“Evidencia y prueba (¿Te consta?)”

El siguiente ensayo retomará las ideas del profesor José Castillo Farreras en su ensayo titulado “Evidencia y prueba (¿Te consta?)”.

Este ensayo del profesor Castillo trata de la importancia y veracidad de la respuesta de una persona ante una acusación.

Como bien nos nombra el profesor, el hecho de preguntarle a alguien si realmente le consta el haber hecho ya no forma parte de una evidencia, al menos no dentro del país este tipo de proceso ha quedado fuera de lo que podríamos llamarle evidencia.

Pero, ¿qué es una evidencia?; bueno como nos muestra el ensayo del profesor, la palabra “evidencia” viene del inglés “evidence” que traducida al español significa prueba, por esto mismo nos resulta confuso el hecho de que en el país no sea como tal una prueba. En realidad, las dos palabras no comparten el mismo significado, aunque se llegue a traducir evidencia como prueba.

En “lo evidente es lo que está a la vista, lo perceptible con la vista; lo manifiesto es lo que está al alcance de la mano y lo perceptible con el tacto” podemos darnos cuenta que al decir que nos consta algo no siempre será ni de forma evidente o manifiesta, por lo que se excluye de forma jurídica a ser una “evidencia”.

Hay un ejemplo del ensayo del profesor que me gustaría retomar el cual es el siguiente, “Tal vez el “Apóstol desconfiado”, Santo Tomás, “el único de los discípulos que se negó a creer que el Señor hubiera resucitado de entre los muertos hasta no tener una prueba tangible de ello”, nos explica que no siempre cuando después de un proceso nos consta algo, signifiqué que realmente nos conste, en este caso el Apóstol tenía una gran razón para dudar, ya que este hecho era algo sobrenatural. Entonces, en conclusión, aunque nos conste algo siempre se deberá averiguarlo, averiguar si realmente se puede constatar.

El problema de este proceso es cuando se crea un “chisme” sobre su conducta y se le sorprende a esta persona realizando aquel rumor, y como nos explica el profesor “Los sucesos, en tanto que hechos pueden percibir con los sentidos, la moralidad no.” Esto quiere decir que muchas veces las personas que pueden llegar a constar algo alteran los sucesos haciéndolos tal vez a su conveniencia, pero que esto tal vez no se sepa, porque no podemos ver de manera tangible o manifiesta si esta persona ésta diciendo la verdad o ésta mintiendo.

Para una mejor comprensión del tema se tiene que recurrir al Derecho Romano para comprender la diferencia entre evidencia y prueba, porque nuestro Sistema Jurídico se basa en este y no en el Derecho Norteamericano.

Generalidades ^[1]

 La mayor parte de los profesionalistas consideran como un medio probatorio a lo denominado:

Indicios, presunciones o circunstancias con el fin de precisar la esencia y alcance de lo que le pretende significar con tales nombres.
Haremos algunas consideraciones acudiendo fundamentalmente a la Doctrina:

En el Derecho Romano la Ley Carolina (época de Carlo Magno) contenían normas dirigidas a los jueces para averiguar los indicios y aprovecharlos. Se autorizó el uso de tormentos (tortura) para obtener información pues no basto una simple presunción. Era importante su legitimidad y débil comprobación.

Si buscamos el término evidencia basándonos en nuestra ley encontramos lo siguiente:

Evidencia:

Evidencia este concepto lo podemos encontrar en el Código de Procedimientos Penales para el Ciudad de México del Título 2°, Sección 2ª.

Con este término se denominan todos los elementos físicos, indicios o vestigios del hecho delictuoso, así como las circunstancias, objetos o productos del delito, es responsabilidad directa de los servidores públicos que entren en contacto con ellos.

Con lo que podemos definir que la evidencia es un término que se usa en el Derecho Penal que denomina a todos los elementos, ya sean, físicos, químicos, biológicos o de cualquier otra especie que en cualquier caso y bajo cualquier circunstancia demuestren la comisión o realización de un delito.

...