Filosofia Sócrates

1. Entre los textos más antiguos encontramos los que provienen de la literatura. En los poemas de la Iliada y la Odisea (Homero) o en el poema Los trabajos y los Días (Hesiodo). Si bien los primeros filósofos se ocupaban principalmente de la naturaleza y el orden del universo a ellos le debemos algunas de las bases para el posterior desarrollo de la Ética, como: Heraclito de Efeso y Democrito de Abdera.

2. Sócrates, en el siglo V a.C., fue el primer filósofo que se ocupo central y fundamentalmente de la ética. Para el, la filosofía es una actividad que se puede llevar a cabo durante toda la vida. Su realización exige estar en una determinada situación: quienes reflexionan deben poder discutir y analizar juntos los problemas que se proponen investigar. Concebía el filosofar como un ejercicio de discusión oral, Sócrates no escribió ningún libre. Sus discípulos lo hicieron, entre ellos el más reconocido Platón.

3. A. Sócrates parece entender que cualquier sujeto moral que sabe que es el bien, que conoce los valores que deben seguir nuestras acciones, necesariamente actúa bien. Para el saber algo implica haber encarnado esa enseñanza en nuestra propia vida; el conocimiento no es una proposición meramente teórica sino algo que se asienta y se desarrolla en nuestra praxis vital. Una real toma de conciencia de que mentir es malo, es lo que nos lleva a no hacerlo. Sócrates podría responder que en realidad cuando mentimos estamos poniendo en evidencia que no sabíamos cabalmente lo que es el bien, sino que teníamos un falso conocimiento de el.

B. Para Sócrates toda acción injusta, cada vez que obramos mal, implica que nos alejamos del bien y de lo justo; por lo tanto, quien obra mal, se hace en primer lugar un mal así mismo. Quien actúa mal resulta más perjudicado que quien padece ese mal. Por que el primero, aunque quiera ocultar su injusticia, siempre tendrá registro de esa mala acción. La culpa por el mal realizado es una enfermedad del alma. Todo ser sensato va a procurarse bienes y no males.

4. El método que caracterizo a la filosofía de Sócrates fue la mayéutica. Consistía en preguntar y ayudar a sus interlocutores a encontrar respuestas adecuadas a esas preguntas.

Sócrates tomaba las respuestas que le daban sus interlocutores y volvía formular preguntas en base a esas respuestas. Sócrates exigía ciertos elementos:

• Que los interlocutores comprendan bien, hablen el mismo idioma y se pongan de acuerdo acerca del sentido en que hablan de un concepto.
• Que los interlocutores se comprometan genuinamente con las respuestas. Que no respondieran con lo que escucharon por ahí o lo que se dice, sino que den como respuesta la que ellos consideran que es correcta y están dispuestos a defender argumentalmente.
• Que cada respuesta pueda ser retomada para hacer una nueva pregunta.
• Que en la medida en que aparezca un error en los dichos del interlocutor no haya una descalificación directa de la respuesta, sino que se propongan nuevas preguntas, para que el interlocutor se de cuenta de que esta equivocado. El darse cuenta del error en las propias creencias, produce una liberación (en griego Katharsis) es el momento negativo del método socrático (refutación), por que es el implica desarticular, descreer, rechazar aquello que creíamos saber.
• Que una vez abandonadas las creencia equivocadas, el interlocutor de a luz nuevos conceptos, a partir de nuevas preguntas de quien guía la reflexión.
• Es preciso buscar una definición de aquello que se discute: la virtud, la justicia, la valentía, la piedad etc.

5. Es preciso buscar una definición de aquello que se discute. Esta definición probablemente no llegue a formularse nunca de manera completa, por que las perspectivas de análisis de cada concepto cambian. Siempre es posible volver a cuestionarse. Según Sócrates llegar a la definición completa y acabada solo seria posible para los dioses. Los hombres incompletos y limitados tenemos que seguir buscando siempre respuestas. Sócrates admitió que quien se conoce a si mismo y se cuestiona constantemente esta en mejores condiciones morales y vitales que quienes no lo hacen.

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