La Desigualdad Y Sus Descontentos

La brecha entre los ingresos de los ricos y pobres ha crecido. Pero los que culpan a la desigualdad de las revoluciones Túnez y Egipto y los problemas de la económica de Estados Unidos están equivocados. El verdadero problema es que el consumo se ha vuelto más ostentosa y, gracias a la globalización, todo el mundo - desde la clase media occidentales a los africanos viven con un dólar por día - es capaz de comparar a sí mismo a los más ricos de los ricos.

Branko Milanovic es economista principal en el grupo de investigación del Banco Mundial y profesor visitante en la Universidad de Maryland Escuela de Políticas Públicas

Como la desigualdad de ingresos aumentó en el último cuarto de siglo en la mayor parte del mundo, fue extrañamente ausente de las principales discusiones económicas y las publicaciones. Una de ellas sería en apuros, por ejemplo, para encontrar muchos modelos macroeconómicos que la desigualdad de ingresos o la riqueza incorporada. Incluso en el período previo y consecuencias inmediatas de la crisis financiera 2007-2008, cuando la desigualdad de ingresos volvió a niveles no vistos desde la Gran Depresión, que no generó mucha atención. Desde entonces, sin embargo, la creciente disparidad de ingresos entre ricos y pobres ha ocupado un lugar en la parte superior de la agenda pública. Desde Túnez a Egipto, de los Estados Unidos a Gran Bretaña, la desigualdad es citado como una causa principal de la revolución, la desintegración económica, y el malestar.

Esta sensación de que los ingresos de los ricos y los pobres se han separado, en parte, refleja la realidad: entre los años 1980 y mediados de los 2000, la desigualdad de ingresos aumentó de manera significativa en países tan diversos como China, India, Rusia, Suecia y los Estados Unidos. El coeficiente de Gini, una medida de la desigualdad económica que va desde cero (todos tienen los mismos ingresos) y 100 (una persona tiene todos los ingresos de un país), ha aumentado de 35 a 40 años la baja en los Estados Unidos, del 32 a 35 en la India, de 30 a 37 en el Reino Unido, de menos de 30 a 45 en Rusia y China, y de 22 a 29 en Suecia famoso igualitaria. Según la OCDE, durante el mismo período de tiempo, el coeficiente de Gini aumentó en 16 de los 20 países ricos. La situación no fue diferente en las economías de mercado emergentes: además de en la India y China, que aumentó en Indonesia, Sudáfrica y países de todo el post-comunista.

Para los pobres, la brecha ha sido palpable. En gran parte del mundo, el tamaño del pastel económico se ha ido reduciendo, y cortar en relación a los pobres ha sido cada vez más pequeño. Los ingresos reales de los pobres lo que se negó por dos motivos. A pesar del aumento en el ingreso promedio global entre 1980 y 2005, excluyendo a China, el número de personas que viven - o, mejor dicho, apenas subsisten - con un ingreso por debajo de la línea de pobreza absoluta (1 dólar por día) se mantuvo constante, en 1,2 millones de dólares.

En muchos países, sin embargo, parece que la percepción de la desigualdad superó incluso estos grandes aumentos y muy real. En tres últimas Encuestas Mundiales de Valores (realizado en 1980, 1990 y 2000), cuando se les da la posibilidad de elegir entre más libertad y más igualdad, los encuestados en todo el mundo cada vez seleccionado el segundo en las encuestas posteriores. Incluso cuando se controla por la composición cambiante de los países en los últimos tres decenios, ese resultado se mantiene constante. La percepción pública de la desigualdad estaba detrás de la curva de más de dos décadas, parece que han saltado por delante.

En Túnez, la desigualdad aumentó en la década de 1990, pero ha sido una constante desde entonces. En Egipto, ha estado en declive.

Incluso en países que no han mostrado ningún cambio significativo en la brecha reportada entre los ricos y los pobres, por otra parte, los ciudadanos creen que ha crecido. Esto podría ser correcto, los problemas de medición podría haber llevado a datos erróneos. Comúnmente utilizado las encuestas de hogares, de los cuales los datos sobre la desigualdad se extrapolan, podría haber sido menos confiables en la captación de los ingresos de los ricos, por ejemplo. En mayor número que antes, se cree que se niegan a participar en las encuestas de verdad o no reportar sus ingresos.

India se ha convertido en una causa célebre o f este problema. Desde la reforma económica del país en la década de 1990, su PIB per cápita ha aumentado en un promedio de casi cinco por ciento anual. Sin embargo, el consumo per cápita, calculado a partir de las encuestas de hogares, creció sólo un poco, el uno por ciento por año. Parte de la discrepancia se debe a la participación cada vez menor del consumo personal en el PIB de la India, pero algunos se cree que han sido causados por la baja "captura" de los ingresos de los ricos. En otras palabras, el ingreso medio aumentó porque los ricos se hicieron más ricos, pero no lo informe, mientras que los pobres y la clase media ingreso del trabajo sólo moderadamente más, lo que se informó también en las encuestas, y no consume mucho más.

Tal vez los ricos son undersurveyed. Tenemos nuestras herramientas estadísticas por lo tanto se convierten en guías y mucho menos confiable tanto para la distribución del ingreso y para la realización de la política? Probablemente no. La evasión de la gente rica ha sido un problema, ya que las encuestas de hogares se realizó por primera vez en serio más que hace medio siglo, y no hay evidencia confiable de que el problema se ha convertido sistemáticamente peores. Además, los instrumentos estadísticos que, en principio, debería ser más difícil de falsificar - por ejemplo, los informes individuales de IRS - pintar el mismo cuadro como las encuestas de hogares. En los Estados Unidos, ambos están de acuerdo sobre el grado de desigualdad en aumento desde la década de 1980.

La percepción exagerada de la disparidad de la riqueza no se encuentran en los arcanos de las técnicas de encuesta o la astucia de los ricos, sino en una combinación de factores nacionales e internacionales.Como ejemplo, considere las recientes revoluciones en Túnez y Egipto, que fueron atribuidas a la desigualdad. De hecho, en ninguno de estos países tuvieron un crecimiento económico lento o la desigualdad aumentó en los últimos años. En la última década, el ingreso per cápita de Egipto creció a una tasa respetable de 2,6 por ciento anual y Túnez creció a un 3,4 por ciento. La tasa de crecimiento de ambos países superó a la de la eurozona (que fue un poco menos de un uno por ciento) durante el mismo período.

Los frutos de este mayor crecimiento no fue exclusivamente para los ricos. En Túnez, la desigualdad se redujo en

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