Las Huellas Del Fausto

Las huellas del fausto

La herencia de Goethe en la sociología de Max Weber

1---LOS SENTIMIENTOS DEL “ALMA BELLA”, SCHILLER, GOETHE, HEGEL.

El surgimiento, desarrollo y ocaso del tema del alma bella, puede ser considerado como un símbolo de la transición del siglo XVIII al XIX, de los ideales del mundo de la belleza a las realidades del mundo del trabajo. La idea del alma bella puede ser considerada como un hilo conductor que unifica y atraviesa sectores de la cultura que cada vez tienden más a ser pensados. Tres variantes de la teoría del alma bella: la religiosa, la estética y la política.

A) La variante religiosa y el cristianismo como religión del alma bella:

Aquí corresponde centrarse en los llamados escritos de juventud, ya que en ellos aparecen de forma paradigmática los elementos de la variante religiosa. En diversos pasajes del periodo de Francfort, se pueden encontrar diversas referencias a la teoría del alma bella en el contexto del análisis de la obediencia a la ley y de la contraposición entre el sometimiento judío a la ley y la libertad predicada por Jesús. El trasfondo de toda argumentación del joven Hegel es su enfrentamiento con Kant y el énfasis en la moral del deber.

Suponiendo que el hombre esta hecho para cumplir la ley, Jesús reivindica la necesidad de humanizar la ley, poniendo al hombre por encima de ella. A los mandamientos morales o civiles, concebidos como algo objetivo impuesto sobre el individuo, Jesús opuso la primacía de lo subjetivo. El joven Hegel acaba contraponiendo la enseñanza liberadora de Jesús frente al nuevo servilismo kantiano ante la ley.

El pueblo judío había transformado su fe religiosa en un mecanismo de sometimiento a preceptos rituales mantenidos y también incumplidos. Frente a esta hipocresía que penetra en la constitución política y es la base del mantenimiento del poder tradicional, Jesús introduce un elemento de ruptura al predicar la liberación del pesado yugo de la ley. En este sentido, Hegel afirma que Jesús opuso el hombre a la positividad de la ley judía, a las leyes y sus deberes opuso las virtudes interiores del individuo. Tampoco es posible sustituir una ley externa por otra ley interna.

Su atributo fundamental seria la libertad suprema, libertad ante toda ley porque esta más allá de todas las condiciones jurídicas. Solo reconoce la ley del amor o los impulsos del corazón. La belleza del alma también supone un individuo reconciliado consigo mismo, y su propio destino. Otro de los ejemplos que el propio Hegel aduce: el de la bella y célebre pecadora María Magdalena. (Un bello corazón no podía vivir sin pecado).

Autorrenuncia y reconciliación aparecen como atributos negativo y positivo de la belleza del alma. Mediante la renuncia consigue la libertad suprema y mediante el perdón, la reconciliación con los demás. La moral se eleva sobre la mera ley, el corazón lo hace sobre aquel espíritu jurídico.

B) Ética y estética en Schiller y Goethe

Lo que Schiller entiende como alma bella, Un alma se llama bella cuando el sentido moral ha llegado a asegurarse a tal punto de todos los sentimientos del hombre y no corre nunca peligro de estar en contradicción con sus decisiones.

Estas palabras que explican su visión del alma bella se inscriben en el marco de una discusión con la filosofía moral de Kant, donde la idea del deber, según Schiller, esta presentada con dureza. El intento se Schiller consiste en lograr una conciliación entre inclinación y deber, entre sensibilidad y razón, entre los afectos del corazón y la pureza de la voluntad, considerando que ésta está más en conexión con el sentimiento que con el conocimiento y que el hombre no sólo puede sino que debe enlazar el placer al deber. El ideal, el hombre reconciliado consigo mismo, sin reprimir los sentimientos en aras del triunfo de la razón pura y de la legislación moral. En este sentido afirma Schiller que sólo cuando su carácter moral brota de su humanidad entera y se han hecho en él naturaleza, es cuando está asegurado. El enemigo simplemente derribado puede volver a erguirse; sólo el reconciliado queda de veras vencido.

El alma bella actúa, obedeciendo a su propia naturaleza, síntesis de la razón y sentimientos. Además, ignora incluso la belleza de sus acciones y no puede enorgullecerse de ellas, ella misma nunca sabe de la belleza de su obrar y ya no se le ocurre que se pueda obrar y sentir de otro modo, en cambio, un adepto de la regla moral que en todo momento la observe escrupulosamente, estará siempre dispuesto a dar las más estrechas cuentas de la relación entre sus acciones y la ley.

