La Mentira Dule Mas Que La Verdad
luz.c17 de Noviembre de 2013
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ANÁLISIS SOCIOLÓGICO DE LA OBRA EL "SEXTO"
“EL SEXTO”
I.- ÍTEMS GENERALES A DESARROLLAR
1.1. NOMBRE DE LA OBRA:
“EL SEXTO”
1.2. NOMBRE DEL AUTOR:
José María Arguedas Altamirano
1.3. EDITORIAL:
Juan Mejía Baca
1.4. AÑO DE PUBLICACIÓN:
1961
1.5. LUGAR DE PUBLICACIÓN
Lima, Perú
II.-ÍTEMS ESPECÍFICOS A DESARROLLAR.
2.1. RESEÑA BIOGRÁFICA DEL AUTOR:
· Biografía básica:
José María Arguedas nació el 18 de enero de 1911, en la cuna de la cultura Chanca, Andahuaylas. Su infancia no fue muy grata, pues a los dos años de edad falleció su madre, y pronto se fue a vivir con su abuela paterna.
En 1915, su padre se muda a Lucana, Ayacucho, donde se casa con una rica hacendada. La casa estaba llena de sirvientes indígenas, que eran maltratados por su madrasta. Según Arguedas, el desprecio por ellos llegaba a igualarse al que sentía por él, y terminó mandándolo a dormir con los sirvientes. Escapó de su casa, y se fue a recorrer el país con su padre.
Pasó por Cusco, Huamanga y Abancay, esta última ciudad, escenario de su magnífica novela “Los ríos profundos”. En 1931, con 20 años, se estableció en Lima, e ingresó a la Facultad de Letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En 1937 fue apresado por participar en protestas estudiantiles y fue trasladado al penal “El Sexto” de Lima, donde permaneció 8 meses en prisión, episodio que tiempo después evocó en la novela del mismo nombre. Sin embargo, su primera obra fue “Yawar fiesta”, publicada diez años después (1941).
Ya había logrado su licenciatura y trabajaba en el Ministerio de Educación y en las grandes unidades escolares Alfonso Ugarte, Nuestra Señora de Guadalupe y Mariano Melgar de Lima. En 1958, “Los ríos profundos” lo consagraría como el precursor de la corriente indigenista, donde también participaba Ciro Alegría.
Poco después comenzaría su cátedra en la Universidad Agraria de La Molina, y con eso, la publicación de sus obras “El Sexto” (1961), “Todas las sangres” (1964) y “El sueño del pongo” (1965), entre otras. El 28 de noviembre de 1969, una bala en la sien le quitó la vida al ilustre personaje. Minutos antes, escribió una carta de despedida, una carta donde explicaba que el sufrimiento le había ganado la partida.
El “sexto” es su cuarta novela y merece un total aprecio y reconocimiento con el premio nacional a la cultura “Ricardo Palma”. Es una breve novela basada en la experiencia carcelaria que le toco vivir durante el gobierno militar y dictatorial de Oscar R. Benavides. A diferencia de ríos profundos, esta obra tiene como personaje a Gabriel que es el seudónimo que utiliza con el que el narrador – personaje participa en la novela, en la cual es un muchacho provinciano apolítico y muy sensible donde se mesclan la angustias sufrimiento y la muerte, son los elementos sobre el cual gira la obra.
· Posturas políticas:
Siempre estuvo cerca de los grupos y movimientos de izquierda socialista. con ellos. Se podría decir sin forzar arbitrariamente las cosas que la de Arguedas era más bien la sensibilidad correspondiente a un socialismo que Mariátegui llamó indoamericano, porque Arguedas tenía un sentimiento más por lo autóctono, por lo indigenista, si el alguna vez se le hubiera ocurrido pensar en una revolución hubiera creado una partiendo de sus raíces, él lo sabía también como antropólogo. Las ideas de igualdad social que esos tiempos se manejaban eran para Arguedas simplemente aleluya das que no tenían al final argumentos sólidos para el cambio social, porque no se tomaban a la gente andina, por miraba que seguirían siendo excluidos, porque de una manera Arguedas conocía la serranías de palmo a palmo y lo más importante conocía la idiosincrasia, es decir la forma de pensar y sentir de cada uno de los pueblos. A su salida de El Sexto se integró como militante en el Partido Comunista Peruano y salió de esa organización al vivir una dura decepción.
· Ubicación en la estructura social.
