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RESUMEN DE DICIPLINA CON AMOR

ancecein22 de Marzo de 2013

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DICIPLINA CON AMOR.

Los padres dudan entre ser autoritarios o permisivos. La agresión física y verbal, los castigos muy severos y la autoridad impuesta no dan resultados positivos. Un niño criado de esta forma puede acumular resentimientos y rabias que perjudican sus relaciones interpersonales y hacen de él un adulto inseguro de sí mismo, temeroso y posiblemente violento.

La complacencia total forma seres dependientes, inmaduros, personas que no toleran la frustración, quieren resultados inmediatos, poco persistentes en la búsqueda de sus objetivos, inconstantes en sus relaciones. Todo extremo perjudica el desarrollo y encontrar un punto medio es un reto.

El trato amoroso, basado en la confianza, el respeto y el dialogo es el mejor camino para corregir a los hijos. Un niño es disciplinado cuando se siente bien consigo mismo, cuando se le respeta su forma de ser, se le establecen unas normas firmes y se le reconocen las acciones adecuadas.

El mal comportamiento puede ser un intento de los niños por enfrentarse lo mejor que pueden al mundo cuando no tienen claro que se espera de ellos o siempre logran lo que quieren. Estas “necedades” pueden ser una forma de decirles a los adultos que los ayuden, que les establezcan normas.

EL EJEMPLO

La mejor herramienta que existe para enseñar es el ejemplo. Los hijos suelen imitar casi todo lo que hacen los padres y obedecer poco lo que les dicen. Hable menos y actué mas. Y cuando hable, no diga lo contrario de lo que se hace; si usted le exige a su hijo que le diga la verdad, luego no le pida que mienta ante una llamada telefónica que usted no quiere atender.

LOS LÍMITES

Los límites son necesarios para que el niño se sienta seguro y amado. No fijarlos equivale a soltarlos en la mitad del mundo para que se defienda solo, sin mapas y sin brújula. Los límites demarcan y establecen las normas y reglas de cada familia, defienden los derechos y los deberes. Le brindan al niño la oportunidad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto, comunican los valores de los padres y lo que ellos esperan de sus hijos.

CONSECUENCIAS Y CASTIGOS

Las acciones generan consecuencias:

Permitan que sus hijos las conozcan y las asuman. Si su hijo se acuesta tarde, puede ser que al otro día en la mañana este de mal genio, se quede dormido y no alcance a desayunar entonces entenderá por el mismo los beneficios de dormirse a la hora indicada.

La consecuencia también puede ser un castigo impuesto por los padres aunque debe ser la última opción, porque las sanciones continuas pueden generar rabia y agresión. Si su hijo ha llegado ya tres veces tarde a la casa, usted le puede prohibir salir el siguiente fin de semana.

Cuando considere que debe castigar a sus hijos, sea firme y no severo. El niño aprende porque los padres se mantienen en una decisión, no porque le prohíban ver televisión durante ocho meses. Sea muy claro en la razón del castigo y aplíquelo una vez se produzca el motivo. Dejarlo para después puede hacer que el niño no relacione la causa con el efecto. Y recuerde mostrarle el camino correcto.

No establezca lo que no se pueda cumplir. Si usted le prohíbe a su hijo ver televisión durante un mes, pasado un tiempo es muy probable que ante la pataleta o la aburriciòn del niño, usted ceda y así tanto el niño como usted incumplen el trato.

Jamás retire el afecto o amenace con el abandono. Primero, porque no enseña y si genera temores e inseguridades. Y segundo, porque un niño que considera que su madre lo puede abandonar no se siente amado.

Advierta y no amenace. Las advertencias son un aviso de algo que si va a pasar, las amenazas por lo general no se concretan. Cumpla sus promesas, ya sean premios o castigos.

No castigue impulsivamente o cuando esta fuera de control, cálmese y luego si defina una consecuencia lógica acorde con el error.

Saber que las acciones tienen consecuencias ayuda a desarrollar el sentido de la realidad, a entender que se les puede hacer daño a otros sin querer y que la sociedad exige respeto por sí mismo y por los demás.

DOS PADRES, UNA NORMA

En muchas familias suele haber un padre “bueno” y uno “malo”, uno “rígido” y otro “flexible”. Y por el espacio que dejan esas diferencias, muchos hijos se “cuelan” para lograr sus objetivos. Usan los distintos criterios a su conveniencia, situación que muchas veces afecta a la pareja, la cual puede incluso discutir por el tema.

En el momento de fijar normas y hacerlas cumplir, los padres deben estar de acuerdo.

El frente unido es definitivo. Resulta normal que tengan discrepancias, porque viven en diferentes hogares y el pasado siempre influye en las decisiones actuales, pero nunca desautorice a su pareja delante de los hijos así no esté de acuerdo. Hable con él o ella a solas, explíquele sus argumentos y lleguen a un nuevo acuerdo.

