Filosofía Maldad y Bondad

No es por naturaleza, es por voluntad

Existen diversas características como la razón, las emociones, los sentimientos, la voluntad, mismas que todos los seres humanos poseemos y nos permiten hacernos de una identidad. Esto significa entonces que, si poseemos la capacidad de pensar, inferir, cuestionar, poseemos también la de decidir entre cómo comportarnos y expresarnos. Siendo esta la voluntad.

De esta manera se puede llegar a la conclusión de que, si los seres humanos nos caracterizamos por ser racionales, a diferencia de los animales. También poseemos una conciencia, que está estrechamente ligada a la razón y la voluntad. Por lo que somos capaces de tomar decisiones de forma consciente, y guiada por la voluntad para poder elegir entre lo bueno y lo malo.

Desde hace mucho tiempo surgió la cuestión ¿el ser humano es bueno o malo por naturaleza? Y es por ello que surgen diversas teorías, posturas que tratan así de darle una respuesta. Entre esas diversas teorías destacan principalmente las que sostienen que el ser humanos es malo por naturaleza y otras que en contraparte sostiene la idea de que el ser humanos es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe.

Tomas Hobbes, (1588 – 1679), filósofo inglés quien tenía una teoría que afirmaba que el ser humano es malo por naturaleza, pues siempre privilegia su propio bien por encima del de los demás, y, en un estado salvaje, vive en medio de continuas confrontaciones y conspiraciones, cometiendo crueldades y actos violentos para asegurarse la supervivencia.

En base a lo anterior inferimos que los seres humanos somos egoístas, por un instinto de supervivencia que nos lleva a querer asegurar nuestro bienestar.

Sin embargo, después de analizar esto también se puede llegar a la conclusión de que no necesariamente sea así, pues el ser o no egoísta es algo que podemos decidir, evitar o cambiar. Es en pocas palabras cuestión de voluntad, cuestión de cómo se quiere ser.

Por otra parte:

Jean-Jacques Rousseau (1712- 1778), filósofo, escritos suizo, quien decía que “el hombre es bueno por naturaleza” y que es la sociedad la que lo corrompe.

¿Es el ser humano malo por naturaleza? Olmos Fierros Peraza (2014) “Una sociedad, principalmente capitalista, en la que cada individuo lucha por mantener sus privilegios y posesiones. Se trata de una sociedad en la que se enseña a las personas desde muy pequeñas a competir para obtener lo máximo posible, sin un objetivo claro más que el de acumular riquezas y privilegios”

Esto, es decir, que una persona es buena, pero se verá en la necesidad de imitar los comportamientos de las demás personas que sean parte de la sociedad en la que vive, de tal manera que se vea guiada a ser deshonesta y cometer malas acciones, que es a lo que se refiere cuando se habla de corromper.

Por otro lado, Karl – Marx (1818 – 1883) filósofo alemán afirmaba que “la forma de pensar del ser humano estaba determinada por factores externos, factores de la sociedad que determinaban la conciencia de las personas.”

Lo anterior nos lleva a reflexionar que nuestra conciencia que es la capacidad de conocer nuestra existencia misma y de poder determinar nuestras acciones se ve muy relacionada con los factores de nuestra vida en sociedad. Sin embargo, esto mismo no quiere decir que tengamos que imitar solamente los actos malos de las demás personas, sino que también podemos imitar las acciones y comportamientos buenos. Todo esto se puede decidir mediante el uso de nuestra conciencia y nuestra voluntad.

Al ser conscientes, podemos decidir por voluntad propia, todos y cada uno de nuestros actos. Es entonces la voluntad la capacidad de decidir con libertad qué hacer y qué no. Existe una diferencia entre voluntad y conciencia, pues la primera es la capacidad de decidir qué hacer y qué no hacer, libremente sin tener que consideras más aspecto que lo que nosotros deseamos, mientras que la conciencia si, nos permite determinar nuestras acciones, pero condicionándolas con otros aspectos, es decir, el ser consiente al tomar una decisión, implicaría por ejemplo decidir si lo que deseamos entra dentro de los parámetros de lo que es considerado bueno, o lo que es considerado malo. Una vez que se evalúa esto, es cuando se decide por voluntad si se quiere o no hacer.

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