LIBERTAD ¿Capacidad del espíritu o condición del cuerpo?

LIBERTAD

¿Capacidad del espíritu o condición del cuerpo?

Me permito partir de este planteamiento de A. De Tocqueville. Que dice:

“Nada hay más arduo que el aprendizaje de la libertad… La libertad, generalmente, se establece con dificultades…” que me invita a pensar y a preguntarme qué es entonces la libertad, y considerar si esta es una utopía o una realidad; ¡Libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad! Es una palabra que se escucha comúnmente en el diario vivir, por aquí y por allá, ya sea cuando se habla de historia, de derechos, entre amigos, en la escuela, en el parque, en la televisión e incluso en el himno nacional, pero, ¿A qué hace referencia esta palabra realmente?, ¿Qué significa libertad?, ¿Cómo nos afecta en tanto que inmersos estamos en una sociedad donde se le tiene miedo a la libertad?

Es de vital importancia empezar por conocer el significado asignado, según la RAE (Real Academia Española) que dice:

1. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, por lo que es responsable de sus actos.
2. Estado o condición de quien no es esclavo.
3. Estado de quien no está preso.
4. Condición de las personas no obligadas por su estado al cumplimiento de ciertos deberes.

Son muchos los significados que se pueden encontrar para definir esta palabra, algunos que atienden a aspectos internos del hombre, muy íntimos y otros aspectos muy externos relacionado a las dinámicas sociales, y es desde aquí que pienso que hablar de la libertad es algo muy complejo, puesto que hay tantos puntos de vista sobre esta, como personas y tipos de pensamientos.

Según los cuatro anteriores significados y el análisis que hago de estos, pienso y me pregunto si la libertad es algo interno, propio e inmerso en el individuo, o es algo externo que depende de la sociedad y la cultura en la que se desenvuelve.

Retomando el primer significado que lo describe como facultad natural, y el segundo que lo describe como estado o condición, veo una profunda relación entre el primero con el espíritu y el siguiente con el cuerpo, quedando descrito desde una dualidad el significado, abriendo más incógnitas cada vez, llevándome a preguntar, ¿Cuándo se es libre realmente?, ¿Cuándo se puede pensar lo que se desea? O ¿Cuándo se puede transitar con tranquilidad de un lugar para otro?, se puede considerar de igual manera poco libre, aquel que está condicionado en su pensamiento por los medios de comunicación y que tiene que estar comprando todo aquello que sale a la moda para ser “feliz”, o aquel que es tratado como una mercancía y es vendido cual si fuese propiedad de alguien para servirle, ¿Qué habrá de común entre estos?, ¿Cuál es la diferencia?, ¿Será que uno es felizmente dominado y el otro tristemente esclavizado?... ¿Cuándo se es libre en realidad?

Será, entonces, que se es libre cuando no se es sometido. Se es libre cuando se pueden pronunciar las palabras que salen del profundo interior. Se es libre cuanto tanto pensamientos como ideas, fluyen como un río grandioso mostrando la naturaleza del pensador, sin tener que ser obstaculizadas en algún momento por ser lo que otros esperan, porque eso es estar en libertad, demostrar su esencia de la manera más simple y directa, tal como es. Se es libre cuando se toman decisiones por el gusto de tomarlas y no por la necesidad, y si es por necesidad, esta proviene de uno mismo y no de los demás. Se es libre, en todo momento, cuando uno se pierde en el mundo interior y nadie puede intervenir. Se es libre cuando la fe es propia y, por pura convicción, no está atada a las creencias de otros, cuando se cree en uno y no en lo que los otros desean creer.

...