Larra Y El Sentimiento Trágico De Su Vida

Larra y el sentimiento trágico de su vida

Larra es un reformista nato, que ataca con intención a la sociedad de su época. Él percibe los defectos de una estructura vacía y derruida y los expone, ya sea en conjunto o tomando individualmente aquetipos, para crear conciencia e incitar al cambio. Un cambio que eleve el objeto criticado y lo saque de su pozo, de su letargo. Él no evade la realidad sino que la enfrenta y la evalúa, pero a diferencia de los realistas no vislumbra ninguna solución, ni siquiera utópica.

Con gran inteligencia se enfrenta con los vicios, errores, costumbres, tradiciones e ideas de su sociedad. Sabe que su lucha no tiene final, sin embargo sigue adelante con lucidez y valentía contra la mediocridad, la censura, los resabios de la inquisición y la vulgaridad.

Larra es el agonísta de sus artículos, cada uno de ellos es una lucha vital por la supervivencia. La realidad se le opone. Su forma de criticar y denunciar la sociedad, es a través de la sátira, es uno de sus grandes recursos. Nos divierte, genera una sonrisa donde debería haber una mueca de dolor¿Cómo no va a sentirse sólo? Es verdaderamente un clown, su destino es el del payaso que desde su dolor hace reir.

La batalla continua contra lo existente, hace pensar en un Larra solitario, apartado de la vida normal, con grandes decepciones y resentimientos, empujándolo a la evasión, a vivir alejado del mundo. Por ello mientras intenta transformar la realidad, al mismo tiempo se esconde de ella, porque su peso lo marca.

Pero también vemos en Larra la imperiosa necesidad de figurar, de ser el centro de esa sociedad criticada, ser reconocido (“Los amantes de Teruel” en Artículos. Ed. Kapelusz.1967. Pag 194). Siente la angustia de la incomprensión y es desde este estado depresivo de donde surge uno de los síntomas románticos de él: la insatisfacción. Una fuerza que lo agovia y le hace decir:

“Escribir en el centro de la civilización, como Hugo y Lerminier, es escribir. Porque la palabra escrita necesita retumbar[...]Escribir como Chateaubriand y Lamartine, en la capital del mundo moderno, es escribir para la humanidad, digno y noble fin de la palabra del hombre que es dicha para ser oída. Escribir como escribimos en Madrid es tomar una apuntación, es escribir en un libro de memorias, es realizar un monólogo desesperante y triste para uno sólo. Escribir en España es llorar.” (1)

Sus fracasos sentimentales lo llevan a la cúspide de la desesperación, este momento se manifiesta en “La nochebuena de 1836”, donde usa su propia sangre como tinta y su persona como motivo.

Miguel de Unamuno dice: “nuestra filosofía, esto es, nuestro modo de comprender o de no comprender el mundo y la vida, brota de nuestro sentimiento respecto a la vida misma” (2) ¿Cómo podría definirse el sentimiento que tenía Larra respecto a la vida? Se puede

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