¿Realmente el Fin justifica los Medios?

¿Realmente el Fin justifica los Medios?

Muchos le adjudican esta frase al filósofo, político y escritor italiano Nicolás Maquiavelo, y que la misma se encuentra plasmada en una de sus más notables obras conocida como “El Príncipe”. Pero el hecho es que él nunca escribió esa frase tal como la conocemos, no obstante, lo más parecido que se puede encontrar en el libro a esta frase es lo siguiente:

        “Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos; porque el vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito; y en el mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sino cuando las mayorías no tienen donde apoyarse.”

Existen historiadores que atribuyen la frase al teólogo alemán Hermmann Busenbaum, extraída del libro “Medulla theologiae moralis” bajo la frase traducida al español que es: “Cuando el fin es lícito, también lo son los medios”. En definitiva, el postulado de “el fin justifica a los medios” no aparece textualmente en las palabras de Maquiavelo, y por lo citado anteriormente, podemos darnos cuenta de que no se habla de cualquier fin, sino del poder, debido a que el propósito de Maquiavelo con el príncipe era hacer un manual de gobierno para llegar y/o conservar el poder.

Por consiguiente, el poder no solo justifica los medios, sino que define lo que es bueno o es malo para la sociedad en general, o para el vulgo como diría Nicolas Maquiavelo. Gracias a esto el poder define mucho de lo que es la moral.

Como diría el filósofo Friedrich Nietzsche, que incluso los más ateos de occidente suelen tener la moral cristiana, esa moral donde el débil y el poderoso respectivamente, tienden a ser considerados como los buenos y los malos, y la razón de que tengamos esa moral y no otra, como por ejemplo la que tienen los musulmanes o los orientales, es por un tema de poder y en cuanto a quién controló las ideas y el orden durante los últimos miles de años, y muy poco tiene que ver con la elección personal e individual de cada una de las personas, por algo es que muchas de las primeras iglesias católicas y ortodoxas de Europa se construyeron con los escombros de los templos donde se adoraba los Dioses del caído Imperio Romano, así como en América Latina lo mismo se hizo con los escombros de los templos prehispánicos y precolombinos.

Al final de cuentas las creencias, la moral y la forma de ver el mundo no dejan de ser otro espacio más del poder, en el que los líderes y los poderosos saben que tienen que tener influencia y control sobre las mismas si es que quieren permanecer en el poder. Es por eso que cuando existe algún triunfo político que beneficie a una mayoría o vulgo nadie reclamará por los medios empleados, pues solo se fijan en las apariencias.

Ahora bien, lo dicho anteriormente se aproxima lo más posible a lo que quería plasmar Nicolas Maquiavelo, pero esta vez nos dirigimos a una comprensión más cotidiana… ¿Será que en este caso los medios empleados están atados o subordinados al fin?

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