La Filosofía Contemporánea

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FILOSOFIA[pic 4]

Etapa 4:

La Filosofía Contemporánea

                                                EVIDENCIA DE APRENDIZAJE

La vieja y la nueva filosofía según Moritz Schlick.[pic 5][pic 6]

“No hay, pues, otra prueba y confirmación de las verdades que no sea la observación y la ciencia empírica. Toda ciencia es un sistema de conocimientos, esto es, de proposiciones empíricas verdaderas. Y la totalidad de las ciencias, con inclusión de los enunciados de la vida diaria, es el sistema de los conocimientos. No hay, además de él, ningún dominio de verdades “filosóficas”. La filosofía no es un sistema de proposiciones, no es una ciencia.

Pero entonces, ¿qué es? Bueno; desde luego no es una ciencia, pero, no obstante, es algo tan significativo y de tanta importancia que, de ahora en adelante puede ser honrada, cual, en tiempos pasados, como la Reina de las Ciencias. Porque no está escrito en ninguna parte que la Reina de las Ciencias tenga que ser ella misma una ciencia. La característica positiva del viraje del presente se halla en el hecho de que reconozcamos a la filosofía como un sistema de actos en lugar de un sistema de conocimientos. La actividad mediante la cual se descubre o determina el sentido de los enunciados: ésa es la filosofía. Por medio de la filosofía se aclaran las proposiciones, por medio de la ciencia se verifican. (…)

Indudablemente habrá aún muchos choques en esta acción de retirada. Sin duda muchos seguirán durante siglos vagando a lo largo de las sendas tradicionales. Los escritores filosóficos seguirán discutiendo durante largo tiempo los viejos pseudoproblemas. Pero al final ya no serán escuchados; se parecerán a actores que siguen representando durante algún tiempo, antes de darse cuenta de que el auditorio lentamente se ha ido ausentando. Entonces ya no será necesario hablar de “problemas filosóficos”, porque se hablará filosóficamente sobre todos los problemas, es decir, con claridad y con sentido.”

Moritz Schlick: “El viraje de la filosofía” [1930/31], en A. J. AYER (ed.): El positivismo lógico, Madrid-México: Fondo de Cultura Económica, 1978, pp. 62 y 65.

El planteamiento que se formula en el texto "Viraje a la filosofía" autoría de Moritz Schlick es que la diferencia entre el oficio de la filosofía y su finalidad en la antigüedad con respecto a la modernidad es el paradigma en el cual se fundamenta; para los filósofos antiguos, un ejercicio científico, estricto, riguroso.

En cambio, la filosofía moderna, si bien se asume como "ciencia basal o matriz" de todas las que existen actualmente (en virtud de que se fundamentan en la acción de pensar racional y estructuradamente), no debe ser restringida por la rigurosidad metodológica científica, sino abordar las inquietudes humanas individuales y sociales con amplitud, por medio de proposiciones que la ciencia puede verificar.

“Entonces ya no será necesario hablar de problemas filosóficos, porque se hablará filosóficamente sobre todos los problemas, es decir, con claridad y sentido”

Todo filósofo recuerda el momento crucial de su filosofía, es decir, el momento en que reconoce su profesión. ¿Quién no está satisfecho con sus padres cuando cantan la palabra "filosofía" en casa? En otras palabras, "pedaleo mental" es la mejor definición para algunas personas, mientras que otras lo ven como la reina de todo conocimiento y ciencia. [pic 7]

Moritz Schlick plantea en su trabajo “El viraje de la filosofía” si existe o no progreso en la filosofía. A raíz de sus palabras, nos vamos a preguntar: ¿qué hace exactamente la filosofía?, ¿por qué se habla de una “vocación filosófica” ?, ¿cómo es que la filosofía es un modo de vida? Y vamos a demostrar, junto con el autor, cómo en filosofía también puede no haber “interrogantes auténticos, sino unas series de palabras sin sentido”: eso que algunos llaman “pedaleo mental”.

¿Por qué filosofía?

La palabra clave para enfrentar todas estas preguntas es una: “sentido”. La filosofía sólo va a tratar con cosas que tengan “sentido” (esto también podría ser tema de conversación con esos padres disgustados). “Donde quiera que haya un problema con sentido siempre se puede, en teoría, encontrar el camino que lleva a la solución”. Aquí está la diferencia entre “interrogantes auténticos” y “unas series de palabras sin sentido”. Y ese camino que hay que recorrer es el que va a trazar la filosofía. “La actividad mediante la cual se descubre o determina el sentido de los enunciados: ésa es la filosofía”.

La filosofía, por tanto, busca el sentido o el significado de las proposiciones. Esto no parece tan distinto a lo que comúnmente se concibe como tarea filosófica, pero el autor va a añadir un matiz. Si quiero explicar el significado de una cuestión con palabras o proposiciones, me veré obligado a explicar también el significado de esas palabras con más palabras, remontándome a una cadena infinita. Siempre se va a llegar a “presentarse y mostrarse lo que se quería significar”, se va a llegar a los hechos, porque son los únicos que no necesitan de una explicación posterior. Y, por tanto: “la asignación final de significado siempre tiene lugar mediante actos. Estos actos constituyen la actividad filosófica”.

Así es como el Moritz propone la filosofía: como un sistema de comportamiento más que como un sistema de conocimiento. "El conocimiento y la experiencia son completamente diferentes". Esto me recuerda la afirmación de Platón sobre el núcleo de su filosofía: nunca lo encontraremos en sus escritos, si alguien quiere saber, tendrá que acompañar al filósofo en su propio camino, Tendrá que sobrevivir. La filosofía es una forma de vida, que está lejos del método filosófico actual como ciencia abstracta y teórica, ¡y lejos de la practicidad de la vida y la sustancia de la experiencia! En este sentido, el autor criticó especialmente el camino que ha tomado hasta ahora la metafísica: "Los esfuerzos metafísicos se hacen expresando conocimientos inexpresables". Lo inexplicable no se puede "decir", sólo se puede mostrar

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