La "objetividad" Del Conocimiento En La Ciencia Social

La “objetividad” del conocimiento en la ciencia social y en la política social

Las ciencias sociales per se no pueden fundamentarse en lo mismo que las ciencias naturales o las ciencias exactas pues, a pesar de que su objeto de estudio es el ser humano que puede ser estudiado de maneras muy particulares por cada ciencia, las ciencias sociales lo ven desde una perspectiva bastante diferente a las demás, pues si bien se basa en el empirismo, no lo utiliza como una forma de comprobar alguna otra cosa, sino estudia el propio empirismo.

Dado este sentido, Weber que es el autor al que se hace referencia en todo el texto explica que la ciencia social es la “ciencia de la realidad”, del empirismo pero como antes lo mencionamos, no echa mano de éste para comprobar u obtener información del medio físico que nos rodea y que nos compone, sino que estudia la realidad en la manera en que esta es percibida por la mente humana, en la manera en que la modificamos y la manera en que la sociedad nos hace entenderla, algo que Weber llama de forma atinada “cultura”.

Sin embargo, muchas, quizá innumerables cosas son las que componen a la cultura del género humano y que se van acrecentando cada instante que pasa pues el conocimiento, las experiencias la van incrementando o modificando conforme evoluciona la sociedad, de ésto se deduce que deba existir mínimamente un criterio que nos permita decidir que cosas son las que merecen o tienen prioridad para ser consideradas objeto de estudio de las ciencias sociales, con lo antes expuesto y la necesidad de dicho criterio el autor crea o explica una característica importante de ciertos acontecimientos culturales que les suma importancia sobre otros y por tanto puede ser esta característica el criterio para definir lo necesariamente estudiable de lo no necesariamente estudiable.

Y es aquí cuando define lo “valioso” que es todo fenómeno o acontecimiento cultural que tenga un “significado”, un “sentido” para la sociedad sea este un buen sentido o un mal sentido, el caso es que signifique, que afecte a los miembros o al pensamiento de los miembros de una sociedad.

De todo esto podríamos decir, aunque suene contradictorio, que el objeto de estudio, la forma en que las ciencias sociales se vuelven objetivas, se desprende de la subjetividad de la sociedad de manera que primero la subjetividad define lo que se debe estudiar por ser aquello que provoca interés en la sociedad y luego se debe objetivar éste objeto de estudio, aunque jamás con el objetivo de la formulación de leyes o enunciados que enmarquen los fenómenos sociales de forma estricta.

Luego de definir lo que se va a estudiar, y ser, por la característica de interesar a la gente, un “fenómeno de masas” se deben plantear los aspectos a estudiar como el significado de su existencia, las condiciones sociales, ideológicas o temporales que llevaron

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