Galileo Y Ciencia
8 de Octubre de 2014
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3. GALILEO Y LA CIENCIA
Todo el mundo admite que el siglo XVII sufrió y llevó a cabo una revolución espiritual muy radical de la que la ciencia moderna es a la vez raíz y fruto. Tal revolución se puede describir de muy diversas maneras. Así, por ejemplo, algunos historiadores han situado su aspecto más característico en la secularización de la conciencia, en su alejamiento de objetivos trascendentales y su acercamiento a otros inmanentes; es decir, en la sustitución del interés por el otro mundo y la otra vida a favor de la preocupación por esta vida y este mundo. Algunos otros lo han situado en el descubrimiento que la conciencia humana hace de su subjetividad esencial y, por tanto, en la sustitución del objetivismo de medievales y antiguos por el subjetivismo de los modernos. Incluso otros lo han situado en el cambio de relaciones entre teoría y praxis, en el hecho de que el viejo ideal de la vita contemplativa cediese su lugar a la vita activa. Mientras que el hombre medieval y antiguo tendía a la pura contemplación de la naturaleza y del ser, el moderno aspira a la dominación y señorío.17
3.1 Construcción de un pensamiento hegemónico: el modelo aristotélico-tomista.
Desde el génesis ciencia y filosofía se han tomado de la mano y han caminado simultáneamente, es verdad que en la antigüedad no existían instrumentos de observación, como tampoco el método experimental conocido por nosotros en la actualidad. Verdad también es, que ya figuraban fragmentos de ciencia empírica
17 KOYRÉ, Opt. Cit., p. 5.
en el pensamiento filosófico. Comenzaré ahora a citar un breve recorrido de Aristóteles a Galileo con el fin de ubicar el entorno científico en el que se encontraba el hombre de la torre inclinada para sus grandes descubrimientos.
Aristóteles elaboró un sin número de investigaciones en un amplio campo de cuestiones científicas, con ello consiguió resultados que han servido de cimientos al conocimiento, aunque es menester precisar que muchas de sus aportaciones dejan mucho que desear. Sin embargo, los medievales no tuvieron ningún problema con ello y decidieron tomar de Aristóteles hasta sus mismos errores, para la elaboración de nuevas teorías que inquietaron el intelecto de los hombres ilustres, dicho de otro modo, el error fue el impulso para una nueva ciencia. Renacer es ignorar la mala interpretación de la antigüedad para la elaboración de la verdadera ciencia. ¿Qué habría que retomar de los antiguos? Sin duda su majestuoso orden de pensamiento, ciencias como la lógica, las matemáticas y los múltiples esfuerzos de ciencias naturales. La siguiente cuestión será: ¿Cómo acceder a los antiguos cuando está de por medio una época tan hegemónica como lo fue la Medieval? Primero: el Gran Imperio Romano fue el primer filtro por el que pasó el pensamiento antiguo, dentro de él hubo grandes avances en cuanto al derecho, las letras y la técnica pero el progreso de la ciencia fue muy lacónico. A la caída del impero la Europa quedó muda durante un considerable periodo de tiempo, no sólo en lo ya cultivado por los romanos sino de igual manera en los ámbitos cultural y científico.
La Grecia antigua no estaba muerta sino que es recuperada por los helenos y los árabes. En especial la cultura árabe que tuvo su auge entre los años 800 y 1100, sirvió de nexo entre la época antigua y la época moderna. Los medievales no desaprovecharon la oportunidad de tomar para sus teorías las obras antiguas recuperadas por los árabes quienes las tradujeron y asimilaron haciendo posible la transmisión del conocimiento antiguo. Ellos tradujeron obras como son los Elementos de Euclides y el Almagesto de Tolomeo, transmitieron con ello las matemáticas y la astronomía griegas aportándoles nuevas ideas. Thomas Kuhn dice al respecto: Los científicos árabes comenzaron la reconstrucción de la ciencia
antigua traduciendo al árabe las versiones siriacas de los textos griegos, para aportar en épocas posteriores sus propias contribuciones. Las matemáticas, la química y la óptica progresaron de forma fundamental gracias a sus trabajos originales. En astronomía aportaron a un mismo tiempo nuevas observaciones y nuevas técnicas para calcular las posiciones de los planetas. Sin embargo, fueron escasas las ocasiones en que los árabes se mostraron radicalmente innovadores en el dominio de la teoría científica. En particular, su astronomía se desarrolló casi de forma exclusiva en el marco de la tradición técnica y cosmológica de la antigüedad clásica.18 Las traducciones posteriores fueron al latín, lo que permitió a los medievales adentrarse en el estudio de los antiguos. Entre 1125 y 1280 se tradujeron al latín textos de Aristóteles, Euclides, Tolomeo, de los médicos griegos, de Avicena, de Averroes, de los astrónomos y matemáticos árabes.19
Los siglos IX y X fueron muy importantes ya que la Europa cristiana rescató el interés por la cultura teniendo como sedes del conocimiento los monasterios y las escuelas catedralicias, desde luego que más tarde no fueros estas suficientes, lo que permitió la apertura de las primeras universidades como fueron: Bolonia, París, Oxford y Cambridge; cito nuevamente a Kuhn: Los europeos redescubrieron el saber antiguo recuperado por el Islam durante el periodo de reconquista generalizada que tanto iba a modificar el talante de la Europa de finales de la Edad Media con respecto al que poseía durante los primeros siglos de la misma. Iniciando lentamente a partir del siglo X para alcanzar su punto culmínate en lo que ahora conocemos como el Renacimiento del siglo XII, el ritmo de la vida europea tuvo un incremento progresivo desde todos los puntos de vista.20
Dentro de la ciencia medieval la Teología ocupaba el primer lugar en jerarquía, pero ya se encontraban abiertas las facultades de medicina y de derecho que gozaban de un propedéutico, allí se les enseñaba a los estudiantes filosofía y algunas pinceladas de ciencia que comprendía conocimientos de matemáticas y
