Historia De La Sexualidad Y El Uso De Los Placeres
ymessanchez21 de Mayo de 2012
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La historia de la sexualidad, está escrita en los últimos años de la vida de Michel Foucault. El cambio de interés en la aproximación de su estudio es patente y la vez invisible. Patente en lo metodológico es decir la descripción ya no es tanto de las estructuras o instituciones, como quizá lo fuera como arqueólogo de la ciencias humanas o como genealogista del poder, sino más individual, moral y prescriptiva; la moral aceptada con respecto al sexo es ahora objeto de su estudio.
Nombre del texto: El Uso de los placeres: un recorrido sobre la transformación de la ética profana a la ética cristiana de la sexualidad en M. Foucault.
Guillermo Santolaya Rallo
hermenauta69@hotmail.com
Índice:
1) Las formas de problematización.
2) Moral y práctica de sí.
3) La dieta de los placeres.
4) Conclusión.
5) Bibliografía.
1) Las Formas de problematización
La historia de la sexualidad, está escrita en los últimos años de la vida de Michel Foucault. El cambio de interés en la aproximación de su estudio es patente y la vez invisible. Patente en lo metodológico es decir la descripción ya no es tanto de las estructuras o instituciones, como quizá lo fuera como arqueólogo de la ciencias humanas o como genealogista del poder, sino más individual, moral y prescriptiva; la moral aceptada con respecto al sexo es ahora objeto de su estudio. Se trata de un paseo por los textos prescriptivos, de médicos y filósofos, de la antigüedad que pueden arrojar cierta luz sobre los temas, inquietudes y exigencias, es decir la problematización, que se reconoce, establece, y valora alrededor de la sexualidad. Sin embargo el compromiso por el análisis de las posibilidades de emancipación y libertad del hombre siguen siendo piedras angulares de su pensamiento. ¿es posible escapar de las redes de la domesticación?
La propuesta inicial para escrutar diferentes articulaciones entorno al sexo es la comparación entre la “moral pagana” y “la moral cristiana”, así como sus puntos de confluencia y sus opuestas formas de problematización. La pregunta clave sobre la que se siembra la semilla filosófica de la que crecerá el estudio y el análisis publicado como El uso de los placeres es; ¿Qué observaciones, inquietudes, temas y exigencias se construyen a través de las ciencias humanas para dotar de significado a la sexualidad?
En este sentido Foucault advierte que lejos de ser puntos de diferenciación la prohibición del incesto, la dominación masculina y la sujeción de la mujer; son lugares comunes que se hallan en los albores de la civilización occidental y son heredados por la moral cristiana y se encuentran también en las sociedades modernas. Lo especifico de cada uno de los universos tiene que ver con el sentido que se atribuye al cosmos, la naturaleza y al hombre. Es decir se podría decir que el paradigma en este caso de tipo filosófico es incompatible, pero ¿también inconmensurable? La moral cristiana asigna un valor moral a la sexualidad totalmente peyorativo relacionado con el pecado, el mal, la muerte, como una especie de estigma natural. Este es primer punto de desavenencia entre las diversas formas de problematización: la atribución de valor en el paganismo, en cambio, estaría envuelta de significaciones positivas y alentadoras.
La definición del momento y el lugar legítimo en el que practicar relaciones sexuales difiere consecuencia de lo anterior: en el universo cristiano la regulación y la norma se reconocen únicamente dentro del marco conyugal, bajo el auspicio de la institución del matrimonio. Toda relación extramatrimonial es descalificada y la norma monogámica es continuamente exaltada. También se restringen las condiciones del compañero legítimo a la heterosexualidad, mientras que en el mundo grecolatino no serán; sino alabadas almenos permitidas y reconocidas, como poco, las relaciones entre hombres. Pero la gran diferencia reconocida por Foucault, es la orientación de la actividad sexual: mientras en el esquema de comportamiento sexual cristiano la finalidad será puramente procreadora y reproductiva, el “telos” pagano incluye el placer como algo asociado al sexo y lo reconoce como sano e incluso como necesario dentro del desarrollo de una vida equilibrada. Sin embargo no sólo esta orientación de la definición de la finalidad es fuente de diferenciación sino que es discurso acostumbrado dentro de la moral cristiana la divinización de la abstinencia, de la castidad, de la virginidad… aunque se reconozca que tan alto autocontrol sólo el santo lo puede alcanzar, no sin previamente concienciarse en profundidad, tras mucho trabajo de “ascesis” y habilidad para sortear continuamente la tentación que el diablo le envía con múltiples máscaras. Todo lo contrario habría defendido el paganismo que problematizaria esta actividad en relación a la cantidad tratando de eludir la entrega libertina imprudente que no entiende ni contempla la mesura, ni atiende al equilibrio saludable.
