Rasgos importantes de la antropología de San Agustín
chirvingApuntes7 de Diciembre de 2017
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN..……………………………………………………………………… 1
BIOGRAFÍA.……………………………………………………………………………. 2
LA LIBERTAD HUMANA COMO BIEN……………………………………………... 3
- Rasgos importantes de la antropología de San Agustín…………………... 3
- El hombre ………………………………………………………………………. 3
- Unión entre cuerpo y alma…………………………………………………….. 4
- Don de libertad, y libre albedrío………………………………………………. 4
LIBERTAD Y LIBRE ALBEDRÍO……………………………………………………. 5
- El Problema del Mal……………………………………………………………… 5
- El mal, una imperfección de la voluntad…………………………………….. 5
- La concupiscencia, origen del mal…………………………………………… 6
- Distinción entre libertad y libre albedrío……………………………………. 6
- La libertad………………………………………………………………………. 6
- Libre albedrío…………………………………………………………………… 7
- Libre albedrío fortalecido por la gracia de un Liberador, Cristo…………… 7
- Libertad eterna y victoriosa……………………………………………………. 7
- Con el libre albedrío podemos pecar, ¿por qué nos lo ha dado Dios?....... 8
- Relaciones Armónicas entre Gracia y Libre Albedrío…………………….... 9
- Existencia del libre albedrío y de la gracia…………………………………… 9
- Liberación del libre albedrío…………………………………………………… 9
- La gracia, causa de la libertad………………………………………………… 10
CONCLUSIONES……………………………………………………………………… 11
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………… 12
INTRODUCCIÓN
A lo largo de toda la Historia de la Filosofía vemos el desarrollo del pensamiento humano sobre diversos temas, al principio los filósofos griegos buscaron el principio vital de los seres en los elementos naturales; otros griegos fueron más allá buscando una explicación sobre el ser humano, entre ellos mencionamos por ejemplo los tres grandes clásicos: Sócrates, Platón y Aristóteles.
Aproximadamente seis siglos después ocurre el gran hito de la historia de la humanidad: la Venida de Cristo y con él inicia el Cristianismo, una novedad para aquellos tiempos. Sin embargo esa novedad fue creciendo hasta convertirse en la religión predominante del Imperio Romano, hasta el punto que después de 3 siglos de persecución llega a ser la religión oficial del Imperio.
Conforme fue creciendo la Iglesia, también se fue profundizando en el contenido de los misterios de fe, y paralelamente también se le dio un giro a la filosofía de aquel tiempo. Se empezó a desarrollar una teología patrística que buscaba, sobre todo, defender la doctrina de aquellas corrientes erróneas conocidas como herejías.
En este contexto encontramos una figura grande de la filosofía cristiana del siglo IV, se trata de San Agustín de Hipona, hijo de Patricio, pagano, y de Santa Mónica, una piadosa mujer cristiana. Como veremos más adelante, durante un período significativo de su vida poco tuvo que ver con el Cristianismo, sin embargo, el influjo de San Ambrosio de Milán y su inmensa pasión por la verdad lo condujeron finalmente al Cristianismo, en el que halló lo que con tanta pasión buscó.
Indudablemente es un gran representante no solo de la filosofía neoplatónica sino ante todo de la filosofía cristiana, su gran producción literaria muestra la grandeza de todo el pensamiento de San Agustín.
En el presente trabajo pretendo presentar los rasgos más importantes de su doctrina acerca de la libertad. Un don otorgado por Dios, que después del pecado original se convierte en libre albedrío que, ayudado por la gracia de Jesucristo, es capaz de realizar el bien, para alcanzar así la misericordia de Dios. Empezare por presentar algunas notas importantes sobre su antropología para después pasar a lo que se refiere propiamente a la libertad; finalmente una pequeña reseña sobre la relación de la gracia de Dios y la libertad del hombre.
