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Esfuerzo Y Sacrificio


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2012  •  757 Palabras (4 Páginas)  •  478 Visitas

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Hay palabras que me dan buen rollito, otras en cambio me provocan una grima insoportable. Sacrificio y esfuerzo son palabras que pareciendo similares me inspiran éstos sentimientos contrapuestos.

Me explico, esfuerzo es un trabajo que comprende y practica cualquier adulto sano, entendiendo que el esfuerzo es una inversión, una inversión que lleva ineludiblemente implícita una recompensa o esperanza de ella. Por añadidura el beneficio del esfuerzo debe ser mayor que el mismo, al menos para quien lo práctica, pues de otra manera no merece la pena, de otra manera es un sacrificio.

En oposición, el sacrificio es vacuo, es una tortura sin objetivo, la sublimación del sufrimiento, es soportar lo insoportable sin el consuelo de un fin. El sacrificio tiene a su vez dos vertientes: La que encuentra el goce en el dolor, es decir , la enferma y la que tolera el sufrimiento con dolor pensando que éste comportamiento lo hace ser mejor persona, es decir, la enferma.

Quizá un ejemplo ilustre mi visión. Si decido ayunar un par de días y dedicar el gasto que hubiera acometido al alimentarme a una causa que considero noble, o a una persona que lo necesita; estamos hablando de un esfuerzo. Si en cambio práctico el ayuno con el fin de pasar hambre, esta vez hablamos de un sacrificio.

Yendo quizá más allá, evitar el placer sin un objetivo es también un sacrificio.

Ciertas religiones subliman el sacrificio, el padecer, el dolor sin sentido. Incluso se atreven a condenar el placer. Definen el sacrificio como algo agradable a los dioses, que de hecho se puede encomendar a los mismos para conseguir puntos en nuestra futura vida en el más allá.

A estas alturas me pregunto, ¿que enrevesado cerebro decidió que el malestar era agradable a los dioses?, ¿no sería más lógico pensar que para dios sería más grata la ofrenda de nuestros momentos de felicidad?.

Tiendo a ser mal pensada, ese cerebro era más maquiavélico que enrevesado. Ese cerebro pensó: Para conservar mi bienestar y privilegios a las costillas de éstos infelices, lo mejor es venderles resignación y sacrificios como ofrendas en aras de su futuro en el cielo, pues como se me revelen se me acaba el chollo.

Y así fue, por los siglos de los siglos y en pleno XXI, señores la fórmula funciona.

De alguna manera vender parcelas en el cielo, con el sacrificio como moneda de cambio, es un intento de dotar de sentido al sacrificio, de convertirlo en esfuerzo.

Alguien me dirá, ¿y si el sacrificio es inevitable?, personalmente creo que no existen sacrificios inevitables, existen personas resignadas.

Me explico, si sufres, si tu vida carece

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