A continuación trataremos algunos puntos específicos, en parte heredados de la antigüedad, que marcaron la ética cristiana y la moral de las sociedades modernas: la expresión de un temor, un modelo de comportamiento, la imagen de una actitud descalificada, un ejemplo de abstinencia.
A) Un temor
Foucault transcribe aquí un texto de un médico del siglo primero después de cristo conocido como Areteo donde se describe (prescribiendo) la acción de la pérdida de semen en los jóvenes, se revela un exacerbado temor a la consagración al onanismo. Todo ello con la intención de orientar útilmente la actividad sexual a la procreación de la especie, a tributar a la humanidad con nuestra descendencia para conseguir así, su in extinción. Estas preocupaciones alimentan la literatura de las ciencias humanas de ideología cristiana. Y este es precisamente el propósito foucaultiano, la construcción de la verdad en las ciencias La centralidad de la cuestión, nos dice Foucault, es atemorizar a aquellos que salirse de la regla desean, relatando una serie de hechos funestos que aguardan a quien no comulgue con obediencia.
B) Un esquema de comportamiento
La virtud conyugal nos viene ejemplificada aquí a través del espejo “natural”, propuesto por Francisco de Sales en su obra introducción a la vida devota, en el modelo casi ideal o mejor, ejemplificarmente idealizado ; del elefante y su comportamiento sexual. En primer lugar los elefantes eligen una compañera para toda la vida; una virtud dentro de este esquema monogámico. En segundo lugar los elefantes se aparean cada tres años durante cinco días y en un lugar apartado donde el espectáculo no pueda violentar a nadie. En tercer lugar al sexto día como una rauda flecha acuden al río o lago más cercano donde se lavan, según Sales, esto es un proceso de purificación donde el animal se deshace de las impurezas que implican el retoceo. Este un claro ejemplo de valorización de la conducta animal bajo el prisma interesado, ideológico, del pastor. Reconstrucción cultural de un hecho falsamente estipulado como natural. Michel Foucault reconoce que la fidelidad conyugal es tematizada en el cristianismo pero que en la antigüedad sin tanta exaltación desdeñosa y monacal, era ya observada.
C) Una imagen negativa de la homosexualidad.
Aquí viene toda ventana crítica apuntalada por diversos textos donde la homosexualidad es completamente descalificada. La descripción responde a ciertas regularidades tales como tez blanca, voz de mujer, educados en la delicadeza de la sombra, acostumbrados a los melindres, aderezos y afeites… Dentro del marco de la exaltación del modelo de moral viril y la alabanza del prestigio social adjunto a este modelo, resulta inaceptable la homosexualidad al estar asociada a semejante descripción, que iguala el homosexual a una mujer, incluso se le relega a la condición oprimida de esta. Señala, el autor, la visión negativa de la homosexualidad que se deduce de la imagen del hombre que se sostiene.
D) Un modelo de abstención
El modelo de héroe virtuoso en el marco de la metafísica platónica, así como la herencia de esta, en la cosmovisión cristiana se han encargado de denostar al cuerpo y todo lo que con él se asociaba, como por ejemplo, la conducta sexual encomiable a menudo ligada a la contención y la renuncia voluntaria, de forma que las facultades superiores de los seres pensantes y espirituales se liberen de las urgencias físicas y corporales que las oprimen. Se anuncia como ya hay una identificación entre la abstinencia sexual y la posibilidad de alcanzar la verdad, como un estadio superior, en la moral pagana.
Foucault cita aquí a Filostrato y su obra vida de apolonio de tiana donde se describen los esfuerzos de este personaje para dominarse a si mismo y renunciar a los placeres sexuales. Aquí el Filósofo reconoce en algunos casos la aceptación de este modelo en Grecia.
No obstante el pensador francés nos previene para no aventurarnos a querer ver un continuo entre la moral pagana y la cristiana, ya que si en algunos pocos textos paganos se habla de continencia no tiene ni el mismo lugar ni el mismo valor que en el cristianismo.
En la reflexión moral de la antigüedad se genero una cuadritemática para problematizar la actividad sexual; la austeridad sexual, la institución del matrimonio, las relaciones entre hombres y la existencia de sabiduría. Según Foucault esto constituye la base de inquietudes que ha compartido la civilización occidental desde sus albores hasta la comtemporaniedad en la reflexión
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