RESEÑA ANTROPOLOGIA FILOSOFICA PARTE 1

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Ciencias y Educación

Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria

Yenny Andrea Ortiz Acosta  Cód. 20181057024                                                                         23 de agosto de 2018

Antropología filosófica

Ernest Cassirer

Primera parte: ¿qué es el hombre?

Interesado por entender cuál es la característica diferenciadora por excelencia del hombre y los productos que ha elaborado para insertarse en lo que llamamos cultura, el filósofo alemán de origen judío escribe el libro Antropología Filosófica, al considerar que “(…) los problemas fundamentales de la cultura humana revisten un interés humano general y tienen que hacerse accesibles al gran público”(Cassirer, 2003). El abordaje de este interés lo materializa en el texto en dos partes: una en la que se pregunta ¿qué es el hombre? y otra en la abordará la relación hombre y cultura.

Como respuesta a esa pregunta inicial, en el primer capítulo de la primera parte del libro -que se divide en 5 capítulos,- trata la crisis del conocimiento del hombre sobre su propio ser, proponiendo que en la historia de la humanidad la autognosis o conocimiento de sí mismo  ha sido el propósito de indagación filosófico y siempre ha requerido modos de investigación novedosos. Pasando por la postura socrática que pone al hombre como tema fundamental de la filosofía, expone las distintas concepciones que sobre este se fueron desarrollando a lo largo de la historia del pensamiento occidental y concluye que la razón es característica fundamental de la naturaleza humana, aunque desde el abordaje de tantos pensadores, la respuesta a la pregunta que motiva el capítulo, llegó a un punto de anarquismo del pensamiento, en el cual no existía un principio científico aceptado para abordar el problema.

En el capítulo dos de la primera parte, (Cassirer, 2003) respecto a ese anarquismo postula siguiente la tesis de su obra:

La razón es un término verdaderamente inadecuado para abarcar las formas de vida cultural humana en toda su riqueza y diversidad, pero todas estas formas son formas simbólicas. Por lo tanto en lugar de definir al hombre como un animal racional lo definiremos como un animal simbólico (p.49)

Para su sustento explica las diferencias entre los hombres y los demás animales y toma distancia de la definición aristotélica del hombre como animal racional y proponiendo que en la vida del hombre existe un sistema simbólico que transforma la totalidad de su existencia, lo que lo lleva a vivir en una dimensión más amplia que la de los animales, que hace que sus respuestas sean más lentas y mediadas por un proceso complejo de pensamiento, en tanto vive en un universo físico y en un universo simbólico en el cual el hombre conversa con sí mismo para lograr la comprensión del universo a través de un medio artificial: los lenguajes. Sobre esto últimos el autor señala que pueden ser de tipo emotivo, lógico, científico.

En el capítulo 3, Cassirer se centrar en diferenciar a los hombres de los animales con respecto a la inteligencia y el lenguaje, identificando como rasgos característicos de la vida humana al pensamiento simbólico y la conducta simbólica los cuales sientan las bases del progreso de la cultura y las diferencias con las reacciones animales que obedecen a una relación estimulo respuesta, como lo demostraron los experimentos de Pavlov. En este punto, el autor llama la atención sobre la importancia del lenguaje en tanto concepto antropológico que se diferencia del que tienen los animales al estar compuesto de símbolos que poseen una referencia objetiva o de sentido, diferenciándolos de los signos y las señales, redefiniendo la inteligencia del hombre como inteligencia simbólica y afirmarmando que “el principio del simbolismo, con su universidad, su validez y su aplicabilidad general, constituye la palabra mágica, el “sésamo ábrete” que da acceso al mundo específicamente humano, al mundo de la cultura” (Cassirer, 2003, p.62)

El capítulo 4 se refiere a las nociones de “espacio” y “tiempo”, indicando que existen diferentes tipos de ellos, destacando uno que llama universo simbólico identificado que aparece como lugar de  frontera entre el universo humano y el animal. En este capítulo, Cassirer destacará que el futuro es considerado ley general del desarrollo, captado por la conciencia antes de su referencia al pasado “pensar en el futuro y vivir en él constituye una parte necesaria de la naturaleza”, haciendo del hombre imagen ideal y del futuro uno simbólico, ideado, representado.

Finalmente, en el capítulo 5 de esta primera parte de su obra, el autor establece la diferencia entre realidad y posibilidad fundamentándose en Kant, quien insiste en la necesidad de esta diferencia permitiendo el origen del problema entre la diferencia epistemológica entre posibilidad y realidad. Esto lleva al autor a referirse al entendimiento discursivo y a plantear la necesidad de comprender que el intelecto humano necesita de símbolos, y estos no poseen una existencia real tienen sentido.

La propuesta teórica de Cassirer sobre el hombre como un animal simbólico remite inmediatamente a pensar en los orígenes de la interpretación como fuente de conocimiento humana y a su vez a pensar en el nacimiento del pensamiento que él llama simbólico como el gestor de la cultura entendida desde la visión de (Geertz, 2003) como:

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