Hanna Arendt

Escuela de Psicología

Epistemología de las Ciencias Sociales

Prof.: José Andrés Murillo

Ayudantes: Catalina Agüero-Aldo Perán

Informe de lectura

“El pensar y las reflexiones morales”

Cristina Alejandra Moreno Tassistro

26 de Marzo, 2013

HANNAH ARENDT. “De la historia a la acción”. Paidos Iberica, 1995.

En el presente texto Hannah Arendt aborda ciertas problemáticas respecto a la “facultad de pensar”, en contraste con las capacidades de reflexión, razón, conciencia y facultad de juicio. Además, sugiere una problemática absolutamente fáctica, como lo son los actos criminales frente a los fenómenos totalitarios que accionan la noción de “banalidad del mal” a partir de Eichmann; donde “la incapacidad de pensar” se presenta como una particularidad o característica especifica de la maldad. En base a esto, ¿se puede asociar la maldad como condición humana? después de todo, muchas veces quienes cometen estos actos monstruosos son personas completamente normales, como nosotros, sin patologías ni motivos aparentes; por lo que la posibilidad de maldad y la facultad de hacer mal podría estar presente en cualquiera. Sin embargo, ¿Tiene relación la facultad del juicio, la capacidad que tenemos de distinguir lo bueno de lo malo, con la facultad de pensar?. Para Kant en la crítica de la razón pura, denomina la doctrina trascendental del juicio y establece esa categoría, explicándola. El pensar es para Kant una acción, la acción de referirse a un objeto en una intuición que está dada por la conciencia, sino el objeto estaría solo en nuestro pensamiento e imaginación. La doctrina del esquematismo (imaginación) establece cual es la función del juicio, que es que un objeto es subsumido en un concepto. Esto significa que el uso transcendental no es un uso real para considerarlo. Esto tiene que ver con otro problema: la capacidad de realizar un juicio constituye lo real de la ciencia, esto significa que la capacidad de subsumir bajo reglas los conceptos significa que nosotros lo subsumimos para emplearlos correctamente. En el concepto casa hay componentes asociados a esa idea de casa, y se sintetiza porque cuando una piensa en casa no piensa en techo, ventana, etc; la sintetización es subjetiva. Respecto al concepto de finales, el final de la filosofía y la metafísica o el final de dios por ejemplo, no significan la desaparición o la muerte de aquello, significa que la manera en que se pensaba, las viejas ideas o teorías ya no son convincentes, es decir, el modo en que fueron formuladas ya no tiene validez. Lo que sí ha llegado al fin es la diferencia entre lo sensible y lo suprasensible, pues lo que percibe la mente como suprasensible en un principio está dado por lo sensible. Hanna arendt se replantea esas preguntas y eso lo hace volviendo a Sócrates, lo importante no es seguir problematizándose si está muerta la metafísica a partir de problema historiográfico sino que da cuenta de un problema nuevo, “cada renacimiento es parte de volver a mirar al pasado”. Kant separa el conocimiento del pensar, conocer es una actividad de construcción del mundo, en cambio, al pensar siempre se busca saber más allá de lo establecido. La característica fundamental de pensar implica la interrupción de toda acción: el pensar se ocupa de objetos ausentes, cuando pienso me muevo fuera del mundo de las apariencias y para poder pensar en algo es preciso alejarnos subrepticiamente, esto no significa alejarse del mundo, sino que para pensar algo en cuanto a algo se necesita el distanciamiento para poder pensar en perspectiva. Pensar

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