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Tradición medieval, Ilustración y liberalismo

El concepto de liberalismo ha desafiado hasta ahora todos los intentos de definición estricta. Los filósofos caen frecuentemente en definiciones ecuménicas que trazan la evolución de ciertas ideas o valores que pueden hacerse remontar al Renacimiento o incluso a la Grecia antigua. Algunos historiadores, en cambio, tienden a naufragar en la descripción de sus manifestaciones particulares en los diferentes países en los cuales se desarrollo. 1 Puesto que nuestro tema es la Ilustración y el liberalismo mexicanos en los años 1750-1830 y su relación con movimientos y corrientes de pensamiento afines, nos basta hacer algunas precisiones que nos permitan organizar nuestra reflexión.

Aun cuando sus contornos no sean muy precisos, se puede hablar de una corriente de pensamiento liberal que se inicia en el siglo XVII y sigue presente hasta nuestros días 2 En la época que vamos a estudiar, su idea fundamental es la visión del individuo como prioritario y más real que la sociedad y sus instituciones. También atribuye a éste, un valor moral superior al de la sociedad o cualquier grupo social

Los valores no forman parte del universo, como lo sostenían la filosofía aristotélica y el cristianismo medieval y tampoco pueden ser fijados por una autoridad religiosa o secular. Dependen en última instancia de las elecciones individuales. La libertad es, ante todo, libertad del control y la interferencia del Estado en la vida privada y de la Iglesia en el campo del pensamiento.

En materia de conocimiento, cuestiona cualquier verdad que no sea resultado de la experiencia ni pueda ser probada por medios lógicos o empíricos. De estos principios se desprenden la tolerancia religiosa y los derechos de las minorías. Para ser realizados en la sociedad, éstos deben ser fijados por reglas, costumbres e instituciones. El primer paso en esa dirección es limitar el poder y las funciones del Estado y la Iglesia. De ahí se derivan una serie de medidas: constituciones, división de poderes, elegibilidad de los gobernantes. Contra la autoridad de la iglesia católica, se esgrimen la reforma luterana, el deísmo y el ateísmo. Aun cuando el origen de esas ideas puede ser trazado al pasado más lejano, surge como visión de mundo coherente sólo en el siglo XVII, como reto a la cultura medieval y la escolástica. Ligados a los nombres de filósofos como Descartes, Hobbes, Locke, Spinoza, y científicos como Galileo y Newton, representan la aparición de una nueva relación del individuo con el mundo que lo rodea.

Los primeros movimientos políticos que se propusieron consagrar el derecho a la propiedad privada e instaurar, con base en ella, límites legales al poder del Estado, aparecieron en el mismo siglo, en las luchas ligadas al establecimiento de la república en Holanda (que por cierto proporcionó asilo a Descartes, Bayle, Locke y Spinoza) y la Glorious Revolution de 1688 en Inglaterra; pero en ellas, las motivaciones religiosas son aún muy fuertes y sus protagonistas nunca se llamaron a sí mismos liberales. En el resto de Europa continental y América Latina, esos movimientos sólo aparecieron y se difundieron en la primera mitad del siglo XIX, adquiriendo de inmediato formas y manifestaciones muy diversas.3 Como sucede en todas las grandes corrientes transformadoras, la relación entre las ideas y los movimientos es problemática. Desde el principio, la influencia de las circunstancias históricas, la fusión con otras ideologías (sobre todo el nacionalismo), las necesidades de la táctica política, impusieron a los movimientos y al nombre de liberalismo una gran variedad de contenidos.

Ahora estamos en condiciones de plantear el problema que da título a este trabajo: ¿Cuál es la relación que existe entre Ilustración y liberalismo? La Ilustración es un fenómeno de contornos mucho más precisos. En el siglo XVIII se produce una revolución cultural que extiende el racionalismo y el espíritu crítico a todos los ámbitos del pensamiento y la experiencia humana y que le da al siglo su nombre de “siglo de las luces". Sus contemporáneos la llamaron en los diferentes países de Europa: Ilustration, Aufkläring, Enlightment. Aun cuando más débil, el movimiento se difundió también en América. 4 La Ilustración se caracterizó más por el nuevo espíritu que logró difundir a la cultura que por la grandiosidad de sus descubrimientos. Su símbolo es la Encyclopedie, no las rupturas geniales de la obra de Bacon o el Discurso del método de Descartes del siglo anterior. Quizá su mejor definición es la que hace D'Alembert en 1758.5 Después de enumerar los grandes avances en la filosofía y la ciencia de los tres siglos anteriores, dice:

Todas estas causas han colaborado en la producción de una viva efervescencia de los espíritus. Esta efervescencia que se extiende por todas partes, ataca con violencia todo lo que se pone por delante, como una corriente que rompe sus diques. Todo ha sido discutido, analizado y removido, desde los principios de las ciencias hasta los fundamentos de la religión revelada, desde los problemas de la metafísica hasta los del gusto, desde la música hasta la moral, desde las cuestiones teológicas hasta las de la economía y el comercio, desde la política hasta el derecho de gentes y el civil. Este es el cuadro del estado de la cultura a mediados del siglo XVIII.

La Ilustración y el liberalismo crecieron y se desarrollaron junto con el capitalismo en una relación que está lejos de ser casual. Su orientación general responde y acelera la expansión de las relaciones mercantiles, la actividad empresarial, la acumulación de capital, el crecimiento de la industria y las ciudades, la irrupción de la burguesía en la política. El tránsito de una cosmología mágica y mística a una científica, no es ajena a las innovaciones tecnológicas que marcaron indeleblemente la época. Y son muchos los pensadores liberales que sostienen que la libertad para competir económicamente y acumular capital es esencial para la salvaguardia de las demás libertades, porque limita el poder del Estado. Esto no significa que muchas de sus ideas no trasciendan ese proceso, inspirando incluso movimientos anticapitalistas como el anarquismo y el socialismo.

Entre Ilustración y liberalismo existe una innegable continuidad en el pensamiento. Pero no se pueden ocultar las diferencias que las separan. La Ilustración es un movimiento cultural protagonizado por intelectuales y algunos funcionarios ilustrados que lograron conquistarlas mentes de sectores importantes de la burguesía, las clases medias e incluso la nobleza en Europa y América. El liberalismo, en cambio, adquiere dimensiones políticas que se manifiestan

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