La Diferencia Entre El Cristianismo Primitivo Y Su Versión Contemporánea

Introducción:

A lo largo de la historia, el cristianismo ha tenido una influencia importante en la forma de ver el mundo. La Biblia es uno de los libros más leídos de toda la historia. Prácticamente desde su aparición la religión de Cristo ha sido motivo de controversia y de discusión. Sus seguidores aumentaron de manera rápida y casi imparable durante los siglos posteriores a Jesús. Cuando vemos que una religión se ha mantenido por mucho tiempo y con mucha fuerza, nos hacemos varias preguntas. ¿Qué hace que esa religión se haya mantenido? ¿Es la misma que al inicio? ¿Se ha adaptado a los tiempos cambiantes o son los tiempos los que se adaptan a ella? Trataré de contestar estas interrogantes de manera clara para ver qué tan diferente era la religión cristiana y sus seguidores primitivos a la de hoy con sus respectivos fieles. Para lograr mi objetivo usaré la Epístola a Diogneto y la Didaché.

Desarrollo:

La religión cristiana siempre ha tenido enemigos y perseguidores. Éstos han cambiado con el tiempo. Los contrincantes de los seguidores de Cristo primitivos y los actuales tienen, como primera diferencia, los enemigos. Es evidente que nace de la diferencia cultural e ideológica de cada época, pero lo que le incumbe al cristianismo es la gente a la que tendrá que medirse para defender su religión. Para saber exactamente quiénes eran los enemigos de la fe para los primeros cristianos citaré un fragmento de la Epístola a Diogneto. El autor en este pasaje le hace una síntesis a su amigo Diogneto de lo que le explicará en lo restante de la carta. Dice, hablando a cerca de los cristianos, lo siguiente:

(…) sobre el Dios en quien confían y cómo le adoran, y que no tienen en consideración el mundo y desprecian la muerte, y no hacen el menor caso de los que son tenidos por dioses por los griegos, ni observan la superstición de los judíos (…).

Se puede observar que la mitología griega y la ideología judía eran los “contrincantes” de los cristianos. Hoy en día la mitología griega ya no se practica como religión y con los judíos hay diálogo y paz. Los enemigos del cristianismo actual son de otra índole. La New Age y las diferentes ramas protestantes que pugnan entre sí son un buen ejemplo de ellos. La cuestión que hay que resolver es la siguiente: ¿Qué tanto se parecen los antiguos y los nuevos enemigos? Yo diría que podrían llegar a ser parecidos pero en el fondo son diferentes. Los dos cometen herejías y van en contra de los dogmas de fe cristianos. La gran diferencia entre ambos radica en el origen de dichas herejías. Los cristianos primitivos se tenían que enfrentar a más idolatrías que en nuestros días. Hoy los cristianos se enfrentan con malentendidos generados por la incorrecta lectura de las Sagradas Escrituras o por falsas conclusiones. Desde luego la forma de atacar dichas diferencias será diferente. Es aquí donde podemos encontrar otra irregularidad entre el cristianismo primitivo y el actual. Para ilustrar de mejor manera la situación en la antigüedad citaré otro pasaje de la Epístola a Diogneto que dice lo siguiente:

Los judíos hacen guerra contra ellos como extraños, y los griegos los persiguen, y, pese a todo, los que los aborrecen no pueden dar la razón de su hostilidad.

Podemos ver que antes los problemas a los que se enfrentaban los cristianos eran muchas veces violentos. Eran perseguidos y atacados, la gente se burlaba de ellos. Hoy en día la situación es más intelectual. Tiene que ver con los argumentos que se presenten y el pinto de vista desde el que se analice la situación. El cristiano actual ya no se ve en la necesidad de defender su cuerpo y su físico, pero sí su doctrina y sus dogmas. Antes el seguidor de Cristo era arrojado a las fieras mientras que hoy en día es arrojado al debate y a la discusión.

La siguiente diferencia que trataré de explicar es la de la enseñanza a los gentiles. Los cristianos primitivos tenían más necesidad de que más gente se convirtiera a su religión. Muchos viajaban por todo el mundo para dar a conocer a Cristo a los que no lo conocían. Un ejemplo maravilloso son los apóstoles. El autor de la Epístola a Diogneto también ilustra esta faceta de los inicios del cristianismo. En un fragmento de la carta dice lo siguiente:

Mis discursos no son extraños ni son perversas lucubraciones, sino que habiendo sido un discípulo de los apóstoles, me ofrecí como maestro de los gentiles, ministrando dignamente, a aquellos que se presentan como discípulos de la verdad, las lecciones que han sido transmitidas. (…) Por cuya causa Él envió al Verbo, para que Él pudiera aparecer al mundo, el cual, siendo despreciado por el pueblo (judío), y predicado por los apóstoles, fue creído por los gentiles.

Muchos dirán que hoy en día la predicación a los no creyentes es parte importante del cristianismo, y tienen razón. Sin embargo, en la antigüedad se le daba mucha más importancia. Hoy en día existen algunos misioneros, pero el grueso de la población cristiana no se preocupa por enseñarles la religión a los gentiles, ni siquiera a los que se encuentran en su localidad o en las cercanías. Hay tres factores que influyen de manera decisiva en este cambio de ideología: el número de seguidores, los medios de comunicación, el relativismo actual. En un inicio, al ser pocos los cristianos, la necesidad de transmitir la religión por el mundo era mayor y esta tarea recaía en casi todos los creyentes. Hoy en día ya no es así, hay muchísimos cristianos en el mundo y quizá por eso haya un sentimiento de suficiencia entre las masas de creyentes.

...