Escritor y antropólogo peruano. Su labor como novelista, como traductor y difusor de la literatura quechua, y como antropólogo y etnólogo, de incorporar la cultura indígena a la gran corriente de la literatura peruana escrita en español desde sus centros urbanos. La cuestión fundamental que plantean estas obras, pero en especial la de Arguedas, es la de un país dividido en dos culturas —la andina de origen quechua, la urbana de raíces europeas— que deben integrarse en una relación armónica de carácter mestizo. Los grandes dilemas, angustias y esperanzas que ese proyecto plantea son el núcleo de su visión. Nacido en Andahuaylas, en el corazón de la zona andina más pobre y olvidada del país. Perteneció de niño a la clase social de los profesionales por parte de su padre, por la misma profesión; posteriormente pasa al grupo social indígena por el abandono de su padre y dejarlo en manos de la madrastra que lo maltrataba.
Adulto, Arguedas, pertenece a la clase media; dedicado íntegramente a la docencia universitaria; pero siempre con tendencias por la clase más olvidada los indígenas por la que siempre abogó.
2.2 ARGUMENTO DE LA OBRA:
La obra El Sexto se trata de un libro testimonio, en la cual el personaje ale principal E Gabriel un muchacho que es apresado por simplemente participar en una protesta política contra el régimen dictatorial que esos momentos pasaba su país. En este lugar conocerá las injustitas y demás aberraciones que se cometen dentro de una prisión.
El Sexto, en pleno centro de Lima, donde oye los cánticos de los presos políticos: los apristas cantan a todo pulmón «La marsellesa» y los comunistas el himno de «La Internacional». Gabriel es un estudiante universitario involucrado en una protesta contra la dictadura que rige al país y por ello es conducido al pabellón destinado a los presos políticos, situado en el tercer piso del penal. Es introducido en una celda, que compartirá en adelante con Alejandro Cámac Jiménez, un sindicalista minero de la sierra central, preso por comunista.
Cámac se convierte para Gabriel en el guía y consejero dentro de esta escoria de al sociedad donde se encuentra «lo peor y lo mejor del Perú». La cárcel está dividida en tres niveles: en el primer piso se encuentran los delincuentes más peligrosos y prontuarios; en el segundo están los delincuentes no avezados (violadores, ladrones primerizos, estafadores, etc.) y en el tercero se encuentran, como ya queda dicho, los presos políticos. Gabriel va conociendo uno por uno a los presidiarios. Pedro es el líder de los comunistas y Luis el de los apristas; estos últimos son los más numerosos. Destacan también el aprista Juan o «Mocontullo» y el comunista Torralba. Otros «políticos» como el «Pacasmayo» y el piurano Policarpo Herrera se consideran apolíticos y aducen estar en prisión por venganzas personales.
De entre los delincuentes del piso inferior Gabriel conoce a los que son los faites del penal del Sexto: Maraví, el negro Puñalada y el Rosita, donde este era un maricón pero todos lo respetaban porque manejaba muy la chaveta Otro grupo lo conforman los vagos, algunos de los cuales tenían cierta características particulares, como el negro que enseña su pene, este negro tenía un pene aventajado que por diez centavos loa mostraba, diciendo. “Señorcito por diez centavos se la saco”, y había otros presos que eran la burla: como el Pianista, el japonés y el Clavel. Lo ocurrido en torno a Clavel, máxima expresión el horror carcelario. Clavel es un muchacho maricón quien luego de ser violado por los presos, es encerrado por Puñalada en una celda obligándolo a prostituirse, todo ello con la complicidad de los guardias y las autoridades penitenciarias al final este muchacho termina enloquecer.
Una escena nos permite conocer el alma bondadosa de Gabriel. Cuando el Pianista agoniza en el pasillo víctima de los maltratos sufridos, Gabriel, con ayuda de «Mocontullo», lo recoge, lo regresa a su celda y lo abriga con su ropa. Inesperadamente se acerca el Rosita ofreciendo ayuda y protección al Pianista. Pero éste aparece muerto al día siguiente y algunos presos acusan a Gabriel de ser responsable de su muerte, presumiendo que las ropas que le regaló habían atraído la codicia de los vagos quienes en el forcejeo para quitárselas lo habrían ahorcado. Esto provoca una disputa entre apristas y comunistas; los primeros acusan a los segundos de provocar el incidente, para enredar a «Mocontullo» con Rosita, y así ensuciar la trayectoria de quien era considerado como la esperanza del partido, por su juventud y entusiasmo. Este incidente provoca una serie de discusiones entre los militantes de cada partido. Los apristas se consideran los verdaderos representantes del pueblo peruano y acusan a los comunistas de estar al servicio de Moscú; por su parte, los comunistas acusan a los apristas de ser intrigantes y actuar solo como instrumentos de la clase oligárquica para frenar la revolución auténtica. Ante tal discusión, Gabriel no tiene reparos en decir abiertamente que no comulga con ideologías y disciplinas politizadas que, según él, limitan la libertad natural del ser humano. Los demás comunistas le responden que es un idealista y soñador, y que le faltaba compenetrarse más con la doctrina del partido.
Mientras tanto el mariconcito Clavel continua siendo prostituido en
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