La historia de Hafid

Nos cuenta la historia de Hafid, un anciano que se dedicó gran parte de su vida al comercio. Este poseía una gran riqueza y un enorme palacio.

Un día llama a su amigo y tenedor de libros Erasmo y le dice que ya le quedaba poco tiempo de vida y que venda todos los bienes que gano durante toda su vida y los venda le de el dinero a los pobres y también que transfiera el título de propiedad del palacio a cada uno de los emporios que lo administraban en su nombre.

Erasmo cumple con lo que su jefe le dice y reparte el dinero. Hafid luego de saber esto cita a su amigo a un salón donde solamente había un cofre y nunca nadie había entrado. Este contenía los 10 pergaminos del éxito en el comercio. Hafid siguiendo a estos pergaminos había alcanzado el éxito que lo llevo a ser rico. Al saber esto Erasmo pregunta porque no compartía el secreto de los pergaminos con las demás personas así eran igual de exitoso que él, a esto contestó que serian entregados a la persona indicada y que lo sabría mediante una señal. Hafid le pide a su amigo que se quede junto a él hasta el día de la entrega de los mismos.

Al salir de la habitación Hafid se dirigió hacia una torre donde le agarro nostalgia y comenzó a recordar las épocas en la cual se dedicaba a vender.

Sus primeros pasos los dio con el vendedor mas grande que existía, Pathros, su padre adoptivo ya que sus padres habían muerto. Este le ofreció el puesto de camellero. Hafid era un joven con ambiciones y con capacidad para lograr de buena manera lo que su jefe le ordenaba. Pathros era un gran cosejero para Hafid y le decia lo que tenia que hacer con el dinero y como vender ya que tenia mucha experiencia.

Hafid se enamora de una dama de la alta sociedad y pide a Pathros que lo ascienda a vendedor para poder estar a la altura de ella y así poder conquistarla. Al ascenderlo le dice que la profesión no es fácil y que debe estar alejado de su familia para lograr el trabajo. La primera tarea que le manda es vender un manto muy costoso a Belén, el lugar mas pobre. Luego de 4 días sin venderlo pensó que fracasaría con la tarea que le dieron. Una noche cuando se dirigía hacia la cueva donde iba a pasar la noche vió a una familia con un bebe con mucho frío y decidió regalarle el manto para cubrir al niño.

Al salir de la cueva regreso a Jerusalén pudo observar en el cielo una estrella resplandeciente que lo siguió a Hafid de regreso a casa. Al llegar habla con Pathros y comentan sobre la estrella y luego cuando le pregunta sobre el manto le dice la verdad sobre lo acontecido aunque estaba con gran tristeza ya que pensaba que había fracasado, pero Pathros le dijo que el viaje fue beneficioso ya que la estrella lo había acompañado y que su próxima misión era a Palmira pero como camellero.

Hafid estaba muy decaído y Pathros lo llama y le dice si todavía quería ser vendedor al cual contesto un rotundo

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