REFLEJOS, CODIGO DE UNA IDENTIDAD

REFLEJOS, CODIGO DE UNA IDENTIDAD

Nombre: José Parada Pozo

Curso: 3º medio B

Profesor: Leandro Hernández

Introducción

     En este trabajo analizaremos la historia de un solitario y ensimismado escritor de novelas policiacas que, por azar, se ve actuando como un detective por las calles de Nueva York mientras, se cuestiona quién es en realidad.

Síntesis

     Novela escrita por Paul Auster (1985), del género policiaco que, transcurre en Nueva York. Daniel Quinn, poeta retirado que, tras la muerte de su mujer e hijo en un accidente, escribe novelas policiacas bajo el pseudónimo de William Wilson. Una noche recibe varias llamadas de un hombre que busca al detective Paul Auster. Este en un principio lo niega, luego, seducido por la idea de encarnar al propio Max Work, el personaje de sus novelas, decide hacerse pasar por Auster y se convierte en detective, siendo su labor vigilar a un tal Peter Stillman. Concierta una cita, conoce entonces a otro pálido poeta, que cuenta una historia aterradora: cuando nació, su padre lo encerró y aisló del mundo durante años para que hablará el lenguaje de Dios. Pero, el niño fue rescatado, el padre encarcelado y ahora está a punto de salir. El hijo teme por su vida y desea que el detective lo proteja.

Tesis

     En la obra leída se distinguen las distintas identidades que elige tomar el protagonista para escapar de su solitaria realidad. En ellos se mezclan su imaginación con escenarios reales involucrando aspectos duales como si estuviese reflejado en un espejo y esas dos personas reflejadas se convirtieran en una misma realidad. El protagonista padece una enfermedad psicológica.

Objetivos

     Analizar las distintas identidades que elige tomar el protagonista

     Analizar y describir la dualidad que se presenta entre su imaginación y los escenarios

     Demostrar que el protagonista padece una enfermedad psicológica

Metodología

     Analizando la novela, sus personajes y escenarios

     Respaldando con citas textuales extraídas de la novela y otras fuentes consultadas en internet

Argumento 1:

     Daniel Quinn, marcado sicológicamente por la muerte de su esposa e hijo, renuncia a todo, se ensimisma y escribe novelas policiacas con el seudónimo William Wilson creyendo que con eso cambiaria su identidad y comportamiento de él mismo: “Una parte de él había muerto, dijo a sus amigos, y no quería que volviera a aparecérsele. Fue entonces cuando adopto el nombre de William Wilson.” (Auster, 1985, p.6). Publica novelas policiacas, donde su protagonista es un investigador privado, llamado Max Work, Quinn sentía una relación más intima con este último, porque el creaba y presenciaba las hazañas de Work. El tenia seguridad cuando fingía ser Work, aquel era la presencia de su soledad interior: “Mientras Wilson seguía siendo una figura abstracta, Work había ido cobrando vida.”(Auster, 1985, p.7). Cuando Quinn toma el caso de Peter Stillman, asume el papel de Max Work, haciéndose pasar por Paul Auster.

Argumento 2:

     Daniel Quinn, al aceptar el caso de Peter Stillman, toma y personifica el papel de Paul Auster, para investigar al presunto futuro asesino de Peter Stillman, su padre. Quinn no se sentía tan incomodo siendo Paul Auster:

     “Había empezado a notar que el efecto de ser Paul Auster no era del todo desagradable. Aunque seguía teniendo el mismo cuerpo, la misma mente, los mismos pensamientos, se sentía como si alguna manera le hubieran sacado de sí mismo, como si ya no tuviera que soportar el peso de su propia conciencia.”(Auster, 1985, p.40).  

     Sentía que era su verdadero deber resolver el caso, a pesar de no ser el verdadero Auster. Quinn pasa días, semanas y meses, investigando y observando las acciones de Peter Stillman, padre. Pero, una vez que este se suicida pierde nuevamente el sentido de su vida.

Argumento 3:

     En el desarrollo del caso de Peter Stillman, Quinn comienza a vivir episodios donde la realidad se ve afectada por la dualidad de los personajes:

      “Lo que sucedió entonces no tenia explicación. Directamente detrás de Stillman, asomado solo unos centímetros por detrás de su hombro derecho, otro hombre se paró, saco un encendedor del bolsillo y encendió un cigarrillo. Su cara era exacta a la de Stillman.” (Auster, 1985, p.44).

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