Líderes

Los líderes que se me ocurren.

Nombrar líderes que cumplan con los puntos leídos en la nota técnica 12 de ética práctica.com, resulta fácil si podemos contemplar a los que son producto de la imaginación, pues en ese caso el primero que se me ocurre es Papá Pitufo o Número Uno, Migue, de los Chicos del Barrio. Si entráramos en el terreno bíblico aparecerían personajes como Moisés; Aarón; lo Jueces, entre ellos Sansón; los Profetas, Isaías, Elías, Samuel, entre otros; los Reyes, en especial los primeros, Saúl, David y Salomón. Podemos llegar a Cristo que pasa el mandato a sus Apóstoles, en especial a Pedro, y estos se lo delegan a sus seguidores.

Por otro lado la literatura, la tradición y las leyendas nos han dado un sinfín de héroes y líderes: El Rey Arturo en Inglaterra; Rodrigo Díaz de Vivar en España; Rolando en Alemania; Sigfrido en las tierras del norte; y Simbad en Irak.

Pero nada más increíble que la realidad para estos menesteres: Hitler dentro de los líderes que son considerados como malos. Franco en España y Mussolini en Italia. Atila levanta la mano por Asia. En el nuevo mundo Hernán Cortés dice presente junto con Pizarro.

Pero vienen los libertadores: Hidalgo, Morelos, Bravo y Guerrero en México; Bolívar, Sucre, San Martín en el Sur; Washington, en los Estados Unidos.

Mientras, Europa también tiene sus representantes: Iniciando con Alejandro Magno, y la gran Grecia de Pericles. Le siguen los jefes romanos llamados Césares que van de lo sublime con Julio y Augusto a lo ridículo con Calígula y Nerón.

El tiempo pasa y cómo olvidar al creador del Sacro Imperio Romano Germánico del Emperador Carlo Magno que marcó, aunque no lo crean, el inicio de la Segunda Guerra Mundial que sucedería siglos más adelante, y de lo cual otro día se detallará.

Están los Reyes Católicos que expulsan a los moros de España. Pedro el Grande en Rusia que convence a sus hombres para ir a Noruega a aprender a construir barcos, y él se convierte también en obrero.

En los años difíciles de la Iglesia saltan Inocencio III, Alejandro VI, cuyo nombre es armonioso, pues se llama Rodrigo, ya no importa que sea Borja para los españoles o Borgia para los italianos. Lutero, Calvino y cómo olvidar al rey Enrique VIII que logra la independencia espiritual de la isla hacia Roma.

Hablando de independencia está en Suiza, ese pequeño país europeo metido en una geografía muy accidentada, a Guillermo Tell, caudillo que se negó a hacer una reverencia al sombrero del rey e inicio la independencia de ese país.

El tiempo sigue su marcha y nos topamos con los líderes del siglo XX. Juan Pablo II; Fidel Castro; nuestros revolucionarios: Villa, Zapata, Obregón, el insigne Plutarco Elías Calles, inmortalizado por Martín Luis Guzmán en “La sombra del Caudillo”. Lázaro Cárdenas que expropió el petróleo y que ahora, otro líder moderno, Andrés Manuel López Obrador, lo ha elevado casi a rango de símbolo patrio, junto a la bandera y el escudo.

El deporte no se salva de los líderes y tenemos a las dos asociaciones deportivas más grandes y poderosas del planeta, me parece que superan a la O.N.U., el C.O.I. y la F.I.F.A. Del primero tenemos al español Juan Antonio Samaranch que pasa el mandato al francés Jacques Rogge. Por parte de la F.I.F.A. están el brasileño Joao Abelanch que deja su lugar al belga Joseph Blatter.

Dentro de los deportistas es imposible olvidar al gran Beckenbauer y a Jordan. A Maradona y su Nápoles, que con ayuda de Careca, logró llevar el Scudetto al sur de Italia. El equipo del Siglo pasado según la F.I.F.A., el Real Madrid, tuvo a su líder, Fernando Hierro, su enemigo natural lo tuvo en la persona de Guardiola. Hasta el poderosísimo Brasil del mundial de Estados Unidos en 1994 tuvo su mandamás, el menos brasileño de los brasileños, Dunga.

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