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La Entropía como parte de la Condición Humana


Enviado por   •  9 de Febrero de 2015  •  Trabajos  •  3.050 Palabras (13 Páginas)  •  308 Visitas

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La Entropía como parte de la Condición Humana

Introducción

La relación existente entre la entropía, y la condición propia del ser humano, en lo esencial con su condición biológica, es un tema fascinante, que no ha dejado de asombrar a científicos de disciplinas tan diversas como Física y Política, o bien Biología y Filosofía; esto no es gratuito, las leyes del mundo de la termodinámica (parte de la física que contiene a la entropía), con su rigorismo en cuanto a los “balances energéticos” y el “flujo de energía”, bien pueden aplicarse -toda proporción y enfoque guardados-, al ámbito de la actividad humana.

Para entender -en la mejor medida posible-, la relación entre la entropía y ser humano, se torna indispensable conocer las 2 primeras leyes de la termodinámica, pues sus postulados -hoy día plenamente aceptados-, han de ser bien comprendidos, sobre todo el que atañe al desorden entrópico. La termodinámica es la rama de la física que nos permite tener “cuentas claras” en cuanto a los balances de energía, de todos los procesos que ocurren en nuestro planeta, para ello ha formulado leyes esenciales, dado lo extenso del tema, en este trabajo examinaremos brevemente las primeras dos.

La primera ley afirma que “la energía no se crea ni destruye, únicamente SE TRANSFORMA”

La segunda ley nos dice que la entropía del Universo está en crecimiento constante, y su entendimiento nos obliga a entender a su vez, este concepto de Entropía.

Esta no es sino una medida del “desorden” o “caos” del universo; dicho de otra forma: para realizar un trabajo, se necesita invertir energía, y parte de ella se desperdicia disipándose en calor, que no puede emplearse para realizar más trabajo; de esta forma las máquinas utilizan combustible (petróleo, carbón, diesel, gas etc.), y los seres vivos energía química (almacenada en sus grasas, carbohidratos, proteínas etc.); y así tanto máquinas como seres vivos, desprenderán calor una vez consumida la energía en hacer trabajo.

Desarrollo

Somos seres inmersos en la entropía.

Ya Heráclito, desde la antigua Grecia, vislumbró un hecho, que una vez analizado le animó a manifestar una idea, esencial para la comprensión del mundo como un todo, y que ha quedado grabada para la posteridad, gracias a su inmortal aserto: “Todo es flujo, nada es estacionario”. En tanto casi mil años después, el poeta Rubén Darío en su poema “Los motivos del Lobo” escribe: “y recomencé a luchar aquí, a me defender y me alimentar, como hace el oso y el lobo, que para vivir tienen que matar”.

Esto no es sino una manifestación de que todo en el Universo es movimiento, acción, dinámica, en suma: flujo de energía.

Desde tiempos remotos los hombres de ciencia tuvieron la idea de que todo proceso demandaba energía, la cual a su vez se gastaba en realizar algún esfuerzo, lo que se denominó “trabajo”, esta idea, muy conocida pero vagamente discernida y expresada, fue estudiada con todo rigor científico y técnico, desde inicios del Siglo XIX, así en 1824 el famoso científico francés Sadi Carnot, afirma que una máquina térmica no puede funcionar, sin el paso de calor de una fuente caliente, hacia una fría; este principio esencial fue retomado por el físico alemán Claussius que lo reformula diciendo “El calor no pasa por sí mismo de un cuerpo frío hacia uno caliente”, lo que origina el concepto que el mismo en 1876 denomina Entropía; y por el hecho de que los biólogos no comprendieron, durante un lapso prolongado de tiempo, el punto de vista de los físicos respecto a la entropía, y no pudieron en ese entonces -o no quisieron-, no fue sino hasta 1932 en que Von Newmann, aprovechó los supuestos de la termodinámica, y especialmente lo relativo a la disipación energética, o Entropía, para aplicarlos de una manera racional a la biología. (Newman Von, 1932).

Respecto a la segunda ley de la termodinámica, la de la Entropía, y que es la que verdaderamente nos interesa, analicemos un poco su relación con la condición humana, sobre todo con la biológica. Los físicos dejaron de considerar al Universo como unenorme cúmulo, siendo entendido mucho mejor como un “algo” que va cambiando, gastándose, y por tanto -al igual que los seres vivos-, envejeciendo, así por ejemplo, el mar va gastando la costa, el viento las montañas etc., todo por un proceso que lleva tiempo, por lo que se desarrolló la idea de que había “una flecha del tiempo”, que se disparaba desde un pasado remoto hacia el futuro.

La biología de aquellos años de mediados del Siglo XIX, se empeñaba en demostrar que los seres vivos no habían existido siempre, sino se crearon a partir de una evolución, lo que marcó paralela a la flecha del tiempo, una “flecha de la vida”, en sentido contrario a la entropía, esto demandó introducir conceptos como sistema y equilibrio, que servirán para entender mejor lo que es la entropía, y para ello había necesidad de reducir la realidad a “sistemas”. Un sistema es lo que elegimos como objeto de estudio, y se formaliza que un sistema es aislado cuando no pierde ni gana nada, y nada lo perturba; evidentemente el único sistema así es el propio Universo, y el equilibrio es el estado más probable de un sistema, si bien esto no sirve para estudiar muchos procesos. A mediados de la década de los 40 del S. XIX , los biólogos tenían suficiente conocimiento de lo que es la energía libre que consumen los procesos biológicos, y las relaciones entre orden, energía e información, planteando que un sistema biológico (en el incluidos los entes humanos), no es un sistema aislado, puesto que intercambia energía, y al hacer un balance energético, se tiene que tomar en cuenta el sistema biológico MAS su medio, llegándose así a un muy alto grado de organización y de alejamiento del equilibrio, en que el medio sufre un gasto energético y una desorganización mayor, por lo que el segundo principio debe aparecer: crece la entropía de todo (organismo + medio) (Blanck-Cereijido, 2002, pp 25-27).

Los biólogos entonces adoptaron el modelo de sistemas de estado estacionarios, que se mantienen por la existencia de procesos balanceados (entrada y salida de energía).

Aún mejor para entender este concepto entrópico: la energía solar en su continuo flujo,

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