Qué Es El Yo

¿Qué es el yo?

Con esta ponencia pretendo analizar la perspectiva del yo desde diferentes puntos de vista en la filosofía, tomando como “yo” ese término que es con el que nos referimos a la identidad o la unidad del sujeto, pues ha sido interpretado de maneras diversas a lo largo del tiempo con diferentes contextos históricos, así que es algo que realmente vale la pena conocer a fondo, pues, aún es algo incierto, la persona hace del yo lo que quiere que sea. A lo largo de la historia para unos ha sido tomado a la larga como propio del ser humano, para otros por ejemplo en la filosofía clásica se tomó como una realidad sustancial identificada con el alma; Otros como en el caso de la filosofía Kantiana se ve como una función trascendental siendo producido por la actividad cerebral. Pero independientemente de la manera propia en la que sea visto, se ha inferido que es algo de suma importancia sin importar la época es un problema de explicación constante presente en muchos pensamientos importantes a lo largo de la historia.

Para comenzar quiero reflexionar con respecto al yo de Descartes, filósofo francés considerado uno de los más importantes de la época moderna , considerado como el iniciador de la filosofía racionalista moderna. Descartes analizó al yo como un ser pensante, siendo así, la base misma del método cartesiano pues, no cabe error en el yo, siendo libre de toda duda. Afirmando que el yo es atribuido por el pensamiento mismo pues soy yo quien duda y tengo que existir para poder dudar y la duda es una forma de pensamiento, la verdad y la certeza tiene que estar libre de toda duda, infiriendo, pues, que el yo no cabe en el cuerpo poniendo en juego el dualismo de cuerpo y alma ya que para Descartes el cuerpo y sus actividades sensitivas nos engañan mientras al buscar una respuesta, el alma como algo trascendental está libre de duda, pues siendo el pensamiento mismo tiene que estarlo. Llegando así a la famosa frase Descartes (1641) “Pienso, luego existo” (P. 16-21) ya que el YO libre de duda y sin errores piensa y al pensar halla una razón en las cosas, razona lo que tiene que razonar y no caben errores, mientras que, el cuerpo existe es lo que se ve, lo que siente y que para Descartes es el mismo que nos engaña y que es lo que nos impide llegar puramente al pensamiento pues, no nos permite ver las cosas claras ya que, es terrenal e imperfecto y nos desvía de lo que realmente estamos buscando.

Descartes, (1641) refiriéndose así en Meditaciones Metafísicas:

A partir de lo cual empiezo a conocer un poco mejor quién soy; sin embargo, me parece (y no puedo dejar de creerlo) que las cosas corpóreas, cuyas imágenes forma el pensamiento, son conocidas con mayor claridad que este no sé qué mío que no se halla bajo mi imaginación, aunque sea en absoluto asombroso que pueda aprender con mayor evidencia las cosas desconocidas, ajenas a mi, y que reconozco que son falsas, que lo que es verdadero, lo que es conocido, que yo mismo, en definitiva. (P. 19)

Siendo así el objetivo de la segunda meditación: hallar algo que sea indudable siendo la primera verdad lo que soporta el texto, si piensa y duda es imposible que no exista por ende menciona que “Yo soy, Yo existo” (P. 16- 21) dándole así una explicación a un yo pensante, “soy una cosa que piensa”.

Para continuar con nuestra búsqueda del yo ahora mencionaré otro “yo” para posteriormente crear una imagen más amplia de la situación, pues, he decidido elegir un yo muy diferente al de Descartes, pero que sin duda es uno de los más importantes en la actualidad, pues, es el yo visto desde un enfoque psicoanalítico tomando como referencia a los dos más destacados psicoanalistas de la historia: Sigmund Freud y Jacques Lacan, este último tomando como base la teoría del primero. Para estos psicoanalistas en especial Freud (1923) el yo ya viene en nosotros tomándolo así como algo innato pero que, con el tiempo y con la experiencia del mismo en la vida se va especificando cada vez más, entonces, para aclararlo mejor tomaremos un ejemplo: El bebé nace y crece; y mientras lo hace va descubriendo mediante la experiencia las cosas ajenas a éste, siendo su yo, su sello personal pero que desde el comienzo existía ya en el bebé sólo que siendo

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