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Razón y emociones


Enviado por   •  31 de Marzo de 2020  •  Documentos de Investigación  •  3.450 Palabras (14 Páginas)  •  132 Visitas

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RAZÓN Y EMOCIONES

Dentro de la trama histórica de la Filosofía, las emociones han sido objeto de estudio desde tiempos antiguos, empero, existe una diferencia fundamental entre el tratamiento que dieron los filósofos de la antigüedad a las emociones y el papel que les asigna la ciencia actual.

A grandes rasgos, la filosofía clásica y helenística definieron al ser humano como un ser cuya particularidad esencial reside en su naturaleza racional. Desde esta perspectiva, cada una de las diversas vertientes estableció, a su modo, que el ser humano debía conducirse mediante esa naturaleza reflexiva, por lo cual, era importante que hubiera un control sobre las emociones, dada su naturaleza irreflexiva.

El énfasis que puso la filosofía antigua sobre el control de las emociones, específicamente sobre todas aquellas vinculadas con la ira, el rencor y el temor, giraba alrededor de la idea de que cuando el ser humano permite que sus emociones le conduzcan, traiciona su naturaleza porque se entrega al impulso y a la fuerza de la emoción, es decir, a aquello que lo mueve involuntariamente. De ahí que en lugar del término emoción usaron el de pasión, ya que se padece el efecto de ésta sobre el ser del hombre. Así, las pasiones pasaron a ser señaladas como aquello que es importante conducir y dominar, antes de que ellas nos conduzcan y dominen.

El caso más extremo del planteamiento anterior lo formuló la escuela estoica, la cual estableció la ataraxia como ideal ético del hombre, es decir, un estado de imperturbabilidad que se caracteriza por la capacidad de no doblegarse ante los efectos de cualquier pasión. De ahí que también la apatía se convirtiera en el objetivo de algunos filósofos, pues sólo aquel que se conduce a través de la razón no se ve arrastrado por las fuerzas de las pasiones.  [pic 3][pic 4]

De acuerdo con la filósofa española Victoria Camps, este esquema del dominio de la razón sobre la pasión o emoción tuvo en Occidente una vigencia muy prolongada: “De ahí que la ética se fuera entendiendo más y más como el dominio y la erradicación de las pasiones; y la sabiduría práctica, como el conocimiento que conseguía reprimirlas e intentaba eliminarlas. El cristianismo primero, y el racionalismo que culmina en la filosofía de Kant, después, contribuyeron a difundir esa concepción excesivamente racionalista de la ética”.

Actualmente, a partir del desarrollo de diversas ciencias como la psicología, la etología y la neurociencia, se ha logrado ubicar a las emociones en un lugar muy distinto al sitio que la filosofía les había asignado. Dicha diferencia radica sobre todo en el marco de la teoría de la evolución, que es a través de la cual se observa la función de las emociones en la vida del hombre. Así, desde el punto de vista evolutivo, las emociones son consideradas como estrategias biológicas que aseguran la supervivencia de nuestra especie, razón por la cual no son vistas ni clasificadas como buenas o malas, ya que incluso emociones como la ira y el temor son convenientes biológicamente hablando.

Una de las aportaciones más importantes ha sido la del psicólogo estadounidense Paul Ekman, quien formuló su teoría de las emociones básicas. De acuerdo con este autor, existe un conjunto de emociones propias del ser humano cuya función específica es construir las relaciones grupales en el animal humano. Para Ekman, cada una de esas emociones tiene una respuesta a nivel gestual, la cual permite que los otros se enteren del estado interior de quien expresa la emoción. Dicha expresión es automática e involuntaria, pues es una respuesta inmediata del ser humano ante el medio que lo rodea. Las emociones que conforman este conjunto son la ira, la alegría, la tristeza, la sorpresa, el miedo y el asco.

 A partir d estas aportaciones, la ciencia ha repensado el papel de las emociones y su lugar frente a la razón; en general, la propuesta que se plantea es gestionar las emociones, más que controlarlas. Lo anterior significa que la razón debe aprender a manejar las emociones sin llegar a reprimirlas, sabiendo discernir entre lo adecuado y lo inadecuado de ellas, dependiendo de las circunstancias en que se presenten.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son estados afectivos que experimentamos. Reacciones subjetivas al ambiente que vienen acompañadas de cambios orgánicos -fisiológicos y endocrinos- de origen innato.

¿Por qué surgen? En el ser humano, la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse. 

¿Qué importancia tienen? Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. Aun así, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.[pic 5][pic 6]

Charles Darwin observó cómo los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso repertorio de emociones. Esta manera de expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.

Exististe seis categorías básicas de las emociones: cada una muestra o tiene dos funciones o dos sentidos de expresarse.

  • Miedo. Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
  • Sorpresa. Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
  • Asco. Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
  • Ira. Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
  • Alegría. Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad. 
  • Tristeza. Pena, soledad, pesimismo. 

Componentes conductuales

Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que éstas se muestran externamente. En cierta medida son controlables, basados en el aprendizaje familiar y cultural de cada grupo:

Expresiones faciales.

Acciones y gestos.

Distancia entre personas.

Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

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