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La dimensión trascendente


Enviado por   •  26 de Abril de 2023  •  Ensayos  •  1.864 Palabras (8 Páginas)  •  40 Visitas

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La dimensión trascendente

La transformación cualitativa del ser humano en persona. Esta transformación es, en definitiva, la lucha de la humanidad para conquistar formas de existencia que admiten una modificación de naturaleza en individuo y sociedades. Todos debatimos diariamente en los límites que nos imponen tres aspectos de la existencia: la necesidad, la carencia y el deseo.

Estas tres peculiaridades de la vida representan la explicación del perpetuo movimiento humano en busca de aquello diferente, que en distintas maneras, aspiramos a encontrar como lo otro capaz de completarnos.

El ser humano se reconoce incompleto y como tal carenciado en cualquier orden de su vida. La palpable insatisfacción por las condiciones materiales de existencia que debe atravesar el ser humano, se sabe encerrado dentro de límites. Es ahí donde aparecen las necesidades. Podríamos decir que somos una necesidad dialéctica, cuyos componentes antagónicos son la carencia y el deseo. Necesitamos porque carecemos, y por lo tanto deseamos porque queremos superar esas carencias y satisfacer nuestras necesidades.

Desde esta situación, elaboramos respuestas, diseñamos proyectos, y trazamos caminos que nos ponen en una lucha constante con resultados nunca definitivos y siempre parciales, que nos impulsan a replantearnos las respuestas.

¿Desde qué ámbitos el ser humano busca superar la necesidad dialéctica?, reconocemos tres dominios desde los cuales buscamos encontrar respuestas.

  1. La necesidad de encontrar respuestas al deseo de establecer las bases del conocimiento acabado y de la verdad, desembocó en los dominios de la metafísica.
  2. La idea superadora de la justicia y el equilibrio social, que promueve el desarrollo individual, hace que elaboremos utopías, que dan sentido a la vida dentro de los límites impuestos por los grandes proyectos civilizatorios.
  3. Por último, la búsqueda de respuestas ante la carencia expresada en la finitud de la vida humana y, consecuentemente, en la falta de sentido y esperanza de un tránsito vital sin destino cierto, orientó el rumbo hacia la salida que brinda la trascendencia religiosa.

La metafísica

El ser humano no desiste en la búsqueda de caminos que permitan encontrar una respuesta abarcativa y global al desafío planteado por el deseo de saber y conocer. La aspiración de la especie humana al Todo, a la Verdad, al Saber concluyente se tradujo a lo largo de la historia en grandes construcciones metafísicas que buscaron dar una explicación omnicomprensiva y al mismo tiempo coherente del problema gnoseológico.

El ser, la idea, el logos, lo uno, las sustancias o las esencias son solo algunas de las tantas “soluciones” se han elaborado para poder dar cuenta de nuestro conocimiento. La metafísica es, entonces, el recurso plenamente humano que nos damos para superar, o amortiguar, la contradicción carencia-deseo en el dominio del conocimiento.

Según el filósofo Immanuel Kant la metafísica no es una ciencia, es más bien un mero arte dialectico; aunque es evidente que el pensamiento humano no ha tenido muy buen resultado en esta empresa, pues se puede observar un claro estancamiento en el desarrollo de la metafísica, que podría resolverse usando el modelo científico, con el que se ha hecho un progreso rápido en otros campos del saber.

 Para establecer como ciencia un conocimiento es necesario distinguirlo de los demás, señalando que sea lo propio de él, qué lo diferencia; de este modo se impide que se confundan los límites entre ciencias.

Para Kant la respuesta es que no. La metafísica se ocupa de objetos, como Dios, el Yo o el Mundo, de los que no tenemos experiencia sensible. Y a los objetos de los que no tenemos experiencia no es legítimo aplicarles las categorías. Por ejemplo, podemos legítimamente aplicar la idea de causa a un objeto de la experiencia, como un terremoto, y preguntarnos por qué sucede, pero no podemos hacerlo con la totalidad del mundo y decir; ¿Por qué hay mundo? Podemos legítimamente aplicarle la categoría de existencia a Barack Obama y decir “Barack Obama existe”, pero no podemos de ningún modo aplicárselo a Dios, y decir que existe.

Kant es categórico a la hora de decir que es imposible el conocimiento metafísico de manera científica. Pero al mismo tiempo, él afirma que la tendencia metafísica es universal en el ser humano. Para eso distingue entre Ciencia y Razón. Según él la Razón humana tiene la tendencia natural de abandonar sus límites y tratar de especular sobre Dios, el Mundo, la Libertad, el alma, la muerte, el amor, la voluntad… Los seres humanos se abandonan a la ilusión de poder establecer conocimientos sobre esos temas, (de los que no tenemos experiencia) porque la razón humana es imaginativa, y no ve sus límites. Pero la metafísica es una ilusión. Y la prueba es que cuando nos ponemos a pensar en estas cosas la razón humana cae en lo que Kant llama antinomias y paralogismos, que son contradicciones de las que no podemos salir.

La utopía

Es una manifestación de lo que el hombre tiene como fin propio y de lo que debe tener para realizarse como persona. El hombre proyecta colectivamente modelos sociales superadores de las formas injustas de convivencia. La utopía es justamente la propuesta de modelos superadores de convivencia dentro de las condiciones históricas concretas en las que tiene cabida su formulación. La utopía reclama la plena realización de las personas en su doble condición de miembros de la sociedad y de individuos.

Desde luego, la función de la utopía degenera cuando no cumple con las manifestaciones del deseo. Esto ocurre cuando la utopía no se elabora desde lo real concreto y en su gestación prescinde de las condiciones histórico-materiales de vida. En esos casos los resultados se traducen en esterilidad de esfuerzos seguidos de sentimientos de impotencia y desilusión.  Pero un proyecto con estos rasgos ya deja de ser utópico y se transforma en su caricatura: el utopismo.

Entendida de este modo, la utopía se caracteriza por tres notas que la distinguen del utopismo:

a) su relación con la necesidad histórica, que se desarrolla en una realidad nueva y distinta que construir a partir de las posibilidades del presente.

b) busca y construye las mediaciones históricas que hacen posible la transformación de la realidad en el sentido de la utopía.

c) la utopía pertenece al orden racional, requiere del análisis científico de la realidad para conocer sus tendencias y sus posibilidades de transformación, e incluso como estímulo para la creatividad de la ciencia la construcción de un futuro diverso.

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