsabilidades, y cuando me doy cuenta, el tiempo ya se fue, ya quedó perdido.

No obstante, no es el tiempo lo que se pierde, sino uno mismo, William Carlos Williams dice que “el tiempo es una tormenta en la que estamos todos perdidos”. Usar una tormenta como analogía es bastante adecuado, ya que el tiempo es algo que queda fuera de nuestro control, constantemente me encuentro perdida anhelando momentos que ya quedaron en el pasado o estoy fantaseando con el futuro, sin darme cuenta que durante estos momentos que estoy fuera de la realidad, ya perdí el único tiempo que es considerado como real: el presente.

Si bien es cierto que solamente podemos vivir en un momento en el tiempo, en el presente, sería irrealista decir que el pasado y el futuro no existen, que son solo una ilusión. El pasado es gran parte de nuestra vida, porque es nuestra historia, el pasado está presente en el ahora porque siempre llevo conmigo mi historia, lo que he aprendido, siempre llegan momentos en mi vida donde me tengo que preguntar ¿Hago lo que ya conozco? O ¿Doy un paso adelante, me aventuro hacia lo desconocido? Es difícil no estar asechada por mi pasado, porque mi historia es lo que me define, lo que me guía. La historia siempre sale a la luz, una y otra vez, entonces tengo que recordar que a veces, la historia más importante, es la que estoy haciendo hoy.

Por otro lado, está el futuro, me paso gran parte de mi vida pensando en el futuro, preocupándome y tratando de planearlo, de predecirlo. Como si averiguar de alguna manera lo que me espera fuera a amortiguar el golpe de las sorpresas que tiene el futuro. Pero este siempre está cambiando, el futuro es la casa de mis miedos más profundos y mis más grandes sueños, solo una cosa tengo por segura: cuando por fin se revele, el futuro nunca es como lo hubiera esperado.

Pensando en errores del pasado, y en infinidades de posibilidades en el futuro, lo único que me queda es la ansiedad del presente de no saber qué es lo que viene, que al final es una ansiedad sin sentido, porque toda la preocupación, el hacer planes para cosas que podrían o no pasar solo lo empeoran. Así que la solución sería hacer las pequeñas cosas que disfruto en el presente, aunque estas hagan que el tiempo se vaya más rápido, porque la única cura a la paranoia del futuro es estar aquí, como soy, en este momento que vivo del tiempo.

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