Principios De Argumentación

EL PRINCIPIO DE ARGUMENTACIÓN DEL ESTADO CONSTITUCIONAL DE

DERECHO

Piña Reyna, Uriel

En la teoría constitucional es objeto de reflexión el estado constitucional, su concepción, origen, alcance, así como sus límites y categorías, a partir de los enfoques teóricos y vertientes a los cuales se adscribe cada autor; responder a los por qué, sobre la base de procesos deliberativos o discursivos, de manera transparente puede mostrar que hay buenas razones para que un estado se estructure, organice, funcione, decida y actúe en un sentido eterminado, con un alto grado de legitimidad. Lo más trascendente para los fines de este apartado es que el estado constitucional implica por necesidad su vinculación con la deliberación, con la argumentación práctica en general y jurídica en particular, que las ejerzan conforme a los procedimientos legales establecidos y que se respeten los derechos fundamentales, exponer los fundamentos, a todos a quienes se dirige la norma creada, con el fin de que sean conocidas, en su caso aceptadas, o bien, para que el interesado pueda impugnarlas, esto es, que las decisiones públicas tienen que estar motivadas, razonadas, para que de esa forma puedan controlarse y porque el criterio de legitimidad y por ello es necesario que el estado constitucional ofrezca más espacios para la argumentación que ninguna otra organización política.

La democracia deliberativa, implica una forma de gobierno en la cual la toma de decisiones colectivas se basa en un discurso racional, imparcial y público, y a la cual se puede dividir convencionalmente en dos grandes orientaciones; una, cuyo nodo es la participación de los interesados en un proceso de toma de decisiones, por ejemplo, en el voto de una ley; y otra concepción en la cual el acento se pone en el proceso discursivo y los argumentos que se sostienen en ese proceso, aunque es claro que la primera concepción acepta al discurso, así sea implícito, previo a la toma de decisión y que la segunda consiente la toma de una decisión sucedánea a una argumentación que es su eje fundamental. En general, la democracia deliberativa implica una forma de gobierno en la cual la asignación de atribuciones a los órganos públicos y su ejercicio debe darse no sólo en el marco de un respeto a los derechos fundamentales, sino en un proceso argumentativo en el cual han de participar todos aquellos que se encuentren afectados por la decisión, y cuya participación ha de darse en condiciones de igualdad, libertad, no coerción, con base en buenos argumentos que se orienten hacia una solución justa y en interés del bien común, con el fin de que se acuerden las decisiones de manera racional por unanimidad o mayoría al ser esta última la alternativa más próxima a la imparcialidad. La relación entre el estado constitucional y la democracia deliberativa puede abordarse desde diversos ángulos en una, la constitución se entiende completa y suficiente, por lo cual la democracia tiene libertad, pero en el marco establecido

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