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Enviado por   •  11 de Mayo de 2013  •  1.694 Palabras (7 Páginas)  •  289 Visitas

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Benito Juárez

(San Pablo Gualato, México, 1806-Ciudad de México, 1872) Político mexicano. Hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, matrimonio indígena de humilde condición, Benito Juárez quedó huérfano siendo niño y cursó sus primeros estudios en su pueblo natal.

Tenía veinte años cuando ingresó en el Instituto de Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su preocupación por la realidad social y en particular por la situación de los campesinos lo llevó a expresar sus puntos de vista liberales y a participar activamente en política.

En 1831 Benito Juárez fue elegido regidor del ayuntamiento de Oaxaca y al año siguiente, diputado al Congreso del Estado. La energía con que defendió los intereses que representaba le valió en 1846 ser diputado por Oaxaca ante el Congreso de la Unión. Un año más tarde fue designado gobernador de su estado natal, cargo en el que permaneció hasta 1852.

Benito Juárez

Su oposición al tratado de Guadalupe-Hidalgo, por el que México perdió vastas zonas de su territorio en favor de Estados Unidos, encontró cauce en las filas liberales y en la defensa de un proyecto federalista. Sin embargo, los conservadores tomaron el poder en 1853, acaudillados por el general Santa Anna, y Juárez se vio obligado a exiliarse en Cuba.

Al cabo de dos años regresó y se adhirió al plan de Ayala, entre cuyos firmantes figuraban los generales Villarreal, Cominform y Álvarez. Al triunfar el pronunciamiento fue designado consejero de Estado y, bajo la presidencia de Ignacio Cominform, ministro de Justicia. Como tal promulgó una serie de leyes que restablecían las libertades de enseñanza, imprenta y trabajo y anulaban las prerrogativas del clero y el ejército.

Sus disposiciones legislativas, que inspiraron la Constitución de 1857, de corte liberal, motivaron la reacción de los conservadores, quienes se pronunciaron al año siguiente en el plan de Tacuba ya. Cominform pactó con ellos, dio un golpe de Estado y encarceló a Juárez, lo cual fue el detonante de la guerra de Reforma. Como presidente de la Corte Suprema de Justicia, Juárez, que había conseguido huir, se convirtió en el presidente legítimo, de acuerdo con la Constitución, y estableció el gobierno en Veracruz.

Desde allí expidió las leyes de Reforma y proclamó una Constitución más radical que la anterior. Con la ayuda de Estados Unidos los liberales derrotaron finalmente a los conservadores en 1860. Sin embargo, las graves dificultades económicas por las que pasaba el país lo obligaron a suspender el pago de la deuda externa. La medida motivó la intervención del Reino Unido, España y Francia en 1861. Las promesas de Juárez determinaron la retirada de las dos primeras potencias, pero Francia, en connivencia con los conservadores, invadió México en 1863.

Ante la instauración del Imperio de Maximiliano, al año siguiente Benito Juárez se retiró a Paso del Norte y desde allí organizó la resistencia. Después de tres años de guerra entró en la capital y ordenó fusilar a Maximiliano I en Querétaro. Con el país empobrecido y desunido, fue reelegido por séptima vez en agosto de 1867, restauró la República federal y, al tiempo que daba vigencia a las leyes de Reforma, adoptó una serie de medidas para fortalecer la autoridad presidencial.

Este hecho y el temor a que buscara perpetuarse en el cargo, motivaron la reacción dentro de su propio partido. A pesar de las dificultades económicas, de la hostilidad del Congreso y de numerosos pronunciamientos, en 1872 Juárez fue nuevamente reelegido. Lerdo de Tejada, quien había fundado el Partido Liberalita, se alió a Porfirio Díaz y juntos se alzaron contra Juárez, revuelta que pudo ser sofocada. Tras su muerte, a causa de un ataque cardíaco, el Congreso lo declaró Benemérito de la Patria y de las Américas.

Porfirio Díaz

(José de la Cruz Porfirio Díaz Morí; Oaxaca, 1830 - París, 1915) Militar y estadista mexicano que fue presidente de México. En 1845 comenzó sus estudios en el Seminario y posteriormente trabajó como profesor en el Instituto, como armero y como carpintero. Fue discípulo del liberal Benito Juárez, futuro presidente, quien impartía Derecho Civil en el Instituto de Ciencias.

Cuando esta institución se clausuró por orden del presidente Santa Anna en 1854, Díaz inició su carrera política. En 1858 luchó contra los conservadores en la Guerra de la Reforma y tras ascender a general en 1861, luchó contra la intervención francesa. Fue jefe de brigada en Acultzingo en abril de 1862, participó en la batalla de Cinco de Mayo al lado de Ignacio Zaragoza, y en 1863 tomó parte en la defensa de Puebla.

En esta misma localidad protagonizó poco después una brillante acción militar, cuando realizó un asalto sangriento y rápido contra sus enemigos de esta ciudad, que se refugiaron en los cerros de Loreto y Guadalupe. Sin perder tiempo, avanzó hacia la Capital de la República y la tomó el 2 de abril de 1867, hecho que fue de gran trascendencia militar pues adelantó la caída del Imperio de Maximiliano y el triunfo de Juárez.

