FUNCIONES SOCIALES E INSTITUCIONES SOCIALES

FUNCIONES SOCIALES E INSTITUCIONES SOCIALES

RESUMEN

En algún aspecto, cada sociedades distinta de las demás sociedades, igual que alguna de estas e igual que todas. El hecho de que las culturas del mundo sean tan numerosas y diversas, no debe desvirtuar la realidad de que la vida social tiene muchos rasgos universales. Todas las sociedades, para continuar existiendo, tienen que desempeñar ciertas funciones. Cada sociedad ha de contar con acuerdos sociales para satisfacer estas necesidades básicas; pero la forma y el contenido de las estructuras sociales específicas pueden variar de una sociedad a otra.

FUNCIONES SOCIALES UNIVERSALES

Cada sociedad humana tiene que contar con algún arreglo social que provea las cinco funciones básicas necesarias para la supervivencia:

1. Renovación de la población.
2. Socialización  de la nueva población.
3. Conservación del sentimiento de finalidad.
4. Producción y distribución de bienes y servicios.
5. Mantenimiento del orden.

Renovación de la población:

De sobra se sabe que la reproducción sexual no es el único método de incorporar nuevos miembros a una sociedad. La anexión de territorios, la compra de esclavos y la inmigración son medios de aumentar la población (cada uno de estos tres modos de expansión demográfica ha ocurrido en los Estados Unidos durante el curso de su historia). En teoría, sería posible que la sociedad cubriera los puestos que sus miembros fallecidos han dejado vacantes, con sustitutos conseguidos de una o más de estas tres maneras entre las personas nacidas en estas sociedades.

Muchas personas creen que la actividad reproductora es solo un fenómeno biológico natural. En realidad, los tipos de conducta de los seres humanos cuando propagan su especie, como su comportamiento en cualquier otra esfera de la vida social, se forjan y modifican en la cultura a través de la cual se han socializado. No existe sociedad que no tenga un conjunto de normas para regular la reproducción. Cada cultura contiene algún sistema de prohibiciones, expectaciones y recompensas relativos a quienes deben tener hijos y las circunstancias que deben acompañar a la reproducción.

Socialización:

En cualquier sociedad viva ha de haber alguna estructura que tenga como función o consecuencia la enseñanza de los miembros nuevos. Si alguna organización social no desempeñara la función de socializar a los nuevos miembros de una sociedad, esta dejaría de existir y su cultura se perdería.

La socialización se realiza tanto formal como informalmente: asistir a la escuela es parte del proceso de socialización; pero también lo es ir al cine, o escuchar por casualidad una conversación en que se critica a alguien y aprender de ese modo que puede evitarse la crítica procurando no caer en el comportamiento de la persona objeto de ella. La socialización es un proceso continuo: cuando, a la edad de ochenta y dos años, una persona aprende algo nuevo sobre como conducirse en sociedad, sigue socializándose. La socialización es acumulativa: aprender a reconocer las letras del alfabeto sirve de base para aprender a comprender palabras escritas, y leer palabras escritas nos permite aprender otras cosas más. Cada vez que solicitamos de alguien que nos facilite información nueva expuesta en función de lo que ya conocemos –a que sabe una cosa, que sensación produce al tacto, a que se asemeja-, demostramos el carácter acumulativo de la socialización.

Sentido de finalidad:

La mayor parte del tiempo y del esfuerzo invertidos en socializar a los neófitos, sobre todo a los jóvenes, se dedica a enseñarles las creencias y objetivos de la sociedad, incluida la idea de que estos son buenos y que bien merecen que se los practique y defienda. Pero hay una función más que debe realizarse de manera universal: las sociedades deben inculcar a sus miembros, de algún modo, la convicción de que la vida es digna de vivirse y de que vale la pena a hacerlo. En otras palabras, hay que inspirarles un sentimiento de significación; hay que persuadirlos de que adaptarse a las estructura social – ajustar la conducta a las pautas de la cultura-, según se les ha explicado, merece el esfuerzo. Es evidente que una sociedad no podría seguir existiendo si todos los miembros decidieran que era mejor desistir que continuar.

Producción y distribución de bienes y servicios:  

No existe sociedad alguna que no disponga de acuerdo social para dividir el trabajo. La realidad de que los nuevos miembros nacidos dentro de una sociedad son incapaces, al principio, de proveer a sus propias necesidades exige de por si tal arreglo para que la sociedad sobreviva.  La estructura económica y el conjunto de valores que gobiernan las sociedades varían de manera radical de una sociedad a otra, pero en todas partes las personas disponen de algún grupo de normas que ordena sus actividades para que se cumpla la función de producir y distribuir bienes y servicios.

Mantenimiento del orden:

Hemos visto ya que una sociedad, como requisito imprescindible de supervivencia, tiene que reproducir miembros nuevos, socializarlos, imbuirlos de un sentimiento continuo de propósito y garantizar su bienestar biológico disponiendo lo adecuado para la producción y distribución de bienes y servicios. Ha de haber dentro de la sociedad alguna estructura que se responsabilice de mantener el orden. Para que la sociedad subsista, dos facetas del orden son esenciales: no debe destruirse desde dentro ni debe permitir que otra sociedad la destruya desde fuera. Los valores y las normas que sirven para ordenar internamente una sociedad se hacen cumplir mediante sanciones formales e informales: la continuidad de aquella exige como condición cierto grado de obediencia. La sociedad que llegara a la etapa en que la mayoría de sus miembros incumplieran las reglas básicas, estaría sentenciada a la desaparición.

Es necesario que una sociedad se proteja del ataque externo. Esto es casi indiscutible: hay casos históricos de sociedades que perecieron por haber sido incapaces de mantener un orden que les permitiera resistir las presiones o ataques provenientes del exterior.

La telaraña de las funciones sociales

Cada una de estas cinco funciones sociales importantes y universales se correlaciona estrechamente con las demás; ninguna está separada de las otras. Si no se desempeña cualquiera de estas funciones, la sociedad –y por consiguiente todas las demás funciones-sucumbirá.

...