Los románticos y el futuro

“Los románticos y el futuro”

Título del texto: Los románticos y el futuro

Autor: William Ospina

Fecha de Publicación:  1994

Editorial: Oronet

Por: Catalina Claro Tristancho y Juliana Camacho Barrera

El Romanticismo se suele definir como un movimiento cultural o como una reacción revolucionaria contra el racionalismo que se dio en la época de la Ilustración, donde principalmente se ven reflejados los sentimientos. “El romanticismo fue una actitud vital, una edad de sueños y de ideales, a sus hombres no les llenaba la vida el movimiento de los mercados o las noticias de actualidad, tenían como diría Rubén Darío: “Hambre de espacio y sed de cielo”, tenían ansia de eternidad, y eran infinitamente capaces de soñar, de creer, y de entregar su vida a esos sueños.” 

Tanto el Racionalismo como el Romanticismo son movimientos que se desarrollaron en tiempos muy cercanos, sin embargo, su mirada es totalmente distinta, podemos ver como el Racionalismo solo acepta lo que se puede demostrar mediante la lógica, lo que puede ser calculado o explicado, basándose fundamentalmente en la razón. Esto puede sumergirnos en un mundo marginado de emociones, sueños e ilusiones, es como una paradoja en un universo que cada vez más necesita creer en algo, pero a su vez se está dejando absorber por una sociedad de consumo donde lo material, lo racional y despótico prima sobre lo sentimental envolviéndonos en rasgos deshumanizados donde cada persona actúa en beneficio propio.  Podemos ver que el positivismo, corriente en la que todo tiene que ser lógicamente demostrable, se perfila quizá un mundo sin imaginación, únicamente racionalista. Si dicha ideologia existiera aun,  quizá no se generaria un avance y podria existir la tendencia de un estancamiento en la imaginación y sin imaginación no se podría descubrir más allá de las cosas, se asemeja   un mundo  donde  si algo  no servía se desechaba incluso los seres humanos en vista de que todo se basaba en el utilitarismo. Así como afirma el autor “En ese sentido, la razón no puede ser un criterio final de valoración del mundo. Pero cuando ella se agota y nos deja la evidencia de que nunca sabremos plenamente el significado, el origen, la composición y los propósitos del universo, siempre nos queda el amor por la vida, más fuerte y lleno de gratitud cuanto más inexplicable resulte ser ésta.” El hombre romántico tiene la capacidad y la necesidad de soñar, de creer, y de entregar su vida a esas ilusiones.  

Según Ospina se puede afirmar que es cierto que la razón es un medio esencial para permanecer en el mundo, sin embargo, esta no puede ser considerada el fundamento o  criterio final con la cual se valora el mundo. Es necesario hacer uso de la intuición, la imaginación y el instinto. Cuando la razón se agota y deja en evidencia que nunca sabremos plenamente el significado, el origen, la composición o los propósitos del universo, lo único que nos queda es el amor que tenemos por la vida. Es aquí donde la pasión supera la razón y esta encuentra sus límites, y se da el inicio de lo divino el cual consiste en revelar aquello que desconocemos y  nos hace más sensibles a su presencia  avivando a nuestra gratitud.  Ese sentimiento   que el romanticismo intenta exaltar, se identifica claramente en La Canción del Pirata  que  resalta valores muy característicos como la libertad, la independencia, una mirada al pasado reflejándolo en un pirata, la cual es una persona valiente, sin miedo, con fuertes sentimientos, y que no sigue ni las leyes, ni a lo “estipulado” por la sociedad.

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