Obra Leer Y Escribir

LEER Y ESCRIBIR

La obra del ilustre escritor Alberto Masferrer “Leer y Escribir”, nos recalca la importancia que posee la problemática de la sociedad, la cual es “No Saber Leer ni Escribir”; a la cual se la atribuye a varios factores que el pueblo salvadoreño pasa por alto de los cuales podemos mencionar algunos: la poca importancia que le da el gobierno a la rama de la educación, el decremento en los hábitos de lectura del salvadoreño que sabe leer y escribir, el egoísmo que demuestran los salvadoreños al saber leer y escribir y no compartir con los que no saben, la falta de entidades altruistas que enseñen a las personas desdichadas que son victimas de este flagelo, entre otras.

También menciona que esta carencia de no saber leer y escribir, no es la única preocupación del gobierno sino que existen muchas más. Pero hace hincapié en que el no saber leer y escribir es lo que nos dirige por el camino del subdesarrollo. Menciona que al instruirnos con la lectura podemos ser más astutos y cautos en nuestra vida cotidiana, que leer es la fuente del conocimiento, claro siempre y cuando leamos libros útiles ya que la mayoría de salvadoreños que leen se concentran en temas de mística, brujería, supersticiones, con ideas o nociones obsoletas que ya han sido sustituidas con doctrinas que son apoyadas con hechos sociales actuales y dejan de ser convicciones o resortes morales.

El escritor hace especial comparación con algunos países europeos como lo son Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca específicamente en pequeñas aldeas donde existió alguna vez esta deficiencia. Dando así la solución que estos países manejan en contra de esta problemática; entre todos los ciudadanos de las aldeas forman grupos de solidaridad sin fines de lucro para ayudar a contrarrestar los índices de analfabetismo que existen; con la convicción de que si todos saben leer y escribir tendrán más oportunidades de trabajar en diversos empleos, conocerán sus derechos y obligaciones a las cuales están sometidos por el estado, dando como resultado que nadie que sea más instruido que ellos llegue a someterlos de alguna manera, a embaucarlos, a remover sus derechos, etc.

Menciona que en los países anteriormente detallados; cuando el estado, o una reunión de eruditos en alguna ciencia o arte se reúnen; tratan de que todos los habitantes estén al tanto de todos los acontecimientos expuestos en dichas reuniones aunque el ciudadano común no entienda en gran parte de lo que están tratando pero si una buena parte de las ideas serán captadas por los habitantes. El objetivo de esto es que las personas se acostumbren a leer y ha informarse más acerca de los temas de la sociedad para que nadie pueda influenciarlos sobre algún tema y cambiar su ideología.

Al comparar a estas aldeas al lado de nuestros pueblitos como Panchimalco y casi todos los pueblos a su alrededor están sumergidos en un mundo de ignorantes, puesto que el autor así lo describe de una manera directa como el lo menciona puede ser objeto de enojo, discordia y rechazo, pero esta es la realidad que afrontan los salvadoreños.

El salvadoreño, no se siente motivado por la necesidad de incrementar sus conocimientos de instruirse, no lee algún libro de provecho si no se le obliga en escuelas. Entonces como pueden superar esa brecha abismal entre países como Alemania, Holanda, etc.; si ni siquiera los dirigentes del gobierno tienen un nivel académico apropiado para ostentar el cargo.

Los ciudadanos salvadoreños aun confunden la inteligencia con la retorica según lo expuesto por el autor, el que mejor hable o se le escuche bonito es inteligente; aquel que puede convencer a la gente sobre algo aunque del tema en si no conozca lo suficiente; para la gente eso es ser inteligente. Sin embargo la inteligencia la demostramos en cada momento; el campesino cuando tiene un problema de alguna plaga

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