La forma en que corrige a sus hijos también lo hace descubrirse a usted mismo. Aproveche esa oportunidad para crecer como persona y como pareja.

Corregir es enseñar. Crea en las normas, los adultos deben creer firmemente en las normas que establecen, ser capaces de implementarlas y hacerlas cumplir con persistencia, compromiso y mucho afecto en el proceso. El objetivo final es lograr que los hijos, cuando maduren, se fijen sus propios límites y aprendan a cumplirlos porque comprenden sus beneficios. Los resultados son buenos o malos, por lo tanto, además de corregir las equivocaciones, reconozca los logros y los esfuerzos.

EL BEBE:

• Los bebes están conociendo al mundo y la clave para mostrarle que existen normas y limites es responder a sus necesidades mas no a sus caprichos. Un bebe necesita que lo acaricien, que lo acompañen, que le cambien el pañal, pero seguramente no necesitara comer dulces todo el día.

• Si usted ve a su hijo en una situación de peligro, retírelo con calma, sin gritos para no asustarlo. El está experimentando y todavía no conoce los peligros. Muéstrele otro juguete o llévelo a otro lugar. Si esta está lanzando un objeto pesado, entréguele uno más liviano.

• Deje que bebe crezca a su ritmo, que evolucione de acuerdo con su personalidad y así usted aprenderá a descubrir poco a poco lo que él necesita.

• Lo más importante para disciplinar al bebe es transmitirle seguridad y fijarle rutinas.

Acuéstelo siempre a la misma hora, permita que coma todos los días en el mismo horario. Báñelo siempre antes o después del desayuno, o después de la comida en las noches. De esta forma el aprenderá que los hechos tienen un orden.

EL NIÑO

• Los niños ya tienen claros los conceptos de causa y efecto, saben que una acción trae consecuencia. Por lo tanto, deje que ellos mismos vean y experimenten los resultados de sus actos. Deje que sus hijos se equivoquen. No llame a la profesora del colegio para disculparlo porque no hizo la tarea. El conocerá la consecuencia en el colegio, asumirá tener que realizar al otro día un trabajo de más o quedarse en el recreo y terminarlo.

• El buen uso de las palabras es clave para corregir, por eso olvídese de los consejos, pregúntele a su hijo que error cometió, como cree que lo puede corregir. Esto hace que los niños busquen soluciones, identifiquen el papel que ellos desempeñan ante un problema y aprenden a ver su responsabilidad y dejar de culpar a otros.

• Indique las ventajas de cumplir una norma. “Si te vistes rápido, tendrás tiempo para ver televisión”.

• Ofrezca opciones limitadas. “Puedes desayunar o peinarte primero, ¿Qué prefieres?” esta forma de hablar hace sentir al niño autónomo.

PALABRAS NECIAS

Cuando corrija a su hijo, evite los gritos y diríjase a la conducta y no al sentimiento o a la persona. Frases como “que niño tan desobediente”, “que hija tan necia”, son dichas por casi todos los padres, con frecuencia. Y son contraproducentes, porque califican la personalidad del niño y no la acción. Es muy diferente decir: “tu cuarto esta en desorden” a “tú eres desordenado”.

Lo mismo sucede con enunciados como “eres una llorona” o “deja de ser tan mal geniada”. Es mejor decir “estas llorando ¿quieres compañía?”, “estas de mal genio ¿Qué sucede?”

Cuando ese tipo d oraciones que califican es usado a menudo, los niños pueden crecer con un concepto muy pobre sobre si mismos.

Además cuando los padres critican fuertemente a los hijos, les están enseñando que en realidad son malos. Suplicar no sirve. Hay momentos en que NO debe decir “por favor”. Cuando usted le dice a su hijo: “Por favor, ven, te estoy esperando, nos vamos ya, te suplico”, el solo ve un padre o una madre totalmente dedicados y que, además, no pueden con él. Dígale mejor: “Nos vamos ya”

RECUERDE:

 “La disciplina es el segundo mejor regalo que los padres pueden darle a sus hijos. El amor, obviamente, es el primero”.

 Fije límites para fortalecer a sus hijos.

 Los correctivos que producen culpa o angustia en los padres no son buenos. Nunca use castigos que humillen o avergüencen.

PATALETAS

Los niños hacen pataletas cuando sienten mucha ira y no saben qué hacer con ella, cuando se frustran y pierden el control de sí mismos, cuando sienten un dolor muy grande y no pueden manejarlo.

También reaccionan con berrinches cuando están cansados o tensos, o ante una frustración que sienten por sus propias limitaciones o por las que les imponen. El buen manejo de las rabietas les enseña a los niños a conocer sus propias emociones y a expresarlas.

SERENIDAD

Lo mejor que puede hacer un padre cuando su hijo llora sin parar, grita,

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