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La Estructura De Las Revoluciones Científicas

melimeli_231 de Mayo de 2015

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Thomas Kuhn

La estructura de las revoluciones científicas

Capítulos Prefacio, 1, 2, 3, 4, 7, 8, 9, 10, 13 y Posdata

1- INTRODUCCIÓN: UN PAPEL PARA LA HISTORIA

Las teorías anticuadas no dejan de ser científicas por el hecho de que hayan sido descartadas. Las primeras etapas de desarrollo de la mayoría de las ciencias se han caracterizado por una competencia continua entre una serie de concepciones distintas de la naturaleza (período preparadigmático). Lo que diferenciaba a esas escuelas no era uno u otro error de método sino lo que llegaremos a denominar sus modos inconmensurables de ver el mundo y de practicar en él las ciencias. Al menos en las ciencias maduras, las respuestas se encuentran enclavadas firmemente en la iniciación educativa que prepara y da licencia a los estudiantes para la práctica profesional. La ciencia normal se predica suponiendo que la comunidad científica sabe como es el mundo. Suprime frecuentemente innovaciones fundamentales, debido a que resultan necesariamente subversivas para sus compromisos básicos. Otras veces, revelando una anomalía que, a pesar de los esfuerzos repetidos, no responde a las esperanzas profesionales. La ciencia normal se extravía repetidamente (crisis), la profesión no puede pasar por alto ya las anomalías que subvierten la tradición existente de prácticas científicas; se inician las investigaciones extraordinarias que conducen a un nuevo conjunto de compromisos, una base nueva para la práctica de la ciencia: son las revoluciones científicas, los complementos que rompen con la tradición a la que está ligada la actividad de la ciencia normal. En las revoluciones científicas se necesita el rechazo por parte de la comunidad de una teoría antes reconocida para adoptar otra incompatible con ella. Una nueva teoría raramente constituye solo un incremento de lo que ya se conoce. Su asimilación requiere la reconstrucción de teoría anterior y la reevaluación de hechos anteriores.

4) FRAGMENTOS PREFACIO, 2, 3, 4, 7, 8, 9 y 10

Llamo paradigmas a realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.

Ciencia normal significa investigación basada firmemente en una o mas realizaciones científicas pasadas que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior. Los paradigmas incluyen, al mismo tiempo, ley, teoría, aplicación e instrumentación. El estudio de los paradigmas es lo que prepara principalmente al estudiante para entrar a formar parte como miembro de la comunidad científica particular con la que trabajará más tarde. Los hombres cuya investigación se basa en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas reglas y normas para la práctica científica. Este compromiso y el consentimiento aparente que provoca son requisitos previos para la ciencia normal. La adquisición de un paradigma es un signo de madurez en el desarrollo de cualquier campo científico. Estas transformaciones de los paradigmas son revoluciones científicas y la transición sucesiva de un paradigma a otro por medio de una revolución es el patrón usual de desarrollo de una ciencia madura. El patrón característico del período anterior se caracterizaba por la existencia de numerosas escuelas y subescuelas competidoras, la mayoría de las cuales aceptaban una u otra variante de la teoría. Todas esas escuelas llevaron a cabo contribuciones importantes al cuerpo de conceptos, fenómenos y técnicas. Cualquier definición del científico que excluya al menos a los miembros más creadoras de esas diversas escuelas, excluirá asimismo a sus sucesores modernos; esos hombres eran científicos.

Los paradigmas obtienen su status como tales, debido a que tienen más éxito que sus competidoras para resolver unos cuantos problemas que el grupo de profesionales ha llegado a reconocer como agudos. La ciencia normal consiste en una realización lograda mediante la ampliación del conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como particularmente reveladores, aumentando la extensión del acoplamiento entre esos hechos y las predicciones del paradigma. Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no encajarían dentro de los límites mencionados frecuentemente ni siquiera se los ve, es posible que sean defectos.

El proyecto cuyo resultado no cae dentro de esa gama estrecha es, habitualmente, un fracaso de la investigación, fracaso que no se refleja sobre la naturaleza sino sobre el científico. Para los científicos, los resultados obtenidos mediante la investigación normal son importantes, debido a que contribuyen a aumentar el alcance y la precisión con la que puede aplicarse un paradigma. Una de las cosas que adquiere una comunidad científica con un paradigma, es un criterio para seleccionar problemas que, mientras se de por sentado el paradigma, puede suponerse que tienen soluciones; otros problemas se rechazan como metafísicos.

