Pensamiento De Nietzsche

La vida de Georg Amadeus

Georg Amadeus, nació en 1840, en una familia burguesa, aprovechando la gran revolución industrial que se consolida en toda Europa, y dada la situación privilegiada en que se encontraba, hizo grandes negocios, que le llevó a construir una de las fortunas más grandes de Europa. Su matrimonio marchaba bien, aunque había tenido algunos devaneos amorosos. Mantenía una creencia religiosas muy arraigadas a la época, tenía 4 hijos, de los que pensaba que eran maravillosos, y les dedicaba todo el tiempo que su trabajo le permitía. Su buena posición económica le permitía ciertos privilegios, de los cuales no dudaba en disfrutar. En ocasiones hacía alguna preferencia a escondidas, para no perder la buena imagen que quería mantener ante la sociedad donde él se relacionaba, ya que no se veía bien. Era el hombre perfecto y admirado del momento. Pero vivía inspirado en la superioridad que mantenía sobre los demás, y se sentía feliz en ese mundo, en el que pensaba que dominaba. Amadeus, era sin duda, un hombre de unos valores de la vida, muy arraigados a su educación, y que le venían de familia totalmente cristiana. La zona donde vivía Georg, alejada de la ciudad, con un paisaje precioso, donde pasaba largas horas mirando la montaña, le hacía reflexionar sobre el último libro que había leído “El origen de las especies”. Esa tarde Georg no se encontraba tranquilo, su carácter había cambiado, y hasta su manera de vestir, no utilizo el traje que acostumbraba a llevar a su despacho, ese día le parecía un día absurdo donde nada le salía bien. No podía concentrarse en nada y decidió salir a tomar un café.

-Buenas tardes señor Amadeus- comentó el camarero- ¿igual que siempre? –Si, por favor, no muy caliente- contesto Georg, mientras miraba por la ventana. Tomó la taza y rápidamente bebió aquel café, que tanto le gustaba. En ese instante un agente de policía se le acercó, con cara pálida, la voz entrecortada. –Señor Amadeus, lamento tener que darle esta noticia- comento el policía- -¿Que ha ocurrido?- preguntó impaciente y preocupado. – Su casa ha sufrido un incendio- con la mirada baja, le contestó- -¿Y mi familia?- fue en lo primero que pensó-¿Cómo esta?- Tardo varios segundos en contestar, la respuesta no era fácil. –Lo siento señor- lamentándose de lo ocurrido- no se pudo hacer nada.

Un año después, no había superado el trágico desenlace que había ocurrido, y que le tenía inmerso en una profunda locura. Aquella mañana gris, decidió embarcar para África. En mitad de aquella noche lluviosa, de nuevo otro trágico accidente se cebaría con él. El barco en que viajaba sufre una terrible embestida del mar que le hace zozobrar en un lugar alejado de la costa. Se debatía entre la vida y la muerte en aquellas aguas revueltas. Sin saber cómo, fue encontrado por una tribu a la orillas de la playa, durante varios días permaneció débil e inconsciente, y atendido por aquellas personas que le ayudaron a sobrevivir. No recordaba nada de su vida anterior, ¿Quién era?, ¿De dónde venía? , ¿Qué había sucedido?

En sueños fue recordando, muy levemente todo lo que había ocurrido, y le habían llevado a esta situación. Hizo rápidamente amistad con el jefe de la tribu, que le enseñó su manera de vivir en aquellos parajes, dominados por la naturaleza más plena. Con gran facilidad se comunicaba con ellos, y compartía todas las tareas, como si uno de ellos fuera. Comenzó a comprender la nueva vida que estaba comenzando a vivir, nada tenía que ver con la que él había vivido hasta ahora. El mundo de estas personas era verdadero, no simples apariencias, solo buscaban la supervivencia, subsistir de lo que la naturaleza le entregaba día a día, no existía una moral para cada momento de la vida, no se transformaban. No veía en la tribu nada de lo que la gran ciudad pretendía implantar en su sociedad, no existía pues, lo ordenado, lo racional, sino todo lo contrario, lo oscuro, desordenado, irracional, instintivos, y biológicos. Comenzó a comprender que había vivido en una sociedad racional, de fe, y de moral, ineficaz para vivir una vida plena. Esta tribu, de las más primitivas, había sobrevivido gracias a la búsqueda de satisfacer sus necesidades primarias,

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