SAN AGUSTIN DE HIPONA
BIOGRAFÍA
Aurelio Agustín nació en Tagaste, pueblo de Numidia en el África Proconsular, el 13 de noviembre del año 354, su padre, Patricio, era pagano, y su madre, Mónica, cristiana. Esta lo inició en el cristianismo, pero no lo bautizó, dejándolo para cuando fuera mayor, según la costumbre de aquel tiempo. En Tagaste recibió los primeros principios de gramática, aritmética, latín y un poco de griego. En el 365 fue enviado a Madaura, donde el ambiente pagano lo hizo olvidar su fe cristiana. Después de la muerte de su padre, se trasladó a Cartago para cursar la carrera de retórica. En el 573 leyó el Hortensius, de Cicerón, que le impresionó y despertó en él un amor intenso a la verdad. También leyó la Sagrada Escritura pero sin poder comprenderla; creyó encontrar la verdad en el maniqueísmo, al que permaneció adherido durante diez años, combatiendo a los cristianos.
En el año 374 regresó a Tagaste, y un año después abrió su escuela de retórica en Cartago, donde fue perfeccionando su formación en Filosofía, que lo llevó a separarse paulatinamente del maniqueísmo, que abandonó definitivamente en el año 383; después de esto cayó en un estado de semiescepticismo, depresión de ánimo, de desengaño y de desconfianza. Importante para su pensamiento fue también la lectura de algunos libros neoplatónicos; este encuentro tuvo el efecto de sanarle de su escepticismo y de abrirle nuevos horizontes en la filosofía. Desde entonces prefirió la filosofía platónica por encima de todas las demás.
Ese mismo año (383) se trasladó a Roma, donde abrió una escuela. Un año más tarde obtuvo la cátedra de retórica en Milán. Allí asistió a los sermones de San Ambrosio, que influyeron en su conversión. Por fin, en 386 encuentra en el cristianismo la verdad que ambicionaba. Abandonó temporalmente su cátedra, y se retiró a Casiciaco, en los alrededores de Milán para prepararse al bautismo. En aquel retiro escribió sus primeras obras: Contra Académicos, De beata viva, De ordine, Soliloquios. En el 387, el día de Sábado Santo, a sus treinta y tres años, recibió el bautismo de manos de San Ambrosio. Ese mismo año murió su madre y regresó a Roma en donde escribió los siguientes tratados: De quantitate anime, De moribus Ecclesiae catholicae et manichaeorum, De libero arbitrio.
En el 391 fue ordenado sacerdote, trasladándose a Hipona. En el 395 fue consagrado obispo auxiliar de Hipona. Cuando murió el obispo Valerio, le sucedió, ocupando el puesto hasta su muerte. Además de las controversias contra los maniqueos y los donatistas, también hizo frente al pelagianismo, que negaba el pecado original. En la controversia pelagiana, San Agustín aclaró las relaciones entre la gracia y la libertad humana.
En el 429, los vándalos pasaron de España a África, poniendo sitio a Hipona en el verano del 430. San Agustín murió durante el asedio a la ciudad, el 28 de agosto del 430.
LA LIBERTAD HUMANA COMO BIEN
Antes de pasar a considerar directamente la doctrina de San Agustín sobre la libertad, conviene tener en cuenta algunos rasgos de vital importancia de su antropología; de este modo podremos percibir que Agustín pone la raíz de la libertad en el alma, una parte del compuesto humano: alma-cuerpo. El alma es el principio de vida y de movimiento, y lo expresa mediante el cuerpo material, que también es parte importante del hombre.
- Rasgos importantes de la antropología de San Agustín.
Importante es destacar que a los ojos de San Agustín, el hombre representaba un enigma y un gran milagro. El hombre es un alma que se sirve de un cuerpo. Y sus perfecciones no son sino participaciones, según un más o menos, del Bien que es Dios, la Esencia Plena que los ha creado. En efecto, por la creación, toda realidad es buena en la medida que es, según el grado de ser que posea, como participación del Ser del Creador[1].
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