18 KUHN Thomas, La Revolución Copernicana, Edit. Ariel, España, 1996. p. 145.
19 La civilización islámica es importante ante todo porque conservó y reprodujo abundantemente los documentos de la ciencia griega que más tarde utilizarían los sabios europeos. La cristiandad redescubrió el saber antiguo, por encima de todo gracias a los árabes.
20 Ibíd.
astronomía. El redescubrimiento de la antigua astronomía formó parte de la amplia reforma de la ciencia y de la filosofía del mundo antiguo. Las primeras tablas astronómicas empleadas por los europeos fueron importadas de Toledo en el siglo XI.21 Como ya es sabido por todos la tarea medieval fue la elaboración de una síntesis, teniendo como tesis la tradición antigua, los aportes árabes y los judíos, y estos enfrentados a su vez a la antítesis de la teología cristiana que era el único saber perfecto, dadora rigor científico a cualquier nueva teoría. El siglo XIII está marcado por la traducción al latín de las obras aristotélicas. Un nombre digno de mencionar es el del canciller de Oxford Robert Grosseteste cuya labor fue conseguir libros griegos e invitar sabios griegos del Imperio Bizantino a establecerse en Inglaterra para la traducción de las obras de los antiguos.
El siglo de oro de la época medieval lo encontró en el siglo XIII con Alberto Magno y Tomás de Aquino su discípulo. A Alberto Magno se le atribuye trabajo enciclopédico sobre ciencias naturales que sintetizaban elementos aristotélicos, judíos y árabes. Tomas de Aquino por su parte elaboró una síntesis teológica en la que adopta a la filosofía como sierva de sus argumentos. A él se le deben comentarios acerca de los estudios aristotélicos sobre la naturaleza pero no escribió nunca nada sobre ella.22
Entre sus comentarios acerca de la naturaleza advierte que: No es necesario que las hipótesis que ellos (los astrónomos) han puesto sean verdaderas: en efecto, aunque esas hipótesis permitan salvar los fenómenos observables, sin embargo no es necesario decir que son verdaderas porque quizá los fenómenos referentes a las estrellas se puedan explicar de algún otro modo que todavía no conocemos.23
El lado negativo de la ciencia medieval era su desprecio que tenía por las ciencias humanas y los conocimientos naturales, ya que éstos eran de gran peligro para sus exitosos milagros, por lo que tenían doctos encargados para este tipo de
21 Ibíd.
22 Cfr. ARTIAGAS Mariano, Filosofía de la Ciencia, Edit. EUNSA. España, 2006. pp. 25-31.
23 TOMÁS DE AQUINO, In Aristotelis libros De caelo et mundo expositio, 1. II., lec. XVII. Edit. Marietti. Roma, 1952. p. 226.
investigaciones que naturalmente no podían rebasar el límite otorgado por la filosofía cristiana. Entonces el contexto científico se limitaba a algunas investigaciones anatómicas; algunos trabajos obscuros sobre química, geometría y álgebra que no fueron capaces de agotar los grandes que los árabes habían legado, misma suerte que tuvieron los tratados de los antiguos griegos quienes fueron escuetamente rumeados.24
En esta época la ciencia no era una rama independiente del saber, lo más importante era la mística, que no es otra cosa que, una especie de visión en donde Dios viene al hombre para darle a conocer los secretos de la naturaleza. El principal método para crear conocimiento provenía del murmullo de Dios, mientras que la ciencia experimental era vista como magia corriente y brujería, proveniente de entes demoniacos que buscaban distraer al hombre de su fin único: Dios. Ésta era la causa de terminar con las investigaciones científicas y restringirlas, dando serios castigos a aquellos que se atrevieran entrar en la investigación de esos campos de perdición. Pero
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