La Metacognición

La Metacognición

Paladines Correa Kevin Omar

12 de julio de 2016

Podemos entender como metacognición a las estrategias que nos permiten aprender algo procesar ideas, conocer e identificar el estilo de aprendizaje con el cual nos permitimos aprender algo, este término se puede usar para designar a una serie de operaciones y funciones cognoscitivas llevadas a cabo por una persona, mediante un conjunto de mecanismos intelectuales que le permiten evaluar información.

     La metacognición conlleva una amplia relación con la metamemoria. Allueva considera que “al hablar de metamemoria nos referimos al conocimiento que tenemos de nuestra memoria y hace referencia a todo lo que conocemos, si somos o no capaces de recordar alguna cosa, nuestras capacidades memorísticas, cómo poder controlar el olvido, etc” (2002, p.72-73). De esta manera la relación entre la memoria y el conocimiento se vuelve fundamental en el ámbito metacognitivo.

     Es una manera de aprender a razonar sobre el propio razonamiento, aplicación del pensamiento al acto de pensar , es mejorar las actividades y las tareas intelectuales que uno lleva a cabo usando la reflexión para orientarlas y asegurarse una buena ejecución. La reflexión es una habilidad propia del ser humano que ayuda a desarrollar la metacognición, gracias a esta característica el humano se diferencia de los demás seres y se genera un libre albedrío.

     Se genera un hábito mental que planea los recursos necesarios, a ser sensible a la retroalimentación y evaluar la efectividad de las acciones propias que actúan como componentes que se utilizan en la planeación de lo que uno hará y llevara a cabo. Este proceso nos permite saber si el proceso de cognición está fallando y nos permite analizar nuestro propio pensamiento. El aprendizaje toma un rol significativo en este proceso, para el cual se destacan factores específicos de la metodología empleada.

En el aprendizaje, además de los factores y estrategias cognitivas que hemos mencionado, están siempre presentes factores motivacionales, que resultan tan importantes como los cognitivos para lograr buenos resultados. En algunas ocasiones el alumnado fracasa en las tareas académicas, no tanto por carecer de estrategias cognitivas, como por un déficit en estrategias motivacionales que les permitan desarrollar y mantener un estado motivacional y un ambiente de aprendizaje apropiado. Se presentan a continuación algunos criterios de actuación para la organización motivacional de la instrucción, que se pueden traducir en aplicaciones concretas. Hay cinco factores a los cuales tiene que prestar atención el profesorado: 1. La forma de presentar y estructurar la tarea; 2. La forma de organizar las actividades en el contexto de la clase; 3. Los mensajes que da antes, durante y después de la tarea y que afectan a la relevancia y valor de las metas y a la valoración del sujeto; 4. El modelado de valores, así como de las formas de pensar y actuar al enfrentarse con las tareas y 5. La forma que va a adoptar la evaluación del alumnado. (García, 1993, p.8)

...