Quien tiene felicidad

Tema: ¿Quién tiene felicidad?

¿Quién tiene felicidad?

Desde una sonrisa, hasta una lágrima puede delatar tu estado de ánimo; las emociones son parte del ser humano, desde que nacemos somos capaces de sentir y percibir el mundo que nos rodea. La felicidad es el estado emocional de una persona, una sensación de bienestar y satisfacción, que puede ocurrir por varias razones en que el individuo se siente completamente feliz y satisfecho, un tiempo donde no hay ningún tipo de sufrimiento.

Día con día nos vemos a afectados por nuestros propios pensamientos negativos, la preocupación es uno de los factores que puede crear nuestro día un completo desastre, cualquier persona es capaz de controlar sus emociones pero en algunos casos, ellos nos controlan a nosotros, por ejemplo, sales de tu casa en camino al trabajo con un ánimo agradable, pero al llegar te encuentras a un amigo con una cara llena de tristeza, por preocupación le preguntas que le sucede, el te responde que un pariente suyo a fallecido, por lo tanto sentimos empatía y lastima por él. En este caso vemos que nuestro estado emocional cambia debido a una razón. Pueden ser muchos aspectos diferentes pero es el mismo resultado, una causa y un efecto, siempre seremos una masa moldeable de sentimientos.

Felicidad, una palabra muy compleja, desde niños siempre hemos sido el vivo ejemplo de una sonrisa, de un futuro de nuevos adultos, son tan expresivos y el cariño que nos ofrece es invaluable, en vez de clasificar a los pequeños infantes como niños debieron nómbralos “Alegrías”. Pero en qué momento ellos tomaron el curso a esta dirección, por su manera de ver las cosas, no tener las responsabilidades de un adulto eso hace que un niño sea niño.

En cada persona lleva de manera distinta su propia vida, otros toman las cosas a la ligera, mientras que los demás llevan un ritmo muy agitado, hasta en donde vives puedes sentirte acomplejado con los otros; también influye la naturaleza que te rodea incluso tu propio país puede verse afectado por tu actitud, se ha encuestado por medio de la asociación “Happy Planet Index” los países con un alto nivel del bienestar humano y del impacto ambiental de los países. El HPI intenta medir la eficacia ecológica con la cual se genera una mejor calidad de vida para el ser humano. Compara los países basándose en tres indicadores diferentes: la esperanza de vida, la huella ecológica y el bienestar de la gente.

Con distintos factores podemos sonreírle a la vida, pero realmente ¿todos somos felices? Se han descubierto más de 50 técnicas para aumentar la felicidad, las cuales puedes encontrar en este libro llamado “Mejor que el chocolate” escrito por Siimon Reynolds en donde explica cada paso que puede volver tu rutina sin gracia en una esperanza que te haga salir de la cama, todas ellas han sido puestas a prueba, en muchos casos en rigurosas condiciones clínicas, y no solo han demostrado ser eficaces, sino que tienen el poder real de cambiar tu vida.

El mismo autor del libro usa de referencia a otros investigadores como Fred Grosse, experto en alto rendimiento personal o David Myres reconocido psicoterapeuta positivista, entre muchos; abarca un gran campo psicológico de emociones, desarrollar tu carácter, tener tu propia personalidad, son tus armas y defensas para un viaje a la tristeza.

¿Las cosas materiales es igual amor? Aunque muchos miran con importancia lo superfluo, hay algo más aparte de solo objetos con valor de joyas, un ejemplo sería, tu amigo te entregan un suéter tejido como regalo de cumpleaños, lo aceptas con mucho gusto y te lo pones porque ya te hacía falta uno, en esta opción vemos que algo material se volvió sentimental y útil, pero en vez de ser un suéter hubiera sido una televisión de pantalla plasma, nos iríamos saltando de ¿alegría? Obviamente sí, pero tú no necesitabas una televisión, el amor sería más duradero que la vana felicidad de algo que no requerías. Algunas personas comenzamos con un fin en la mente, un futuro exitoso, aunque a veces somos atacados por la ignorancia, el egoísmo y nos segamos completamente lo que realmente ocupamos, en esta vida llena de competitividad y comercialización somos carnada para las cosas sin importancia, el medio audiovisual nos hace ver que necesitamos de su producto porque si no lo compramos seremos infelices, pero en realidad no lo ocupamos, como las fechas más reconocidas de todo el planeta, que son San Valentín y Navidad, si vas al otro extremo del mundo sabrán de esas fechas, no está mal recibir y agradecer con un regalo, pero exigir lo que deseas sería erróneo.

