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LA HOJARASCA La novela comienza


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2015  •  Apuntes  •  2.945 Palabras (12 Páginas)  •  166 Visitas

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EL ODIO

El odio esta hecho de enojo, furia, envidia, rencor, son muchos sentimientos malos, que se juntan, el odio es la venganza de un cobarde, odiar a alguien es como quemar nuestra casa para matar un ratón, es una mezcla de sentimientos, como lo podemos ver en esta obra titulada “La Hojarasca” la cual está basada desde el punto de vista de tres personajes diferentes, donde se cuenta el relato sobre la muerte del médico del pueblo, quien era odiado por todos los habitantes de Macondo, menos por el Coronel, quien sentía compasión y misericordia por el cadáver del médico . En el momento de su muerte, al coronel no le quedó más remedio que organizarle el entierro, ya que todos esperaban que sus despojos se pudrieran en su lecho de muerte. Pero al parecer el coronel tenía una deuda moral con el muerto, y junto con su hija y su nieto se dirigieron a la casa del fallecido doctor, para prepararle una cristiana sepultura. Dejando atrás los prejuicios del pueblo que posiblemente adquirirían en ese momento, al compadecerse del difunto, que para todos era bien muerto, y que solo esperaban que se lo comieran los gallinazos.

La novela comienza, narrada por el nieto del coronel, un niño de 11 años, para quien, era primer vez, que veía un cadáver tan de cerca. Describe todo a su alrededor, y se asombra ya que, al ser miércoles en la tarde, su madre le pone el vestido de los días domingos, sin saber porque, ni para que, todo a su alrededor es extraño y es invadido de un silencio absoluto. Al mismo tiempo que el niño piensa sobre lo sucedido, su madre Isabel, la hija del coronel, también describe su punto de vista sobre lo ocurrido, es miércoles a las dos de la tarde, y se escucha el sonido del pito del tren. Al parecer la sorpresiva muerte del doctor, no era tan sorpresiva, ya que todos desde hace mucho tiempo se la esperaban. Y según parece se suicidó.

El coronel describe su punto de vista sobre el difunto de esta manera cuenta desde el momento que lo encontró muerto, y sobre como sus empleados preparaban al cadáver para darle una cristiana sepultura.

Desde ese instante que se encuentran en la casa del fallecido, se comienza una especie de flash back relatando la historia desde que llegó el doctor al pueblo, ya que le dio un cambio a la vida del pueblo desde su llegada tan sorpresiva. Cada uno desde su perspectiva cuenta como fue la llegada de medico a su casa, y como tuvo la desfachatez de quedarse varios años a vivir con ellos sin dar nada a cambio. Y además como fue la llegada de la hojarasca donde ocurrieron muchos cambios para el pueblo.

Se dice que el odio a este hombre fue debido a que veinticinco años atrás se nego a tender a unos pacientes con la excusa de que ya había olvidado lo que sabía desde ese entonces fue condenado al odio total y absoluto de este pueblo (exceptuando a el coronel).

 Ellos son los narradores que nos cuentan la historia de una manera subjetiva, como no podía ser de otro modo. De esta manera sabemos cómo vieron y vivieron los hechos que se narran y la relación existente con el resto de los personajes de la novela. Cada uno de ellos representa una generación de Macondo.  La visión del niño vendría a significar el presente después de que la compañía bananera se marchara y lo que ello comportó de miseria, odio, desolación y pobreza. Su relato nos muestra el ocaso del pueblo, la desaparición del esplendor de una época.  Según ello, la hojarasca sería como la metáfora de todos los males que pueden ocurrir en un lugar, el poso de un pasado destruido y el odio y rencor a partir de ese momento de la población.

Los tres personajes aparecen influenciados por una misma situación política y social, es decir, por la llegada de la compañía bananera, por las guerras civiles de Colombia y la guerra mundial. El pueblo se convierte en dos bandos, dos fuerzas contrarias y difícilmente reconciliables: el “nosotros” formado por las familias antiguas de Macondo, representadas por la figura del coronel y el resto, la hojarasca, los restos de seres humanos que acuden a la llamada de la compañía bananera.

A través del relato de Isabel nos enteramos de su matrimonio, de su embarazo y de la desaparición de su marido. De su narración conoceremos sus sentimientos y la soledad en la que vive.  Ella podría significar los años de bonanza del pueblo y la llegada de la tan temida hojarasca.

La narración y los recuerdos del coronel, el mayor de los tres, puede representar socialmente la llegada de la compañía bananera al pueblo, el inicio de un cambio que tendría que conducir al crecimiento económico y a la modernidad.

Tanto en el relato de Isabel como en el del coronel se trasluce una cierta fatalidad, una aceptación de los hechos, alejada totalmente del libre albedrío. Las vidas están marcadas por la predeterminación ante la cual nada se puede hacer. Isabel acepta con resignación la vida que le ha tocado vivir. Por su parte el coronel acepta alojar al doctor durante ocho años sin pedirle nada a cambio, consintiendo toda la injusticia y la maldad que este hombre representa en la vida del pueblo.

La narración transcurre dentro del mismo espacio: un lugar sofocante, húmedo, con el aire estancado como bien relata el niño. Desde este espacio se cuentan los años pasados desde que el médico entró en sus vidas.

García Márquez nos deja con la duda de si el doctor fue enterrado o no y los interrogantes del principio permanecen al final. Nada se sabe tampoco de Meme, la indígena que vivió con el médico, ni de Martín, el esposo de Isabel. Ni siquiera por qué el doctor se suicidó.

 En los monólogos de los tres personajes nos muestran la vida interior de cada uno de ellos y su reflexión sobre el ser humano.

La hojarasca, como título, hace referencia a ese poso de rencor y odio, ambición, envidia y desamor; sobre todo el odio y el desamor que queda tras la abundancia desmedida; los restos del árbol de la vida dirigida por otros y vivida para otros. 

Muchas veces estas personas tienen una razón de base, de una u otra forma, se han sentido abandonados o engañados y esto ha despertado ese sentimiento negativo tan fuerte. Lo curioso es que todos ellos piensan que, al odiar, le están haciendo daño al otro. No se dan cuenta de que se están haciendo daño a sí mismos.

El rencor y el odio son dos sentimientos muy profundos que se arraigan y terminan desequilibrando nuestra mente y cuerpo. Porque cualquier sentimiento negativo que experimentemos, sobre todo si está presente durante años, termina pasándonos la cuenta y volviéndose contra nosotros.

El odio y el rencor, a la larga, es un profundo resentimiento y se basan en la necesidad de decir algo que jamás se ha podido expresar (o al menos no con la intensidad que la persona desearía). La persona, de cierta forma, se siente defraudada y comienza a generar dentro de su mente una serie de ideas negativas contra ese enemigo. Con el paso del tiempo, estas ideas aumentan su intensidad.

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