ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

¿Qué representa nuestro cuerpo?


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2021  •  Ensayos  •  1.304 Palabras (6 Páginas)  •  81 Visitas

Página 1 de 6

[pic 1]

¿Qué representa nuestro cuerpo?

Una mirada más allá de la herencia dualista de la filosofía griega

A propósito del Seminario con los profesores Elsa Muñiz y David Le Breton, se nos han planteado dos interrogantes acerca del estudio del cuerpo y los retos que éste presenta a un alto director, pues bien, para atender estas cuestiones iniciaremos por exponer una idea que nos acerque a la valoración de este tema dentro de los estudios sociales contemporáneos, esto, basándonos en las reflexiones resultantes de las conferencias brindadas por los profesores Muñiz y Le Breton en los diálogos de la MADSE de la Universidad de San Buenaventura de Cali. Además, se establecerá una respuesta a los retos que el estudio del cuerpo presenta a un alto director para, finalmente, dejar entrever las muchas posibilidades de diálogo y crecimiento académico que nos ofrece esta corriente antropológica.

Pensar en el cuerpo humano como algo netamente material es quizá el común denominador entre muchas personas, esto lleva a que al cuerpo se le cuide, se le transforme, se le exhiba e incluso, se le dañe. Sin embargo, poco se habla de la relación natural entre nuestro cuerpo y aquello que nos define como personas, es decir, la relación entre nuestro yo interior y nuestro exterior, lo cual es muy curioso, puesto que hemos normalizado los discursos sobre el alma, la mente o el espíritu sin tener certeza de su existencia, pero, sobre nuestro cuerpo y cómo éste representa lo que somos poco auscultamos, aun sabiendo que el cuerpo es lo real y que esto ya es motivo suficiente para sustentar cualquier estudio que sobre él se pretenda elaborar.

Lo anterior probablemente sea una herencia de la filosofía clásica, en especial de la corriente platónica según la cual, el cuerpo representa la cárcel del alma, dando así un papel secundario al componente material del Hombre y subyugándolo al dominio del alma, es decir, de la razón. El medioevo fue un tanto menos cruel con la concepción de lo corpóreo, en especial occidente, donde se consideraba al cuerpo como una creación divina, no obstante, la preponderancia por la salvación humana dejaba claro que lo valioso para el Hombre era el alma y no el cuerpo, porque se seguía viendo la dualidad de esta manera: el cuerpo representaba todos los deseos del hombre y el alma guardaba en sí la inteligencia humana. Dicho de otro modo, el cuerpo era esa masa irracional que alejaba al Hombre de todo lo bueno, tanto en el contexto griego como en el medieval occidental.

Este camino se siguió en la historia humana, al menos desde la antropología filosófica, pues la modernidad dejó profundas huellas que evidenciaron el predominio de la razón en los estudios sobre el Hombre y su manera de ser en el mundo, se afianzó el componente político y se abrió la puerta al desarrollo económico bajo modelos de industrialización que convirtieron al Ser Humano en jefe u obrero según su posición social y su músculo financiero para intervenir en el ahora, mundo capitalista. Sobre esto, la sociología ya ha nos ha dicho mucho, como bien lo expresó el profesor Omar Aktouf cuando reseñaba la crítica de Max Weber a los modelos de racionalización del trabajo de principios del siglo XX, pues consideraba que la idea del progreso no era otra cosa que la imposición de modelos de trabajo que daban la espalda a todo humanismo. (Aktouf, 2001. pp. 113-114).

Todo lo anterior, nos lleva fácilmente a consolidar una idea que da cuenta de cómo el Ser Humano aisló de sus prioridades el estudio del cuerpo en función social (otras ciencias han ahondado a profundidad el componente biológico) y dio valor a lo racional. Sin embargo, el producto de esa racionalización nos muestra una humanidad dividida y separada por los intereses propios de cada individuo, nuestros conflictos nos han forjado una mirada distinta sobre la corporalidad y demandamos libertades individuales que, de una u otra manera, expresamos con nuestro cuerpo. Ahora, hemos entendido que tantos años estudiándonos a partir de la razón necesitaban el complemento que significa entendernos como parte del mundo. En este sentido, David Le Breton nos dejó muy claro que el cuerpo es una materia inagotable de representaciones sociales, en otras palabras, es el cuerpo el que nos ayuda a decir quiénes somos realmente y que esto, no es un asunto exclusivo de nuestro yo interior.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.9 Kb)   pdf (77.4 Kb)   docx (316.9 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com