“Mi propio maniqueísmo”
LixaeiEnsayo21 de Febrero de 2016
989 Palabras (4 Páginas)296 Visitas
“Mi propio maniqueísmo”
Hoy en día la gente se empeña en no querer entender a la filosofía, en considerarla inútil e innecesaria, llegan incluso a llamar “muertos de hambre” a quienes se deciden a estudiarla como carrera. Y tal vez no sea extraño en una sociedad como la nuestra, en la que simplemente buscar la verdad deja de tener sentido, pues hemos llegado a vivir con tanta hipocresía, que las falsedades, los engaños y las mentiras, se nos hacen cosas normales, cotidianas. Es cierto que la filosofía no te da todas las respuestas, ni te plantea soluciones obvias, pues los temas que aborda son un tanto más grandes, genéricos, y el valor de la filosofía no es el de darte las respuestas, sino llevarte a cuestionar las preguntas, a pensar el ¿por qué? de las cosas y el ¿por qué no?, inclusive te lleva también a reconocer la propia ignorancia, para alcanzar por fin las respuestas que tanto buscábamos, o bien te invita a seguir buscando por otra vía.
Así es la filosofía, y debo de admitir, que en lo personal me ha ayudado a cuestionarme de tantas cosas que creía que eran de una forma, pero que realmente no eran así, porque nada, absolutamente nada en el universo es lo que parece ser, y lo que creemos correcto o bueno no siempre es lo mismo. Nuestras ideas van cambiando, la percepción que tenemos de la vida, de las cosas y de las personas también. La felicidad, ha sido tema de debate en mi interior, Aristóteles decía que para alcanzar la felicidad debíamos de ser bien parecidos, tener familia y acumular riquezas, los cínicos plantaban que vivir conforme a la naturaleza, y ser ciudadanos del mundo, es decir sin tener patria alguna nos hacía felices, por otra parte se encuentran los estoicos, para quiénes, alejarse de los defectos y de las carencias los llevaba a la felicidad, pero ciertamente ¿qué es la felicidad? ¿Qué es ser felices?, alguna vez leí de Goethe lo siguiente: “¿Es preciso que lo que constituye la felicidad del hombre sea de igual forma el origen de su miseria?” lo he pensado bastante, y lo cierto es que no podemos dejar nuestra felicidad en manos ajenas, ya sea una persona, o las cosas en sí, no podemos porque de ser así estaríamos condenados infinitamente a la “infelicidad”, puesto que las personas siempre se van, y si hemos dejado con ellas nuestra felicidad, al irse de nosotros nos dejan solo con “infelicidad”, con un vacío, lo mismo pasa con las cosas materiales, lo que tenemos hoy, puede no estar el día de mañana, el dinero va y viene, y de eso no puede depender nuestra felicidad, pues es simplemente irracional.
Desconcierto produce pensar todo esto, es cierto, pero prefiero hacerlo y formularme mis propios criterios, encontrar mis propias respuestas, que aceptar ciegamente todo lo que la sociedad intenta imponer, lo que cataloga como correcto o bueno, pero al final que es el maniqueísmo hoy en día, en una sociedad, que como mencionaba se rige a base la “hipocresía”. La filosofía ha sido el artífice en los debates continuos que tengo conmigo misma.
Sartre, ha sido por su parte, quién me ha enseñado a olvidar, y dejar el pasado, dejarlo a cambio de mi libertad, puesto que él planteaba que el ser humano, es un ser para sí, que no tiene pasado ni futuro, que simplemente tiene un presente continuo, y por ese presente continuo es que somos libres; porque nos hacemos cotidianamente, porque nos elegimos, elegimos para nosotros y para los demás.
He aquí donde entra otro problema en el que, junto con la moral, discuto en mi interior y es el de la “libertad”, existen varias posturas éticas, con las que concuerdo y otras con las que simplemente no puedo estarlo, pues sus proposiones, causan cierto desconcierto en mi interior, como lo es con la postura del Indeterminismo, o Libertarismo, en la que Fernando Savater afirma que cada quién elige lo que crea conveniente, y que podemos elegir entre tener una “buena vida” con moral autónoma, o una “vida buena” con moral heterónoma, pero realmente somos tan libres como asegura Savater, como para elegir el tipo de vida que queremos vivir, aun cuando antes de nacer, ya estamos atados a una determinada sociedad con normas que rigen, y sancionan el “mal comportamiento”, la verdad es que esta idea parece un tanto complicada, por el simple hecho, de que no seriamos libres del todo por estar atados a una forma de ser que nos han inculcado desde la niñez; para ser libres realmente yo creo que lo primero debemos de hacer, es liberarnos, y principalmente liberarnos del “súper yo”, pues es uno de los principales factores que limitan la libertad en el ser humano, dejar de reprimirnos completamente, y comenzar a vivir, sin ataduras ni prejuicios; así sólo así podríamos ser libres.
...