Lo Bueno De Ser Bueno

Lo bueno de ser bueno

La filosofía a través de los tiempos ha tenido muchas preguntas, pero la interrogante que dice relación con ¿Qué es el bien? Debe ser sino la mas antigua al menos de las mas antiguas de sus interrogantes, y la contestación a esta enorme pregunta tiene diversos enfoques filosóficos dependiendo de cada escuela filosófica, en primer lugar nombraremos la escuela Antinaturalista que plantea, grosso modo que no hay nada bueno ni malo en la naturaleza, es decir, en virtud de esto se hace una separación de moral y naturaleza, llevando el concepto de bondad a un plano de subjetividad, enfoque que por cierto no comparto. Por otra parte esta la escuela Naturalista, que de muy buena manera plantea la existencia de una forma universal que es la bondad, dejando claro desde la perspectiva Platoniana-naturalista que dicha forma no es algo material sino que es una idea, en consecuencia, el concepto genérico de bondad debemos seguirlo lo mejor posible y para los que somos creyentes el parámetro a seguir es la bondad de Dios. Por otra parte esta otra escuela muy interesante fundada por Aristóteles que es conocida como Ética de la virtud, que tal como lo dice su nombre nos plantea que la bondad es resultado de la virtud, de tal manera que si educamos en la virtud recogeremos como resultado mejores personas. En mi humilde opinión son estas dos ultimas las mas acertadas en la medida que debemos tener parámetros establecidos a seguir, ya que sumergiéndonos en la subjetividad de la bondad y por consiguiente en una preocupante subjetividad moral no podríamos establecer de manera clara que es lo bueno, que es lo malo, lo moral e inmoral ya que si bien es cierto ambas cosas pasan por una decisión personal, elecciones personales que a su vez afectan a nuestro entorno, razón por la cual es necesario darle pautas básicas de seguimiento y aun mas, esta moral o bondad no solo debe regirnos en sociedad, sino que incluso cuando estamos solos, ya que es nuestro conciente, nuestro entendimiento y el seguimiento de la bondad de Dios lo que nos hace actuar de buena manera, pero también pensar en este mismo sentido, nuestra moral y bondad no debe estar supeditada a nuestras relaciones sociales cotidianas.

Por otra parte, si bien es cierto que la moral judío-cristiana si nos entrega las herramientas para saber como debemos guiar nuestro camino, no debemos desmerecer las doctrinas interesantes que nos entregan otras culturas, ya que pueden incluso llegar a complementar nuestras doctrinas propias, una que merece ser resaltada es la doctrina del Ahimsa, o del No Daño que forma parte relevante de la filosofía Hindú, esta, tal como dice su nombre consiste básicamente en no causar daño a los seres sensibles, es decir, todo lo que cauce daño es malo y lo que no lo cauce es bueno, pareciera entonces que esta percepción no es nada nueva y que nada aporta a los enfoques judío-cristianos pero la verdad es que debe hacerse un hincapié en algo que no se advierte a simple vista, este principio Hindú incluye a todos los seres sensibles en su planteamiento, en consecuencia incluye a los animales en su doctrina del no daño, cosa que no ocurre en nuestra doctrina cristiana, sin embargo, el cuerpo principal de la doctrina del no daño si se ve claramente reflejado en la sagrada escritura, así se puede leer en Mateo 7:12 los siguiente: “Por ,ende, todo lo que querrías que los hombres te hicieran, hazselo tu a ellos, pues tal es la ley de los profetas”, dejando bien en claro que este principio hinduista si tiene cabida en la doctrina cristiana, por lo menos en su planteamiento central.

Ahora bien, Cuando pensamos en ser bueno y que esto es a la vez es beneficioso para nosotros mismos es fácil entender cual es la razón suprema por la cual tenemos que actuar de buena manera, desde esta óptica algo utilitarista es comprensible actuar bien en la medida que esto nos traiga beneficios pero, la cuestión de “ser bueno” debemos entenderla desde su perspectiva ontologica, esto es, el estar convencidos de que hay que ser bueno por lo que significa por si mismo este concepto, Kant respecto de la moral planteaba que no solo había que actuar moralmente, ya que entender la moral desde el punto de vista de su exteriorización nos llevaría a una moral estéril. Con el concepto de bondad debiera utilizarse el mismo criterio kantiano para no caer en pragmatismos y alcanzar una superación personal real. Para los que creemos en un ser superior es imperativo actuar de manera bondadosa, ya que es el fin de Dios el que nos guía, pero no por esto debemos dejar de lado la idea de bondad en su significancia social-terrenal, en la medida que el libre albedrío otorgado por Dios a los hombres es y debe ser dirigido hacia la bondad y esta misma en su perspectiva social se ve reflejada en el bien común y la existencia del bien común presupone la existencia de ciertos principios como lo son el orden , la paz y la justicia, el principio de orden desde la perspectiva agustiniana se define como una recta disposición de dar a cada cosa su fin, la paz desde la misma definición agustiniana es la tranquilidad en el orden y la justicia tiene su definición ya histórica-latina de dar a cada cual lo suyo, en consecuencia, el “ser” puede ser distinto del bien común, puede ser la existencia de injusticia y arbitrariedad, pero el “deber ser” es y debe el bien común y este se alcanza entre otras cosas con la bondad.

Ahora bien, hay que tener claro que nosotros, los

...