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Robe Pan Para Mis Hijos

peprmz4 de Diciembre de 2013

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ROBE PAN PARA MIS HIJOS

(Fidencio Escamilla Cervantes)

Si señor, yo robé esos panes, también los quesos fundidos,

Los dulces, la sal, los higos. Yo robé todo eso, señor;

Lo robe para mis hijos. ¿Qué es malo robar?

¿Qué es de los peores delitos? ¿Qué se castiga con cárcel?,

No importa porqué se hizo? ¿Qué es traición a la patria?

¿Qué si con ese ejemplo predico?

¿Qué soy peor que criminal?

Señor; es que tenían hambre mis hijos

Y yo he estado sin trabajo; tampoco tenemos casas,

Ya no tenemos ni cinco ¿Qué porqué no busco empleo?

Desde hace seis meses, señor, y no lo encuentro.

Siempre lo mismo ¡¡lo mismo!!

Que si tengo referencias y que si gozo de créditos,

Que donde trabajaba antes y a cuanto ascendía

Mi sueldo; que si mi filiación es priísta,

Que si apoyo al buen gobierno.

Y al final: “vuelva otro día, el personal es completo”

No señor, no tuve escuela; me crié entre los basureros.

¿Mis padres? Nunca los conocí, ni conocí a mis abuelos

mi cama fue la basura y mis amigos los perros;

allí aprendí a defenderme, allí mis años crecieron.

Entre las moscas, entre miasmas, entre el polvo y basureros.

Allí me di cuenta que el hombre es aborto del infierno.

Allí me di cuenta que el mundo es un vil pleito de perros

Y crecí, crecí y crecí; y mi alma se hizo más dura

Y mi destino más negro y una palabra que a diario

Me taladraba en el cerebro: ¡Hambre! ¡Hambre! ¡Hambre!

Las cáscaras no alimentan, el agua sabe a vinagre,

Las tortillas tienen hongos muy duros están los panes,

Los frijoles quedan rancios, las frutas a orines saben.

Y así crecí: entre pus y desperdicio, entre microbios de

Entre bacterias de tifo, entre perros y entre gatos;

Entre todo esto también crecieron mis hijos:

Unos hijos esqueléticos viviendo entre desperdicios,

Jugando entre suciedades y bañándose con vicios.

Y un día quise conocer mi pueblo el pueblo que no me quiso,

El que miraba en mis noches y en mis infantiles sueños

Como algo maravilloso; algo así como un juguete nuevo.

¡Que decepción abrigué en mi alma! ¡Cuanta miseria llegó a mis ojos!

Miseria sucia, miseria humana, nido de ratas, bestias en brama

Donde él más fuerte castiga y mata, donde el más débil sufre y acata;

Nido de fieras llenas de rabia donde las normas

Ya se olvidaron, donde no existen sabias palabras:

Se veja, se viola, se tima y roba

Y por la paz ni un ser humano trabaja.

Todo esto vi con mis ojos y el corazón se volvió más negro:

Allá tenemos basura, aquí viven los despojos,

Que allá vivimos los malos; aquí transitan los buenos,

Aquí viven de caviar, allá vivimos de abrojos,

Que allá no carcome el cáncer, aquí se alimentan cuervos;

Aquí viven los decentes, allá los menesterosos;

Y me acordé de mi gente y me acorde de mis hijos,

Del hambre que aún les cuelga como microbio infeccioso,

Y robé, ¡Robé esta bolsa con higos!

No sé sí voy a llegar a un sumarísimo juicio.

Si ya conocí el pecado y mi pena es el presidio

El precio ya está pagado por esa bolsa de higos.

Por favor, señor gendarme, aplique usted el castigo,

Pero por su santa madre, lleve ese pan a mis hijos,

Que usted también es un padre; hágalo en bien de su oficio.

Hoy es domingo, señor, no se trabaja;

Ellos están con hambre porque no hubo desperdicios

Y aunque flacos y esqueléticos, con sarna, cáncer

...

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