Después de que el descubrimiento había sido asimilado, los científicos se encontraban en condiciones de explicar una gama más amplia de fenómenos naturales o de explicar con mayor precisión algunos de los previamente conocidos. Pero este avance se logró sólo descartando ciertas creencias y procedimientos previamente aceptados y, simultáneamente, reemplazando esos componentes del paradigma previo por otros. Si la percepción de la anomalía desempeña un papel en la aparición de nuevos tipos de fenómenos, una percepción similar es un requisito previo para todos los cambios aceptables de teoría. La percepción de la anomalía había durado tanto y había penetrado tan profundamente, que sería apropiado describir los campos afectados por ella como en estado de crisis creciente. Debido a que exige la destrucción de paradigmas en gran escala y cambios importantes en los problemas y las técnicas de la ciencia normal, el surgimiento de nuevas teorías es precedido generalmente por un período de inseguridad profesional profunda. El fracaso de las reglas existentes es el que sirve de preludio a la búsqueda de otras nuevas. Cuando se presentaba una discrepancia, los científicos siempre eran capaces de eliminarla, mediante algún ajuste particular. Pero conforme pasó el tiempo, un hombre que examinara el resultado neto del esfuerzo de investigación normal de muchos científicos podía observar que la complejidad estaba aumentando de manera mucho más rápida que su exactitud y que las discrepancias corregidas en un punto tenían probabilidades de presentarse en otro. Un número cada vez mayor de los mejores científicos reconocía que el paradigma fallaba en sus aplicaciones a sus propios problemas tradicionales. Este reconocimiento fue el requisito previo para que un científico rechazara el paradigma anterior y se diera a la búsqueda de otro nuevo. La teoría nueva parece una respuesta directa a la crisis. Los problemas con respecto a los que se presentan los derrumbamientos, eran todos de un tipo reconocido desde mucho tiempo antes. El fracaso con un problema nuevo es decepcionante pero nunca sorprendente.

Los científicos, aún cuando pueden comenzar a perder su fe, no renuncian al paradigma que los ha conducido a la crisis, no tratan las anomalías como ejemplos en contrario. Una vez alcanzado el status de paradigma, una teoría científica se declara inválida solo cuando se dispone de un candidato alternativo para que ocupe su lugar. La decisión de rechazar un paradigma es siempre, simultáneamente, la decisión de aceptar otro, y el juicio que conduce a esa decisión involucra la comparación de ambos paradigmas con la naturaleza y la comparación entre ellos. Todas las crisis se inician con la confusión de un paradigma y el aflojamiento consiguiente de las reglas para la investigación normal. Y todas las crisis concluyen con la aparición de un nuevo candidato a paradigma y con la lucha subsiguiente para su aceptación. La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo está lejos de ser un proceso de acumulación, al que se llegue por medio de una articulación o una ampliación del antiguo paradigma. Es más bien una reconstrucción del campo, a partir de nuevos fundamentos, reconstrucción que cambia algunas de las generalizaciones teóricas más elementales del campo, así como también muchos de los métodos y aplicaciones del paradigma. Un cambio de paradigma es un proceso que involucra manejar el mismo conjunto de datos anteriores, pero situándolos en un nuevo sistema de relaciones concomitantes al ubicarlos en un marco diferente. Debido a que el nacimiento de una nueva teoría rompe con una tradición de práctica científica e introduce otra nueva que se lleva a cabo con reglas diferentes y dentro de un universo de razonamiento también diferente, esto solo tiene probabilidades de suceder cuando se percibe que una primera tradición ha errado el camino de manera notable.

Las revoluciones científicas se inician con un sentimiento creciente, también a menudo restringido a una estrecha subdivisión de la comunidad científica, de que un paradigma existente ha dejado de funcionar adecuadamente en la explicación de un aspecto de la naturaleza, hacia el cual, el mismo paradigma había previamente mostrado el camino. Las revoluciones científicas, solo necesitan parecerles revolucionarias a aquellos cuyos paradigmas sean afectados por ellas. Para los observadores exteriores pueden parecer partes normales del proceso de desarrollo. La elección entre paradigmas en competencia resulta una elección entre modos incompatibles de vida de la comunidad. La elección no está y no puede estar determinada solo por los procedimientos de evaluación

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