Semiotica Avanzada

Pensar la Imagen

Santos Zunzunegui

Pensar la Imagen, este título de por sí plantea un modo de hacer, una simbiosis de trabajo, algo que resulta esencial para cualquier intencionalidad audiovisual. Construir una imagen requiere de la apoyatura de soportes teóricos y lecturas donde las diversas corrientes y escuelas del género han sabido sentar pautas de calado que rompe las trampas de lo efímero.

La información y la cultura tienen en nuestros días un tratamiento predominantemente visual. Ante la actual inflación de textos en torno, sobre y acerca de la imagen, este libro ha optado por centrar la atención sobre los aspectos discursivos de las prácticas icónicas, por privilegiar una aproximación a la imagen como lenguaje. Se trata de producir un conocimiento capaz de generar una competencia operativa dirigida a la "lectura" de las imágenes.

En este libro Zunzunegui no pierde tiempo en análisis laterales; se centra en las esencias de temas que sirven de argumentos ajenos para el análisis seudoculturales.

Es considerado un tratado en torno a la realidad y su dibujo como imagen, un desglose de sus principales características, son complementados por diferenciaciones entre imagen figurativa e imagen abstracta. La percepción de la realidad y su evolución histórica son aportes duraderos de este texto.

Un punto y parte son los capítulos dedicados a la percepción y la imagen, cuerpo y eje de esta obra. Los basamentos de este apéndice del texto requieren de una lectura detenida, pensada, profunda, bajo el mismo principio del título del texto. Estos necesarios apuntes en torno a una imagen inteligente, están recogidos en el texto que siendo un libro de “lecturas teóricas”, tiene la virtud de escurrirse en un diáfano recorrido.

Es la tesis generalizada y no siempre compartida con la letra impresa, que también está pintada de signos iconográficos más allá del propio texto. El completo desmenuzamiento de la imagen como concepto y sus acepciones iconográficas, constituyen esenciales aportes de esta obra. La relación de esta “puerta” con la realidad es un aporte loable de Zunzunegui, quien tritura cada grieta del tema.

Cierra una parte importante de este capítulo la relación entre cultura, percepción e imagen. El autor propone desde apuntes estructurados para la reflexión una estrecha relación que no solo es iconográfica. Sustenta su percepción del capítulo en la diversidad de subyugantes carriles que sirven de tránsito para una mejor compresión del signo.

Leer esta obra requiere de una mirada mesurada y profunda. El resultado es un acompañamiento para una mejor labor de los que hacen del cine una obra pintada para la inteligencia. La percepción y la significación no son ajenas, están en un mismo plano, existe un debate entre la idea de percepción como parte de la semiosis o la semiosis como parte de la percepción, estos parecen formar un solo mundo enredado, aunque algunos califican a esta dupla como ilusoria, pero esta idea combate con la idea de que cada operación figurativa está regulada por convenciones de lo que ya conocemos y que los esquemas figurativos le dan a la imagen un valor reconocido como acto cotidiano que se encarga de eliminar el mal concepto de visión inocente.

Las aportaciones de Gombrich atreves del debate sobre el iconismo promovido por Umberto Eco postula que la distinción entre convencionalidad y arbitrariedad se logra con la reformulación de la confusión que deriva de un trasplante demasiado apresurado con respecto al signo lingüístico, no con la intención de proponer la eliminación del iconismo, sino un nuevo replanteamiento capaz de reproducir una ilusión referencial en un discurso.

Por otro lado los trabajadores de A.J. Greimas y la escuela de Paris dan una idea sobre la existencia de un recorrido del sentido con independencia del fenómeno de lo plasmado en texto, independiente de los lenguajes de manifestación. Sin embargo esta estructura semántica profunda se encuentra corregida atreves de una toma de consideración, donde se explica la manifestación haciéndose presente la forma en la sustancia. Esto se impone al surgimiento del sentido.

Con respecto al proceso de la anunciación visual, que viene a ser el lenguaje donde el hombre se funda como sujeto, es decir que la subjetividad se encuentra fundamentada en el ejercicio de la lengua, después llegamos a la conclusión que el sujeto en términos discursivos no existe, más bien enuncia en el interior del discurso, esto nos permite estableces una distinción operativa entre sujetos empíricos y enunciadores. Esta hipótesis es básica y actúa como núcleo configurador de la totalidad del discurso en torno a la imagen es posible dar un listado de maneras coherentes para entender esas imágenes sin dejar de lado a la exposición de ideas opuestas a las de un grupo ordenado y sistematizado con ideas capaces de asegurar un recorrido homogéneo de sentidos. En si en este libro se trata de analizar la compaginación de términos abstractos que tienen una voluntad explícita de combinación con los descensos a los niveles particulares de la tipología icónica. Se trata de edificar conceptos generales procedentes de diversas áreas, ya sea la psicología de la percepción, historia del arte, semiótica y muchas mas en la convicción de que del objeto imagen puede ser productivamente estudiado desde diversos puntos que terminan como complementarios. Después de ello se logra pasar del nivel abstracto

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