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GRECIA La forma de vida de los griegos primitivos


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2018  •  Síntesis  •  2.508 Palabras (11 Páginas)  •  149 Visitas

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GRECIA

La forma de vida de los griegos primitivos

Las casas:

                  En los países meridionales la vida se desarrollaba más al aire libre que en los países nórdicos. Y el Ágora (mercado) era el lugar privilegiado para entablar conversaciones y discusiones, en el se desenvolvía la vida política. También las festividades, asambleas y espectáculos teatrales tenían al cielo por techo.

La casa era el refugio, donde artesanos y mujeres trabajaban, pero más que nada era un centro de convivencia. Las casas eran construcciones sin grandes pretensiones, con una pared lisa blanqueada, que más adelante empezara a ser revestida con estuco (masa de cal apagada y polvo de mármol). Las casas, de pequeño tamaño por lo general de un piso se aglutinaban en callejones, con  entradas estrechas y escazas ventanas. La luz penetraba en los aposentos desde el patio, ubicado en el centro de la vivienda. La mayoría de los ciudadanos poseía una casa propia.

El acceso al patio desde la calle se hacía por un porche, a ambos lados de este, había habitaciones menores que servían de talleres o dormitorios, y frente a la entrada estaba el “Andron”, una sala reservada solo para los hombres, que era utilizada para la recepción de visitas.  Junto a la sala de los hombres, o en el piso superior si la casa lo poseía, residía la señora con los niños y la servidumbre (Gineceo). Estas viviendas conservaban el antiguo tipo del Megarón, aunque variaban dependiendo la situación y los recursos económicos del dueño.

Hasta la época del Helenismo no aparecen casas caracterizadas por patios en la parte central rodeado por galerías de columnas (Peristilo) y por habitaciones traseras. Este tipo de casa se fue difundiendo recién en el siglo II y fue un estilo más predominante en Italia.  En las ciudades los jardines eran raros y se consideraba un lujo tenerlos por la costosa instalación de riego que se debía hacer.

Interiormente eran sencillas, mas tarde se mejoro en cuanto a su decoración y a la complejidad arquitectónica. Con paredes de ladrillos revocadas y pintadas imitando al mármol. El piso de tierra apisonada, solo en moradas ricas se podía encontrar suelos con mosaicos decorados con figuras geométricas. Durante la época de frio, se calentaban con braseros y el humo salía por el patio.

El ajuar (mobiliario de la casa) contaba con mesas pequeñas de tres patas que se transportaba con la comida servida, sillas con respaldos y brazos y un diván para comer. Arcas adornadas con metales servían de cómodas para guardar ropa. Los divanes (cline) principal adorno de la vivienda contaban con mullidas almohadas y mantas no solo eran utilizados para dormir, sino también para recostarse durante las comidas. Mujeres y niños se siguieron sentando a la mesa como siempre. Lámparas de aceite arcilla o metal alumbraban los ambientes.

Las comidas y bebidas:

                                        La familia comía de manera conjunta y por lo general solo dos veces al día. Con una fuerte preferencias por las carnes las mesas estaban conformadas de un modo muy variado, con pescado, diversas verduras y abundantes frutas.  Si había invitados varones, las mujeres y niños se retiraban a sus aposentos y la servidumbre debía quitar las sandalias a los huéspedes y lavarles los pies. Los platos de loza y desconocían tanto el cuchillo como el tenedor por esto solo usaban cucharas y para los alimentos sólidos las manos. Durante las comidas se limpiaban con miga de pan y agua y el vino era diluido con agua en la crátera y se lo servía en copas y bebía de manera moderada.

Al almuerzo (deipnon) le sucedía, después de ponerse el sol, el banquete (simposion). Se adornaban las cabezas, con incienso se perfumaba el ambiente y un presidente designado por elección o sorteo dirigía el banquete. Establecía el programa de la fiesta, dónde había cantos y juegos de sociedad.  Uno de los más populares era el (kottabos) que consistía en echar vino de una vasija a otra con mucha destreza y analizando la manera en que este caía se podía presagiar asuntos amorosos. Sin embargo era algo muy común las conversaciones más intelectuales, ya que se sentían más próximos a los dioses cuando en el banquete se hallaban coronados como ellos. Se compadecía melancólicamente de los muertos por no poder asistir a los banquetes.

Condición de la mujer

El hombre dedicado a los asuntos públicos, pasaba mucho tiempo alejado de su casa e hijos, ya que por encima de todo estaba el Estado y la política. La influencia de la mujer disminuyo y quedo recluida a la casa y limitada a la educación de los niños y la vigilancia de las esclavas, teniendo un papel insignificante en la sociedad. También sus hijas crecían en guardado retiro, y no se les permitía nunca mostrarse sin velo estando aun solteras. Era derecho exclusivo de los padres elegirle el marido que le conviniera.

La boda y los hijos:

                                 Con anterioridad a la boda se estipulaba un contrato en donde se establecía la dote y el ajuar. La fiesta iba acompañada por ceremonias religiosas y con sacrificios que iniciaban en la víspera. El día de la boda el banquete se llevaba a cabo en la casa del padre del novio.  Ya al atardecer los parientes y amigos acompañaban a la joven desposada a su nueva casa, cantando y alumbrando el camino con antorchas. Con una antorcha encendida en el hogar paterno se encendía el fuego en la nueva morada de los novios, quienes cruzaban el umbral acompañados de sus madres.  Al día siguiente se le daban los regalos a la recién casada y se la recibía en la confraternidad a la que pertenecía el marido, finalizando así la celebración con un banquete y más sacrificios.

Al nacer un hijo, el padre estaba en condiciones para reconocerlo o para exponerlo. La recepción del niño se realizaba en el hogar paterno con ceremonias religiosas, el recién nacido recibía regalos y el nombre.  Por lo general el griego poseía un solo nombre y para evitar confusiones podía agregarle el de su padre o el de su lugar de nacimiento.

La infancia de los niños griegos era acompañada por carritos y soldados de barro y el de las niñas por muñecas.  Jugaban a la pelota y a los dados. También ciertos animales como las tortugas o pájaros servían de solaz a los pequeños, develando el amor que tenían por los animales.  

Mientras las niñas estaban bajo la tutela de su madre hasta su boda, los niños eran puestos a los 6 o 7 años bajo la custodia de un esclavo de confianza instruido que lo acompañaba a la escuela. Su objetivo era controlar la conducta del pupilo, atender su comportamiento, su vestimenta y enseñarle todas las formas de trato social que exigiría más adelante su posición. El periodo de escolaridad era aproximadamente hasta los 16 años y el ideal educativo era la completa formación tanto física como espiritual. Las escuelas no contaban con mesas y los alumnos debían sostener en sus rodillas su papiro de lectura y el material para escribir. Por el arte de vasos pintados que perduraron hasta nuestros días se puede visualizar una idea de lo que era aquella enseñanza. Casi todas las clases sociales sabían leer, escribir y contar. Entre las disciplinas estaban la lectura, escritura y el cálculo enseñados por un maestro elemental; el canto y manejo de un instrumento de cuerda a cargo de un maestro de música. Se recogían pasajes de Homero y Hesiodo para la lectura, para el cálculo se empleaban tablas de madera cubiertas de cera. Las poesías liricas se recitaban al son de la cítara o la lira. La cítara se tocaba con un bastón de marfil u oro; la lira más antigua y pequeña se pulsaba con los dedos. El instrumento principal de viento era la flauta que en teatro acompañaba a los coros.

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