LA CULTURA: Seres Humanos y diversidad cultural

TEMA 2: LA CULTURA

Seres Humanos  y diversidad cultural (Darwinismo Social)

        El estudio de Ser Humano tiene sus orígenes en la Antigüedad. Por tanto los estudios antropológicos son tan antiguos como la humanidad. El ser humano siempre ha sentido curiosidad acerca de las costumbres de los extraños. Esta curiosidad también se centró en la pregunta por el origen de la humanidad y la adopción de la forma de la vida en grupo. Esta actitud queda incluso plasmada en los mitos.

También fue frecuente el que lo extraño a una cultura fuese codificado como no auténtico  o como anormalidad. En algunos casos incluso los miembros de ese grupo se le tildaba de “no-humano”. Esta actitud tuvo su apogeo en la ilustración ya que Europa entró en una fase de expansión mercantil, lo cual hizo que se fomentara el interés por explicar la diversidad cultural.

A pesar de que esta actitud se fomentó con el descubrimiento del Nuevo Mundo, en la mitad del  siglo XVIII fue cuando comenzó a surgir las primeras teorías científicas sobre las diferencias culturales son: Adam Smith, Adam Ferguson, Jean Turgot  y Denis Diderot.

Los estudios teóricos de estos culturales se centraron en la idea de progreso. De esta manera, atribuían la diversidad cultural a que existían diversos niveles de conocimientos. A los pueblos con un bajo nivel de progreso respecto de los europeos se les reconocía como “incivilizados o salvajes“. Se les presuponía en un “estado de naturaleza” o “salvajismo” frente al ilustrado europeo. Dicho esto, hay que aclarar que este “bajo nivel de conocimiento” no se refiere solo al progreso científico-técnico sino incluso al plano moral o político, estético, o social.

        En el S.XIX las investigaciones asociaban la idea de progreso a la idea de evolución. Tenemos que tener en cuenta que el evolucionismo fue el paradigma científico-filosófico del S.XIX. Los estudios culturales se realizaban distinguiendo diversas etapas que se sucedían a través de la historia.

        Augusto Comte desde su positivismo postuló que la sociedad en su conjunto pasa por tres estados diferentes: el estado teológico, el estado metafísico y el estado científico o positivo

        Cuando una sociedad, cultura o pueblo se encuentra en el estado teológico se explican los acontecimientos mediantes los mitos. De esta forma los fenómenos y acontecimientos son fruto de la arbitrariedad ya  que suceden por el capricho de los dioses o fuerzas sobrenaturales.

        El estado teológico se despliega en tres momentos: llamó primero estado de fetichismo. Lo característico de este estado es que el ser humano crea que los objetos inanimados tengan alma y por tanto sean objeto de adoración.  De esta forma lo que comúnmente se conoce como animismo se corresponde en el pensamiento de Cantos el estado de fetichismo. Al fetichismo le sucede el politeísmo o explicación de los fenómenos y acontecimientos mediante muchos dioses o fuerzas sobrenaturales o el monoteísmo.

        Al estado teológico le sucede el estado metafísico u abstracto. Lo característico de este estado es que todo se explique a partir de entidades abstractas y trascendentes que es origen y fundamento de todo lo que existe: forma, esencia, etc.

Este estado se supera con la aparición del estado científico o positivo. Lo propio de este estado es que las explicaciones sean el resultado de un método científico que parte naturalmente de la observación de los hechos. Según la “Ley de los tres estados de Comte“, el desarrollo de las ciencias partió de las matemáticas, continuó con la astronomía, la física, la química, la biología, la psicología para finalizar con la “ciencia reina”: la sociología.

         La sociología incluiría a todas las ciencias como las ramas que cohesionan. El objetivo fundamental de esta ciencia no es otro que evitar los conflictos humanos, favoreciendo el progreso de la humanidad. Canto con ello lo que trata de decir es que la sociedad debe evolucionar y progresar de forma controlada. Por tanto es necesario evitar cualquier revolución incontrolada.

        Esta posición conservadora de Comte se entiende además desde la acusación a que éste hizo a Rousseau y Voltaire de ofrecer teorías utópicas y responsables por no centrarse el orden social de la humanidad. Según Comte, el ser humano y la sociedad deben ser estudiados a través de leyes universales. Ejemplo de ello: su ley de los tres estados.

        Tal como afirma Harris las teorías sobre el progreso de la Ilustración y el evolucionista condicionan en reconocer que el progreso de la humanidad responde invariablemente a un esquema en el que se distinguen varias etapas. Sólo en la última de éstas puede hablarse de cultura o civilización.

        Ahora bien, el evolucionismo añadía a ello una misión propia: cuando  la sociedad evolucionaba (hacia la etapa de progreso) a su vez también lo hacían las razas.

Un decir a la paz de la cultural existía una evolución biológica. Otra idea, tal como dice Harris se ha atribuido enormemente a Charles Darwin.

        Anterior a la publicación de del Origen de las Especies de Darwin, Malthus ya había propuesto que el aumento de la población conducía a la "lucha por la existencia".

También Spencer mantuvo la "idea de la supervivencia de los más aptos" antes de que Darwin publicara sus investigaciones.

Lo que sí ocurrió fue que el éxito de la teoría de Darwin incrementó la popularidad de las teorías de Malthus y Spencer.

Así después de la publicación del Origen de las especies apareció un movimiento conocido como Darwinismo social.

El Darwinismo social considera que tanto el progreso cultural como el teológico dependen de la competencia y lucha entre individuo contra individuo, entre nación contra nación y de raza contra raza. La idea que surgió a esta posición es la "lucha por la supervivencia" y "la supervivencia de los más aptos".

Uno de los sistemas teóricos más influyentes del paradigma evolucionista del siglo XIX fue el del antropólogo americano Lewis Hevry Morgan. En su obra Ancient Society                                                      mantuvo que la cultura evoluciona a partir de tres etapas:
Salvajismo, barbarie y civilización: Morgan subdividió a su vez estas etapas dando lugar a un complejo sistema de clasificación. En su descripción de las etapas anteriores la civilización incluyó además el sentimiento de desprecio a estas formas culturales. Es más ni siquiera las consideraba cultura. Cultura era equivalente a civilización. Así describía a los pueblos que estaban en estas etapas como seres que se alimentaban de la recogida de alimentos salvajes que se apareaban promiscuamente o cuya finalidad estaba basada en la matrilinealidad.

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