Como en el libro de los “7 Hábitos de los adolescentes altamente efectivos” de Sean Covey muestra lo que realmente necesitamos como seres humanos, Covey presenta esta guía que ayuda a los jóvenes a mejorar su imagen y estima, desarrollar su potencial, formar amistades, resistir las presiones, fijar y lograr metas. No solo sirve para adolescentes, también pueden los adultos leer este libro para poner en claro sus principios y cambiar hábitos si es necesario.

En este mundo lleno de sorpresas y enigmas, demasiadas cosas pasajeras al igual que duraderas de nuestras emociones, simplemente somos humanos capaces de expresarnos y sentir.

Mientras que la comida es indispensable para el ser vivo, indica que partir de diferentes estímulos podemos reaccionar de maneras distintas, esto también influye mucho en nuestra alimentación con diversas comidas que injerimos en nuestra vida diaria. Se dice que el plátano, el pan y la avena son los alimentos que aumentan tu estado de ánimo considerablemente, hasta puede combatir con los primero signos de la  depresión. Sin tener que recurrir a medicamentos, ya que muchos de los síntomas relacionados con la depresión podrían tener su origen en una mala alimentación y una deficiencia de vitaminas y minerales en general.

Es una emoción y tiene cuatro sílabas, hablamos de nada más y nada menos que la “felicidad”.

Una sonrisa, la naturaleza, una canción, los colores, todo esto mencionado tiene un valor estético que nos causa una relajante vibración de sentimientos.

Somos libres para manejar nuestra vida como nosotros queramos, incluso podemos comparar nuestro sentir con un ejemplo matemático:

Más por menos es igual a menos: Esto sucede cuando una persona con actitud tan positiva a la vida se vuelve negativo porque el otro individuo lo hiso cambiar de parecer y ahora los dos son perjudiciales para las siguientes personas que se cruce en su camino.

Más por más: Mientras que tú estás alegre y de pronto te encuentras a tu prójimo feliz, esa emoción se comparte, llegando a traspasar el ambiente lúgubre de cualquier situación.

Menos por más es igual a menos: Este caso es similar al primero, solo que en vez de estar alegre estas en un modo triste y haces que tu alrededor tenga tu misma actitud.

Menos por menos es igual a más: Este modo es muy especial, al momento de sentirnos triste y encontrar a alguien con nuestra misma situación podemos comprendernos, ayudarnos, uno al otro, causando compasión y alivio de no ser los únicos con ese problema, por lo tanto al final nos sentimos bien.

La autoestima está presente en estos aspectos, si te quieres a ti mismo, sabes tener control sobre ti, no caerás en un cambio de emoción y seguirás tu día como si nadie te pudiera arrebatar esa sonrisa, deja muy en claro que si tienes una buena estima tendrás una buena vida.

“La mayoría de la gente se siente feliz o desdichada no por los hechos a los que se enfrenta sino por su manera de reaccionar ante ellos”-Siimon Reynolds.

Las emociones ocupan gran parte de nuestra vida y son la causa más importante de felicidad o infelicidad. En cuanto nacemos vamos desarrollando nuestros sentidos, hasta nuestra etapa de niñez somos dinamita que podría explotar en cualquier momento para ello, nuestros padres que alguna vez fueron igual que nosotros, nos inculcaron los valores, como el respeto, el amor, la amistad; ellos se encargaron de formarnos y sin pedir nada a cambio nos cuidaron, los niños sin ningún problema sonríen, en señal de agrado, esa energía que poseen y su ternura tan pura es el martirio para el descontento.

 Desde un principio debemos educar las emociones. Todos pensamos que un niño debe aprender a montar en bicicleta, comer con cubiertos y aprender a escribir, y que los padres deben ayudarles en esos aprendizajes. Pero tan importante como esas habilidades está la capacidad de auto controlar la ira, reflexionar antes de actuar, saber si estamos tristes y por qué.

Mientras en la niñez nos enseñan a expresar las emociones utilizando las palabras adecuadas, nos muestran los términos apropiados a los sentimientos “temeroso”, “contento”, “preocupado”, “relajado”, “envidioso”, entre otros.

Hasta podemos aprender mucho sobre ellos si les prestamos atención, hasta en la etapa adulta nos hace falta saber que lo que hacemos está mal, incluso nos comportamos peor que un niño pequeño, por ejemplo en este caso, un señor de 33 años va a visitar a su hermano menor de 27 años, al entrar a la casa se encuentra a su mujer acostada con su hermano, lleno de ira le reclama a ambos. Esto sería “quiero lo que tú tienes” como cuando un niño le arrebata el juguete a otro pequeño sin a ver pedido permiso. A veces somos el reflejo de un espejo.

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