Juicios Sinteticos Apriori

Nuestro conocimiento comienza con la experiencia, ningún conocimiento procede en nosotros a la experiencia y todo conocimiento comienza con ella. Podría ser que nuestro conocimiento de experiencia fuera compuesto de lo que recibimos, por medio de impresiones y de lo que nuestra propia facultad de conocer, proporciona por sí misma. Si hay un conocimiento semejante, independiente de la experiencia y aun de toda impresión de los sentidos. Esos conocimientos, llámanse a priori y distínguense de los empíricos, que tienen sus fuentes a posteriori, a saber en la experiencia. Nosotros somos a priori, participes o capaces, de ellos, porque no los derivamos inmediatamente de la experiencia, sino de una regla universal, la cual, sin embargo hemos sacado de la experiencia.

Hablamos de conocimientos a priori; absolutamente de toda experiencia. A esto oponiéndose los conocimientos empíricos o sea los posteriori, es decir, por experiencia, los conocimientos a priori, llámanse puros aquellos en los cuales no se mezcla nada empírico.

La experiencia nos enseña que algo está constituido de este u otro modo, pero no que ello no pueda ser de otra manera. Así pues, primero; si se encuentra una proposición que sea pensada al mismo tiempo con su necesidad, es entonces un juicio a priori, segundo; la experiencia no da jamás a sus juicios universalidad verdadera o estricta, sino solo admitida y comparativa (por inducción). La necesidad y universalidad estrictas son pues, señales seguras de un conocimiento a priori, y están inseparablemente unidas.

En el concepto que la experiencia nos da de un cuerpo, de todo lo que es en él peso, impenetrabilidad; siempre queda el espacio de aquel cuerpo, de igual modo el conocimiento empírico sobre un objeto, corporal o incorporal, prescinde de todas las experiencias, sin embargo, no puedes suprimir aquella por la cual lo piensas como sustancia o como adherente a una sustancia.

“La experiencia es sin duda el primer producto que elabora nuestro entendimiento, con la materia bruta de las percepciones sensibles”.

En todos los juicios en donde se piensa la relación de un sujeto con el predicado y se tiene relación de dos maneras juicios analíticos que son aquellos en los cuales el enlace del predicado con el sujeto es pensado mediante identidad, pero si este enlace en pensado sin identidad, entonces son juicios sintéticos. Los juicios de experiencia son todos sintéticos. Mucho se gana ya cuando se logra reducir a la fórmula de un solo problema multitud de investigaciones, ya que el juicio es de cualquier otra persona, que quiera examinar si hemos cumplido o no nuestro propósito. Pues bien el problema propio de la razón pura está encerrado en saber si existen los juicios sintéticos a priori. Si la metafísica ha permanecido en un estado tan vacilante de inseguridad y contradicciones. La metafísica se mantendrá en pie o se derrumbara según la solución que se le dé a esta problema o que se demuestre la posibilidades que quiere obtener explicación .David Hume creyó haber demostrado que semejante proposición es enteramente imposible a priori y, según sus conclusiones , todo lo que llamamos metafísica vendría a ser una mera ilusión de supuesto o conocimiento racional, cayó en esta afirmación destructora si hubiese conocido el problema de la universalidad y su argumento tampoco podría haber matemática pura. En la posibilidad del uso de la razón de la fundación y desarrollo de todas las ciencias que encierran un conocimiento a priori. La especie de conocimiento ha de considerarse también como dada en cierto sentido y metafísica es real, si bien no como ciencia, como disposición natural al menos (metaphysica naturalis). Pues la razón humana va irresistiblemente, sin que en ello la mueva la vanidad del saber mucho, impulsada por necesidad propia a cuestiones tales que no pueden ser contestadas por ningún uso empírico de la razón.

...