Porfirio Díaz

Designado candidato a la presidencia por el Partido Progresista, fue derrotado por Juárez y a la muerte de éste, en 1872, se sublevó contra el sucesor Lerdo de Tejada. En noviembre del año anterior había lanzado el llamado "Plan de la Noria", en el que se pronunciaba contra el reeleccionismo y el poder personal y, a favor de la Constitución de 1857 y de la libertad electoral. Por fin, en 1876 consiguió expulsar a Lerdo, y accedió a la Presidencia. En 1880 la Cámara lo declaró Presidente Constitucional.

Posteriormente, se hizo reelegir; tomó posesión del cargo de nuevo el 1 de diciembre de 1884, y tres años más tarde publicó una enmienda, que fue aprobada por el Congreso, al artículo 78 de la Constitución, la cual le acreditaba para una nueva reelección; en 1890 publicó una nueva reforma al anterior artículo para hacer posible la reelección indefinida, todo lo cual le permitió permanecer en el poder hasta 1910. Antes de “perfeccionar” este sistema ordenó la eliminación de todos los adversarios políticos posibles, y la prensa fue sometida o perseguida cuando intentaba mantenerse independiente. El pueblo mexicano estaba hastiado del desorden y la guerra, y Díaz se propuso imponer la paz a cualquier coste, pero México no contaba con fondos ni tenía capacidad crediticia porque no había pagado sus deudas con puntualidad, así que había que atraer capital extranjero; el problema era que nadie invertiría en México si no había estabilidad y paz.

Con una política de mano dura, Porfirio Díaz trató de eliminar las diferencias de opiniones sobre asuntos de política, y se dedicó a mejorar el funcionamiento del gobierno. "Poca política y mucha administración" era el lema de ese tiempo. La paz no fue total, pero Díaz consiguió mantener el orden mediante el uso de la fuerza pública. Policías y soldados persiguieron lo mismo a los bandoleros que a los opositores. Con una política de orden, aumentó la demanda de trabajo y se hizo posible el desarrollo económico, pues el país contaba con recursos y los empresarios podían obtener buenas ganancias.

Sin embargo, con el paso del tiempo se hizo evidente que la prosperidad era sólo para unos pocos, creció el descontento por la miseria en que vivía la mayoría de la gente y grandes sectores sociales tomaron conciencia de que Díaz llevaba demasiado tiempo en el poder. Cada vez fue más difícil mantener el orden. En los últimos años del Porfiriato se vivía en un clima de represión, en el cual la fuerza de las armas se utilizó con violencia creciente. De ello dan muestra la torpeza con que se negociaron y la dureza con que se reprimieron las huelgas de Cananea (1906), en Sonora, y de Río Blanco (1907) en Veracruz, así como la manera en que se persiguió a los periodistas que criticaban al régimen y a cualquiera que manifestara una opinión que no fuera la oficial.

Durante el largo tiempo en que gobernó Díaz se realizaron obras importantes en varios puertos, y se tendieron 20.000 kilómetros de vías férreas. Las líneas de ferrocarril se trazaron hacia los puertos más importantes y hacia la frontera con los Estados Unidos de América para facilitar el intercambio comercial. También sirvieron para facilitar la circulación de productos entre distintas regiones de México, y como medio de control político y militar. El correo y los telégrafos se extendieron por buena parte del territorio nacional. Se fundaron algunos bancos, se organizaron las finanzas del gobierno, se regularizó el cobro de impuestos y, poco a poco, se fueron pagando las deudas. La agricultura progresó espectacularmente en Yucatán, en Morelos y en La Laguna, con vastas producciones de henequén, caña de azúcar y algodón.

México tuvo un crecimiento económico nunca visto, pero, como poca gente tenía dinero para invertir o podía conseguirlo prestado, el desarrollo sólo favoreció a unos cuantos mexicanos y a los extranjeros. La desigualdad entre los muy ricos, que eran muy pocos, y los muy pobres, que eran muchísimos, abrió una profunda brecha en la sociedad mexicana. Se formaron enormes latifundios, los indígenas perdieron muchas tierras, y la mayor parte de los habitantes del campo tuvieron que ocuparse como peones en las haciendas.

Con todo, se hicieron grandes esfuerzos por extender la educación pública, lo que permitió que se educaran más niños; cada vez más mexicanos pudieron seguir estudios superiores y se empezó a formar en todo el país una clase media de profesionales y empleados públicos. Se enriqueció la vida cultural con nuevos periódicos, revistas y libros escritos e impresos en México, se multiplicaron los caminos, puentes, edificios y escuelas, los teatros presentaban compañías y actores europeos, y se extendió el cinematógrafo. La vida intelectual tuvo hitos importantes. Un grupo de historiadores publicó “México a través de los siglos” y otro “México y su evolución social”. Justo Sierra inauguró la Universidad Nacional. José María Velasco plasmó en cuadros maravillosos el esplendor del paisaje mexicano; Saturnino Herrán pintó una impresionante serie de cuadros con gente del pueblo y con alegorías a la mexicanidad y José Guadalupe logró vigorosos grabados con escenas de la vida diaria.

En 1908, Porfirio Díaz concedió una entrevista al periodista norteamericano James Creerán, en la cual afirmó que México ya estaba preparado para tener elecciones libres. La noticia llenó de optimismo a u

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