Felicidad Aristóteles

FELICIDAD

ANÁLISIS DE PROBLEMÁTICA ACTUAL

INSTITUTO UNIVERSITARIO CARL ROGERS

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA

CLAUDINET ADONIS ZEPEDA MUÑOZ

2º B PSICOLOGÍA EJECUTIVO MIXTO

PROF: VALENTÍN PINEDA GOMES

INTRODUCCIÓN

¿Qué es la felicidad?

Es una pregunta que nos rodea la mayor parte de nuestra vida y a pesar de no estar completamente seguros, vivimos en busca de ella, para muchos son los bienes materiales, excesos, placeres, el amor, aunque sin duda para otros causa angustia, ya que la sienten inalcanzable; creemos que es un requisito y nos la exigimos, muchas personas son egoístas en tratar de encontrarla, pensando solo en ellos, pasando por encima de personas, leyes, sin importar dañar a los demás, se quiere ser feliz a costa de todo, a veces, hasta de nosotros mismos, sin comprender lo que es, o damos por hecho que solo es un estado de ánimo, donde si no hay risas no se es feliz.

Los griegos pensaban que era el fin de todos nuestros actos, el bien supremo al que aspira todo hombre al alcanzar la plenitud y esta era la posibilidad de realizarse en paz interior o autonomía en independencia plena.

cada persona posee una respuesta, una definición de felicidad diferente, y es precisamente esa disparidad de opiniones ante una cuestión tan trascendental en la existencia del ser humano una de las razones de la aparición de la ética en la antigua Grecia.

Aristóteles fue el primer filósofo que se concentró de manera más sistemática en analizar la felicidad. Estaba convencido de que obrar bien, llevar una vida virtuosa y ética, era condición imprescindible para ser feliz.

La felicidad depende de nosotros mismos”. Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.)

En la etimología de la palabra feliz Del latín felicitas proviene la palabra felicidad y tenemos dos focos romanos que hablaron de ella. Por un lado, aparece relacionada a la fortuna, al placer y al buen destino, según palabras de Cicerón (S. I a.C.).  Mientras que, Plinio, 200 años después, la asocia con la fertilidad.

Del término se desprende el adjetivo félix, cuyo significado originario fue “fecundo”, “fértil”, “productivo”, “fructífero”… La felicidad entonces pareciera ser un atributo de aquel afortunado que logra ir de la mano con el destino volviéndose fructífero.

Filosóficamente, el ser humano se vuelve fecundo cuando madura, cuando los resultados de sus acciones sirven a sí mismo, al entorno en el que vive y a la naturaleza en general, respetando sus leyes. La felicidad y el servicio van de la mano. Nadie que persiga fines puramente egoístas podría, según el origen de la palabra, alcanzar la felicidad.

Aristóteles plantea que la persona feliz es aquella que vive en relación con hacer el bien, con balancear que es lo justo para sí mismo y para los otros, así desarrolla el concepto de virtud (sabiduría practica) cuya definición buscaba no eliminar los deseos, sino encauzarlos hacia un equilibrio entre los excesos y la prudencia, lo que quiere dar a entender es que el actuar del hombre debe estar regido por la prudencia que nos conduce a la virtud ética, junto con la justicia, por encima de las demás; Todas nuestras acciones llevan a un fin y se distinguen en dos clases según Aristóteles: Los que perseguimos por sí mismos y lo que seguimos en pro de otros fines.

LA FELICIDAD EN TIEMPOS ACTUALES

En inglés el término felicidad hace referencia a conceptos como alegría, satisfacción o estar bien, por lo que desde la tradición hedónica se acuñó el término de bienestar subjetivo como expresión científica para describir la evaluación que hace el individuo de su vida (Oishi, 2012).

Sin embargo, la búsqueda de ser feliz puede provocar situaciones negativas que hacen que las personas se sientan peor consigo mismas, al no cumplir con las expectativas tanto personales, como sociales; Los científicos explican que detrás de esta situación se esconde una búsqueda errónea para perseguir la idea de ser feliz, pues es un proceso desafiante e incluso puede sobrepasar a algunas personas llegando a un punto extremo de ansiedad, falta de ética y valores, para conseguirla.

La felicidad se le relaciona fuertemente con el dinero y nuestro acceso directo al consumo (hay que agregar que, en una sociedad capitalista como la nuestra, el consumo es desigual, generando más ansiedad en las personas) y adquisición de bienes o viajes, hay estudios que dicen que quien tiene más dinero es ligeramente más feliz que los que no lo tienen, por esto se dice que el dinero puede comprar la felicidad, el problema es que conforme va siendo más feliz, se va necesitado más dinero, entones es:

dinero = felicidad

viajes= felicidad

compras= felicidad

cabe destacar que solo se es levemente más feliz, y cada vez se necesita más, generando un hueco difícil de llenar puesto que solo es una sensación momentánea de satisfacción, ya que estas sensaciones se dan a corto plazo.

Dichos estudios también afirman que las personas que tienen relaciones sociales de calidad ya sean pareja, amigos o familia, son más felices, puesto que no solo son lazos afectivos, también son red de apoyo y contención en cuanto a seguridad emocional y fraterna, son fuente de motivación para un crecimiento en todos los sentidos; el dinero da satisfacciones y sí, me atrevo a asegurar que es una de las herramientas más necesarias para adquirir lo que necesitamos mas no lo es todo.

...