Schiller es consciente de que sus críticas se dirigen más contra las interpretaciones rigoristas de la moral kantiana que contra el propio Kant. Su intento es terminar con el moralismo propio de la cultura alemana.

El ideal de Schiller y la expresión mas intima de su ser es la idea de libertad, idea que constituye el núcleo tanto de sus dramas como de sus poesías. La belleza aparece como una forma especial de la libertad e incluso como el óptimo de la libertad.

El propio Kant seria el responsable de la mezcla de categorías éticas y estéticas que aparecen en el concepto schilleriano de alma bella. Establece que la belleza es el símbolo del bien moral. Schiller postuló, a partir de las ideas de Kant, la noción de una nueva forma de civilización. La función estética es empleada para demostrar los principios de una civilización no represiva, en la que la razón es sensual y la sensualidad racional.

Schiller considera la herida de la cultura moderna como el antagonismo entre sensualidad y razón, entre naturaleza y libertad, entre lo individual y lo general, lo particular y lo universal. Cada una de estas dos dimensiones obedece a un impulso básico: el impulso sensual y el impulso de la forma. En palabras de Schiller: el hombre puede estar en contradicción con él mismo de dos maneras, como salvaje (sobre sus principios) o como bárbaro (cuando sus principios destruyen sus sentimientos). La única forma de resolver este conflicto seria a través de un tercer impulso: impulso del juego. A través de la belleza se llega a la libertad, solo en el estado estético se cumple el ideal de la igualdad política y todos, serian ciudadanos libres e iguales con los mismos derechos que el más noble. Por debajo de las formulaciones idealistas de Schiller nos encontramos con una propuesta radical de transformación de la sociedad, en la que el individuo se encuentra reconciliado consigo mismo, el hombre y la naturaleza están en armonía. La propuesta va dirigida a todos los seres humanos que, a través de la educación estética, han de llegar a reconciliar sentimiento y razón en el ideal del alma bella y en último término, en el ideal de una humanidad.

Pero este ideal de Humanidad implica la transformación del trabajo represivo en juego y la abolición de la división del trabajo para que cada uno de los ciudadanos pueda desarrollar todas sus capacidades. El propio Goethe, tras aceptarlo en una primera fase, más tarde lo pone en entredicho. El tema del alma bella se plantea en Goethe en términos parecido a Schiller. Así, por ejemplo, las llamadas “confesiones de un alma bella” Goethe describe el ideal romántico del alma bella, que realiza el bien espontáneamente actuando sin necesidad de premios o castigos exteriores, sino desde el fondo de su corazón y de sus sentimientos. Pero los temas del alma bella y del ideal de humanidad se transforman en el problema de la concepción del individuo y de las relaciones entre individuo y sociedad. Goethe ofrece aquí dos soluciones. Su evolución del romanticismo al clasicismo puede ser considerada como símbolo de la evolución entre dos variantes del individualismo. El paso del héroe romántico al individualismo clásico refleja y simboliza la transición de la época entre dos formas de entender al individuo y sus relaciones con la sociedad.

Evolución Goethe: su evolución desde la afirmación de que el sentimiento lo es todo a la preminencia del obrar (crear más actuar) y del conocer, sella la transición entre la juventud y la madurez del autor. El paso del sentimiento a la voluntad y representación. La época sentimental de la vida deja paso a la teórico-práctica, el sentimentalismo del Werther es sustituido por el objetivismo del fausto.

Años de aprendizaje: Es precisamente la relación entre las dos partes del ciclo de Guillermo Meister lo que mejor simboliza la contraposición entre individualismo y relación entre individuo y sociedad. En los Años de aprendizaje postula Goethe el autodespliegue del individuo, el desarrollo de todas sus capacidades, entendiendo a cada individuo como un pequeño mundo que refleja y simboliza a toda la humanidad. La importancia de este individualismo todavía del siglo XVIII que podríamos definir como un individualismo de la igualdad. Guillermo Meister confesara una inclinación por esa cultura armónica a la que no puede tener acceso por sus orígenes burgueses (ideales aristocráticos).

Aristocracia vs. Burguesía: La barrera entre aristocracia y burguesía aparece como insalvable para Guillermo Meister. El burgués debe producir y cultivar las facultades que le hagan útil, concluye Goethe. Los años de aprendizaje significan todavía la búsqueda del ideal del hombre completo, de la personalidad armónica, de la humanidad bella. Pero pronto este ideal va a entrar en crisis en el propio Goethe, siendo sustituido por una nueva concepción del individuo basada en la renuncia a la personalidad total y en la búsqueda de especialización.

La nueva concepción: “Los años de andanzas “elaboran una nueva concepción del individuo, un nuevo

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